¿Qué es lo peor de enamorarse de un narcisista?

Lo peor de enamorarse de un narcisista es descubrir el sufrimiento emocional en unos niveles jamás experimentados.

Todos, a lo largo de los años, pasamos por experiencias dolorosas. La muerte de un familiar, alejarte de amigos que te dañan, romper una relación de pareja sana, alguna enfermedad... y en la mayoría, desgraciadamente hay sufrimiento. Hay una etapa de duelo que pasar y alguna adversidad que superar. Según van pasando los días recuperas las ganas, la alegría, tus rutinas y poquito a poco vuelves a la normalidad. Asumes el hecho, entiendes lo vivido y aceptas el posible aprendizaje.

¿Pero qué pasa cuando te involucras con un narcisista?

Que no entiendes absolutamente NADA. Estas con una persona que te dice que te quiere, que te dice lo maravillosa que eres y que de repente, y sin motivo aparente, empieza a actuar de una manera extraña, distante, fría y malhumorada. Y lo primero que haces es un autoanálisis de comportamiento. Comienzas en bucle a pensar, qué dijiste, cuándo, cómo. Le das una y mil vueltas a los chat buscando respuestas. Una noche en vela, dos, tres. Por la mañana dolor de cabeza y barriga. Intentas hablarlo y acabas mareada, ¿Qué me acaba de decir? ¿No he sido clara? ¿Me acaba de nombrar a su ex, la que primero era una loca pero que ahora se acuerda de ella y por lo visto sí que lo entendía y quería de verdad? ¿Le he preguntado por la ex sin darme cuenta? Ay! No sé, me estoy volviendo loca.

Bueno mañana lo vuelvo a hablar, creo que hacerlo ahora no es buena idea, voy a parecer una paranoica.

Y así van pasando los días, con charlas pendientes, con frases sin sentido dando vueltas en tu cabeza. Buscando respuestas con tus amigas, sin tener muy claro que debes explicar. Saltando de instagram a facebook buscando algo que te ayude a entender. Cuando te das cuenta han pasado 4 horas y has terminado en el perfil de las ex analizando hasta el color de las mechas que se acaban de poner y ups! Estas en internet mirando mechas de ese color y pensando si a ti te quedarían bien. Anda mira estuvieron en aquel parador al que me llevó un día. Espera! Y en ese restaurante, y en esa playa! Pero bueno si ha subido una historia con nuestra canción de despertarnos!!! Y PUMP de golpe tu autoestima ya empieza a descender lentamente, pero no le das el significado real de la situación. En vez de hacer eso y liberarte, comienzas a compararte y a auto sabotearte.

El cada día está más distante y las conversaciones sobre espacio y tiempo inundan tus momentos juntos. Y te ves explicándolo conceptos básicos sobre amor, fidelidad, honestidad, dedicación y respeto a un hombre “adulto” que parece no entender de que van las relaciones.

Discutes, desaparece. Le ignoras, aparece enfadado. Le dices de dejarlo, te dice que va a ir a terapia. Y un día ya no tienes ganas de levantarte de la cama, ni de ir al gym, ni de hablar con tus amigas. Ya no ves el sol, ni quieres saber qué día es. Solo quieres dormir y no despertar más porque estas agotada.

El sin embargo está más activo que nunca en las redes sociales y cuando lo ves en persona parece que se ha chutado adrenalina. Tu confusión ya está en límites estratosféricos.

Y llega el momento en que tu cuerpo cadavérico consigue poner fin a la historia y tus amigos y familia acude a tu rescate. Si tienes suerte alguien te ayudará a descubrir lo que has vivido y a partir de ahí comienza tu segunda vida.

¿Lo bueno de enamorarte de un narcisista?

Tú despertar. Definitivamente has descubierto que existen personas sin empatía, sin remordimientos y sin escrúpulos. Gente que no sabe ni puede amar. Gente sin alma. Depredadores emocionales. Están en todos lados, pero ahora tú tienes anticuerpos suficientes para que no te infecten de nuevo. Has salido del infierno y te ves mejor que nunca (y si no estás en ese punto, llegarás). Más fuerte, mucho más sabia. Con niveles altos de resiliencia. Capaz de plantar cara al mínimo atisbo de abuso. Ya nadie volverá a engañarte de esa manera.

No le doy las gracias al narcisista de mi cambio. Me doy las gracias por permitirme caer y tener el coraje suficiente para levantarme.