Sucede en la física algo curioso, y es que cuando nos movemos en los parámetros cercanos a nuestra vida diaria nos es fácil entender nuestro entorno, plantear las preguntas y encontrar con cierta facilidad las palabras correctas para dar una respuesta y que nuestra mente, apoyada por nuestras experiencia diaria, comprenda esa respuesta.
Eso es así siempre que hablamos de sucesos que se mueven en los tamaños, velocidades, niveles de energía y periodos de tiempo en los que estamos acostumbrados a movernos. Pero cuando empezamos a estudiar parámetros como velocidades cercanas a la luz, tamaños tan pequeños o más que los átomos, o como es el caso de la pregunta de este tema, un suceso muy lejano a cualquiera de nuestras experiencias diarias, entonces sucede que incluso la pregunta en sí puede no ser correcta. Y eso sucede porque no estamos acostumbrados a imaginar nada que no se base en algo que conozcamos, nuestra habilidad estrella, la abstracción, falla en ese momento.
Cuando apareció el universo que conocemos, se creó también el espacio y el tiempo. Se expande de una manera parecida a un globo que se hincha, pero a diferencia de este, no podemos encontrar nada fuera de todo el contenido del globo, y cuando decimos nada, no decimos vacío, pues este es parte del contenido, no algo exterior a él. Es difícil de entender, y yo diría que casi imposible de imaginar, pues queramos o no nuestra mente crea espacio vacío ahí donde no debería imaginar nada. Seguramente porque nuestro idioma no tiene palabras para definir algo sobre lo que no tenemos experiencias propias.
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Fisica - Optica e Principios de Fisica Moderna
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