¿El llamado "oro de Moscú" que perdió España fue obtenido de América?

No, rotundamente no.

¿De dónde procedía el oro de Moscú depositado en el Banco de España?

Conocido como el Oro de la República, la historia del oro de Moscú aún sigue despertando interés: la apropiación de 510 toneladas de monedas de oro pertenecientes a las reservas del Banco de España por parte del gobierno de la segunda república. En otras versiones, la cantidad es diferente.

Hasta la Guerra civil (1936-1939) y gracias a registros que se habían hecho con anterioridad al inicio del conflicto bélico, la reserva de oro español se consideraba que era la cuarta más grande del mundo y fue principalmente acumulada durante toda la I Guerra Mundial en la que España se mantuvo neutral. Dichas cantidades de oro que estaban distribuidas entre la sede central del Banco de España, así como en otras delegaciones principales que el Banco de España tenía junto a otros pequeños depósitos situados en la ciudad de París.

El oro de Moscú – Contexto histórico

Anoto tres versiones, puesto que existe mucha controversia en la cantidad sustraída o vendida.

Primera versión. A los pocos meses de iniciarse la Guerra Civil Española, el 13 de septiembre de 1936, Manuel Azaña, presidente de la República junto con Juan Negrín (por aquel entonces ministro de Hacienda) firman un decreto casi en secreto en los que autorizaban al gobierno a trasladar el oro que se encontraba en las reservas del Banco de España a un sitio más protegido ante el avance de las tropas sublevadas a Madrid.

Traslado del oro a Moscú

Tras la firma del decreto en esa misma madrugada del 14 de septiembre de 1936 cientos de soldados, anarquistas, milicianos socialistas junto a un centenar de metalúrgicos y cerrajeros accedieron al Banco de España mostrando el recién firmado decreto en el cual se autorizaba su traslado a un lugar más seguro. Para ello era necesario que esa autorización fuera firmada por el director principal del banco, el cual fue secuestrado y a punto de pistola se le obligó a firmarlo para que tanto las cámaras acorazadas como las cajas de depósito privadas de particulares se abrieran. Fueron varias las ocasiones en la que este se negó a firmar dicho documento. Se suicidó.

Cuatro días tardaron en extraer las toneladas de oro que se encontraban en las cámaras, guardándose y reutilizando las 10.000 cajas de madera donde se habían traído las municiones para hacer frente a la guerra. Dichas cajas jamás fueron enumeradas para llevar un control de todo el oro que salía, ni tampoco se hizo ningún tipo de testimonio por escrito sobre la salida de este oro. Lo que sí sabemos es que entre la plata y el oro suponían un total de en torno a unos 5.250 millones de las antiguas pesetas, lo que hoy viene siendo unos 20 millones de euros.

De las 10.000 cajas, 7.800 fueron embarcadas con destino a Cartagena (Murcia), y tras un periodo de seis meses en altar mar en varios barcos soviéticos, el Volgoles, Neva, Jruso y Kine, en los cuales viajaban funcionarios del mismo Banco de España que son lo que se encargarían de controlar el dinero y de hacer el recuento al llegar al Puerto de Odesa (Ucrania). Una vez allí atravesaron el país hacia Rusia, hasta la capital, Moscú, el destino final. El resto de las cajas fueron enviadas a París.

Segunda versión. Según los cálculos del historiador Ángel Viñas, la venta del oro del Banco de España se inicia al serle negado el crédito internacional. Así, la principal fuente de financiación de la República partió de las reservas de oro que había en el Banco de España, con sede en Madrid. el 18 de julio de 1936 el Banco de España poseía 708 toneladas de oro fino, de las cuales 638 se conservaban en Madrid, 53 en la sucursal de Mont de Marsan del Banco de Francia y el resto en manos de corresponsales. El valor en dólares era de 718 millones, lo que excluida la URSS, colocaba a España en cuarto lugar en el ranking de los países occidentales, en relación con el volumen de sus reservas, detrás de Estados Unidos, Francia y Reino Unido.

Tercera versión. Antes incluso de comenzar la descripción del sistema financiero de la República española y del ejército de Franco, señalado en la obra como Gobierno de Burgos, José Ángel Sánchez Asiain, autor de la obra La financiación de la guerra civil española (Editorial Crítica), ganadora del Premio Nacional de Historia de España, hace la siguiente reflexión: la Guerra Civil la pagaron los ahorros y el sufrimiento de los ciudadanos del Estado español. "La República pagó el coste de la Guerra Civil con cargo al ahorro que los españoles habían acumulado en el pasado, y el Gobierno de Burgos lo financió con el ahorro futuro. Con lo que los españoles se iban a ver obligados a dejar de consumir en los años sucesivos para satisfacer esa deuda de guerra", escribe el autor.

