¿Por qué el pueblo judío experimentó tantas masacres en la historia?

Para que se entienda todo dividiré la respuesta en dos partes, como dos grandes argumentos que explican el historial de desgracias de los judíos: uno será el problema de la asimilación cultural, y el otro será el origen ideológico del antisemitismo en occidente.

El problema de la asimilación cultural:

La moda actual en las democracias occidentales sobre celebrar la tolerancia, la multiculturalidad, y el reconocimiento de la alteridad es apenas un episodio anecdótico en la larga vida de las culturas y naciones del planeta. Durante gran parte de la historia atacar lo diferente fue la norma en todas las latitudes del mundo. El etnocentrismo (creer que la cultura propia es el centro de referencia para juzgar las cosas) es una característica psicosocial básica en la humanidad; claro que, con el tiempo, formulamos un sistema ético y legal que condena y trata de reducir esto, pero recién en tiempos recientes.

Tampoco es que siempre tuviésemos guerra entre las etnias del globo: también se vivieron procesos de intercambio y paz, sobre todo en zonas donde la continua relación entre grupos diferentes terminaba mezclando las costumbres y pautas culturales. Ese proceso de cambio es asimilación cultural: cuando un grupo humano asimila costumbres y creencias de otro grupo. Simplificando, la asimilación reduce las diferencias, y las personas se pelean menos (porque son menos diferentes).

Pues bien, los judíos (o gran parte de ellos, durante gran parte de la historia) no se asimilaban.

De la misma forma que los romaníes, los judíos formaban comunidades con una lengua, una religión, y unas tradiciones muy diferentes a las del resto de personas que vivían en ese territorio. Tenían conciencia etnocentrista de si mismos, su religión les animaba a separarse de otras etnias, y conformaban grupos muy endogámicos, cerrados con los otros pero solidarios entre ellos. Literalmente transportaban con ellos un país, y lo instalaban dentro de otro. Y eso siempre incomodaba a los otros habitantes del lugar.

Es llamativo el proceso de defensa cultural que mantuvieron los judíos durante siglos. Para evitar persecuciones trataban de seguir las reglas del lugar, pero siempre conservando sus prácticas de forma privada, surgiendo así el fenómeno del criptojudaísmo (alguien que esconde su origen fingiendo practicar la fe del lugar donde vive). Esto, debido a la relación intrínseca entre las costumbres y el aspecto ideológico de la religión judía, que complicaba la secularidad del individuo y le hacía difícil asimilarse completamente. Y esto era algo conocido y aceptado como cierto por los no judíos, los cuales, con sus estereotipos, terminaban reforzando esta identificación.

Entonces, el primer gran sustento de sus calamidades estaba en que los judíos difícilmente se asimilaban a la cultura del lugar en donde se instalaban, y eso siempre creaba problemas: al igual que a los gitanos, su aspecto y acciones les acarreaban estereotipos, desconfianza, miedo, y a veces simplemente odio por parte de sus vecinos.

El origen ideológico del antisemitismo en occidente.

El término "occidente" es muy subjetivo. Tratando de buscar definiciones algunos plantean que es aquella cultura nacida de la cruza del mundo grecorromano y el cristianismo (de todas las ramas). Verdad o no, podemos discutirlo, pero es absolutamente innegable el rol del cristianismo como constructor ideológico de nuestras pautas culturales, por mas ateos y laicos que nos consideremos hoy. Y hay dos creencias surgidas de la tradición cristiana muy importantes para justificar el antisemitismo en occidente.

La primera es ideológica, y trata de la muerte de Jesús a manos de los judíos. Según la mitología cristiana básica, los judíos se comportaron como los antagonistas del mesías; no lo siguieron, lo apresaron, lo condenaron y lo mataron entre terribles sufrimientos. Y lo hicieron a conciencia, con la frase de "que su sangre caiga sobre nosotros y nuestros hijos". Sin considerar que el mesías cristiano ni siquiera es reconocido por el judaísmo, el cual sigue esperando la llegada de su propio mesías. La figura del Deicidio entonces (matar a dios) significó el rechazo a los judíos como comunidad de personas pecadoras e impías por nacimiento. Por eso no había mucha empatía con ellos cuando eran perseguidos.

La segunda es mas social, y trata del rol que los judíos tomaron en el funcionamiento de comercios y bancos. Esto sucedió porque, durante mucho tiempo, la doctrina católica condenó el "pecado de usura": aquella persona que presta dinero y cobra con intereses se enriquece con el tiempo, no con el trabajo, y dado que el tiempo pertenece a Dios significa robarle y pecar. Era mal visto que un cristiano se dedicase al negocio bancario, pero este negocio era necesario. ¿Quién podría hacerse cargo entonces? pues los judíos. Y debido a su solidaridad de grupo, pronto se transformaron en grandes prestamistas y dueños de bancos. De ahí, quedaron socialmente vinculados con la idea de poseer dinero, con todos los estereotipos que eso conlleva (avaricia, codicia, corrupción, materialismo, etc). Hasta el día de hoy hay conspiranoicos aseverando que los judíos controlan a su gusto el sistema económico mundial.

Entonces, si juntas todo lo que acabas de leer, puedes entender porque habría tan poca empatía hacia los judíos, y por que sería tan fácil para un gobierno o grupo humano perseguirlos por diferentes razones. Una comunidad endogámica, cerrada, con lengua propia, religión propia, culpable de matar al hijo de Dios y que además se enriquece con la usura y los negocios económicos. ¿no sería fácil para las personas perseguirlos? Si un rey o un dictador los usase como chivos expiatorios ¿no sería fácil creer sus justificaciones?

Y eso sucedió. Por siglos los judíos fueron perseguidos simplemente porque se podía, porque no causaban mucha empatía en otros pueblos, porque para los no judíos no era algo "tan malo". Al igual que como pasó con otros pueblos, se les podía atacar porque casi nadie perdería tiempo en defender una comunidad cuyas características incomodaban o molestaban a muchos.

Por eso los judíos experimentaron tantas masacres. Su dificultad para asimilarse, y los mitos ideológicos que cierta doctrina cristiana montó sobre ellos, generaron la falta de empatía de los no judíos hacia ellos, facilitando a grupos y gobernantes justificar y concretar su persecución, con diferentes episodios de violencia conocidos hasta hoy.

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