¿La actual “corrección política” es demasiado?

Sí. Es obvio que la corrección política ya lleva unos años fuera de control. Pasó de ser un tema de decencia mínima y de comprensión hacia los demás, a convertirse en una especie de ideología dopada hasta las cejas. El mejor ejemplo de esto es la etiqueta de “Latinx”.

Algunos liberales occidentales han decidido que los términos “latino/latina” tienen connotaciones de género, y se cambió a “Latinx” para contentar al 0.02% de la población mundial que se identifica como no binaria, y por ello se eliminó la “o” y la “a” por una “x”. Es lo mismo con filipino/filipina, que se convirtió en “Filpinx”. Estos cambios han hecho que en la mayoría de países latinoamericanos se partan de risa por la ridiculez de los términos.

Y aún así, aquellos que siguen la doctrina de lo políticamente correcto insisten en usar el término “Latinx”. Normalmente, la gente que lo usa ni siquiera es de origen latino, o tiene algo de ascendencia latina, pero prefieren cabrear a un continente entero antes que comprender que a mucha gente de países diferentes les importan una mierda los problemas que puedan tener con el género y su tendencia a reaccionar de manera hipersensible ante este tema.