¿Cuál fue la mayor victoria española en una guerra?

Creo que una buena candidata es la batalla de Bicoca.

Poco antes de la batalla de Pavía, el ejército del emperador Carlos V se enfrentó en Bicoca (Milanesado) a un ejército francés y genovés en el que formaban como mercenarios los piqueros suizos. Estos eran la fuerza de choque más prestigiosa hasta ese momento en el escenario europeo.

El caso es que los suizos llevaban toda la campaña sin cobrar la soldada y presionaron a los mandos con un plante y la deserción si no se libraba ya la batalla. A los mandos franceses no les quedó más remedio que hacerles caso. Los cuadros de piqueros suizos utilizaron su táctica habitual, que era un avance frontal en formación. Entre ambos ejércitos había un camino y para llegar hasta los Tercios los suizos debían subir un terraplén. Esto hizo que, al coronar la cuesta, cada fila de piqueros resultase un blanco perfecto para los arcabuceros españoles, que prácticamente los fueron cazando uno a uno. Los suizos no consiguieron llegar a entrar en contacto con los imperiales. Al retirarse dejaron en el campo tres mil muertos. En el otro bando sólo hubo un muerto, y no fue una baja causada por el enemigo sino por la coz de una mula (también es mala suerte…)

La palabra "bicoca" se incorporó al español como sinónimo de algo que cuesta poco ganar.

Batalla de Bicoca - Wikipedia, la enciclopedia libre

Edito 29/01/2021. Me gusta la historia militar en general y en particular la de los Tercios.

A partir de Bicoca y sobre todo de Pavía, que fue mucho más importante, la doctrina del arte de la guerra quedó revolucionada. Las armas de fuego portátiles, arcabuces y luego también mosquetes, lo cambiaron todo. Se mantuvieron las formaciones clásicas de cuadros de picas, capaces de aguantar cargas de caballería, pero los españoles innovaron creando las "mangas" de arcabuceros con libertad de movimiento dentro del cuadro, avanzando entre las picas para descargar y volviendo dentro del cuadro para recargar. Todos tenían arcabuces y mosquetes, pero los españoles conseguían una cadencia de fuego que los demás no eran capaces de igualar gracias al entrenamiento. Asimismo, durante la batalla, se priorizó la movilidad de pequeñas unidades con armas de fuego capaces de plantear emboscadas o realizar ataques concentrados en determinados sectores del campo de batalla, que ya no era un damero estático de formaciones de piqueros. Por ejemplo, acabó siendo táctica habitual que la caballería trasladase a los arcabuceros de un sitio a otro a lomos de cada jinete.

Esta revolución duró tanto como se tardó en evolucionar la artillería de campaña, que fue la siguiente innovación definitiva.