¿Qué es más conveniente para un ateo, hablar abiertamente de su no creencia, o solo si es indispensable?

El conjunto de los humanos está dividido en dos, sea cual sea el parámetro que usemos. El nivel de creencia, o el nivel de idiotez, por ejemplo. Y muchas veces (como en ésa), ambos parámetros son ortogonales, en el sentido de que la pertenencia a uno de los dos subconjuntos bajo un parámetro no dice nada de tu pertenencia a uno de los dos conjuntos por el otro. DIcho en plata: hay ateos idiotas, creyentes idiotas, ateos no idiotas y creyentes no idiotas.

Un ateo, si es además idiota, tenderá a provocar y a insultar a los creyentes siempre que tenga la menor oportunidad de ello. Un creyente, si además es idiota, intentará continuamente plantear preguntas capciosas, sofismas falaces que avergonzarían al mismísimo Aristóteles, quedando él mismo en ridículo sin advertirlo, sobre todo cuando acaba las frases con el consabido ¡Jaque mate, ateos!

Pero cuando coinciden en un grupo creyentes decentes y ateos decentes, entonces no sucede nada de esto, y puede incluso haber un intercambio de pareceres correcto y educado.

La Teoría de Conjuntos sirve para entender el mundo.