A partir de ahí, la obra realiza un análisis pormenorizado de las ayudas financieras que recibió cada uno de los contendientes, el sistema financiero de los dos territorios, el comportamiento de la banca y las cajas de ahorro, la financiación exterior, y los diferentes sistemas de captación de fondos de ambos bandos en sus respectivas sociedades.

La finalidad del oro de Moscú

¿Por qué se realizó el traslado? El objetivo de llevar el oro hasta Moscú era pagar a la Unión Soviética todo el material armamentístico que esta le proporcionase a los republicanos para la guerra, todo tipo de material: municiones, armas, aviones y carros de combate.

La calidad del material enviado no fue el esperado, pese al alto precio pagado. Se da por sentado que la Unión Soviética se quedó con mucho dinero español, porque no fue posible que año y medio después, no quedase absolutamente nada del tesoro.

¿De dónde procedía el oro de Moscú? De América NO.

Contexto histórico en Castilla y Aragón. Siglo XVI

En España se habían unido La Corona de Castilla y la Corona de Aragón a finales del s. XV. Convivían diferentes grupos. Después de llegar a América, cabría pensar que hacia mediados del siglo XVI España tuvo que ser, con mucho, la nación más rica de Europa. Sin embargo, no lo fue.

La repercusión de esta incorporación inmensa y súbita a la riqueza monetaria fue aprovechada en el resto de Europa e incluso en el Extremo Oriente, pero en España no subsistieron beneficios duraderos de las hazañas espectaculares de los conquistadores.

1. Judíos y musulmanes, eran instruidos y encabezaban el progreso. Fueron diestros administradores públicos y hombres de negocios. Los musulmanes, en particular, poseían una larga tradición en el comercio, la importación y la exportación. Con la expulsión de ambos grupos, España perdió casi toda su clase comercial autóctona, que resultaba esencial en una época de dinámico desarrollo económico en toda Europa.

La salida de judíos y musulmanes constituyó una pérdida, puesto que eran los prestamistas de los reyes y de los nobles.

2. En los puertos principales de comercio, Cádiz y Sevilla, rebosaban de extranjeros, mercaderes y banqueros genoveses, prestamistas alemanes, fabricantes holandeses y suministradores de cualquier género de bienes, servicios y finanzas de toda Europa, incluso bretones y gentes de áreas tan lejanas como las costas dé mar del Norte.

Casi todos los cuantiosos préstamos que recibió España durante el siglo XVI para pagar los fastos de los reyes y nobles, y para financiar las guerras en las que se embarcaban los reyes, tuvieron que ser financiadas por extranjeros: las riquezas que provenían de América (oro y plata principalmente) se destinaba al pago de intereses y de las deudas.

Ha habido un Quorano que ha apuntado dónde puede estar el oro llegado de América: en las iglesias. Craso error.

Deseo aportar unos datos, si se me permite.

El oro de las iglesias españolas no proviene precisamente de la época de la conquista de América. Al menos no la mayor parte. Esa llegada de remesas de América se limitó al siglo XVI y XVII y creo que no mucho más, y no tuvo como fin enriquecer a las iglesias. Puede ser que en pleno apogeo, durante los primeros viajes en que llegaton abundantes riquezas, los reyes y los nobles, que eran también los mecenas para los artistas y las grandes contrucciones, destinaran una parte a la iglesia, sin embargo, como coincidió con la salida de los judíos y de los mudéjares castellanos, se verían obligados a mantener el aparato del reino y las guerras en Europa, con toda la recaudación y lo proveniente de América.

Sin embargo, las iglesias en Hispania, desde época romana, las construcciones paleocristianas hasta el siglo V; las Visigodas siglos V-VI; las de estilo Mozárabe de los siglos VII- IX; las del prerrománico Asturiano en los siglos VIII- XI; las de estilo Mudéjar, siglos VIII- X; las de estilo Románico, S. XII- XIII; las del gótico, siglos XIV -XV: todas estaban ricamente decoradas con pinturas, esculturas, trípticos, retablos, muchos de ellos con profusión de pan de oro en sus maderas y tallas.

Los tesoros que guardaba cada iglesia y catedral, es decir las piezas de plata, la gran mayoría: custodias, cruces, cálices, platos (que sirven de aguamanil), incensarios, navetas, lámparas, coronas, campanillas, acetres con su hisopo, bujeta para el bálsamo, redomas (para el crisma, óleo de los enfermos y óleo de los catecúmenos); y los cetros, eran numerosos.

Y he hecho referencia solamente a las construídas antes del siglo XVI, porque el descubrimiento se produjo en 1.492, a finales del siglo XV.