No, no lo es.
Hace unas tres décadas, cuando yo aún no había comenzado la carrera, se puso de moda la vitamina C a dosis altísimas. Esta estraña tendencia se debió a que determinado científico muy premiado tuvo la peregrina idea de asegurar que una ingesta elevada de vitamina C y otras vitaminas, así como antioxidantes naturales podrían prevenir la aparición del cáncer de forma notoria. Proponía altas dosis de vitamina C en los pacientes en riesgo; e incluso él y otros llegaron a asegurar que en pacientes con diagnóstico de enfermedad tumoral establecida contribuiría a la remisión de la enfermedad. También se venía diciendo desde hacía tiempo que la vitamina C prevenía los cuadros catarrales y más tarde incluso que ayudaba a curarlos. Todo esto se difundió y caló en la sociedad aún sin ningún estudio que lo respaldara.
Debido a que la vitaina C tiene muy poco efecto tóxico directo inmediato, incluso a dosis altas, al principio no aparecieron problemas. No obstante, algunos bioquímicos comenzaron tímidamente a protestar, explicando que la vitamina C, a altas dosis, no sólo no es antioxidante, sino que incrementa la oxidación y aparición de radicales libres. Más tarde, estudios de casos y controles a los que se siguieron otros de cohortes apuntaron a que no sólo no producían beneficio en la prevención del cáncer sino que incrementaban su riesgo y empeoraban su pronóstico.
Respecto a los cuadros catarrales ser comprobó que sólo beneficiaba a los que sufrían hipovitaminosis C que hoy día son una infima proporción, casi anecdótica de los que sufren resfriados. Incluso parece que el beneficio sería el mismo que añadir una pieza de cítricos a la dieta.
Aún así, la gente, incluidos muchos médicos no dieron marcha atrás. Hasta hace unos diez años más o menos. Una serie de estudios que buscaban demostrar que el aporte de antioxidantes a los deportistas podría mejorar su rendimiento e incrementar el beneficio para la salud de la actividad deportiva, descubrieron que ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario. Una dosis excesiva de antioxidantes hace desaparecer los beneficios para la salud cardiovascular del ejercicio físico sin producir ni un sólo incremento apreciable del rendimiento. El efecto negativo era tan llamativo que detuvieron el ensayo por cuestiones éticas (estaban dañando a los pacientes que recibían el tratamiento y no beneficiaban a los que recibían placebo)
En mi experiencia clínica he visto pacientes que han multiplicado por 10 la ingesta recomendada de vitamina C, como se propone en la pregunta, y nunca he visto que salga nada bueno de ello. Curiosamente algunos casos en los que los pacientes lo hicieron buscando mejorar la cicatrización quirúrgica, resultaron en cicatrices complicadas y retrasadas. Pero por supuesto se trata de observaciones puntuales que no se pueden interpretar como expresión de asociación estadística ni mucho menos causal.
Como parece que algún iluminado cree que me invento las cosas, aquí dejo la siguientes referencias.
1ªLa Cochran analiza el efecto de la vitamina C y otros antioxidantes en el riesgo de distintos cáncer y no encuentra beneficio claro en ningún tipo ni asociación, pero si incremento y peor pronóstico en diferentes cánceres y asociaciones con diversos antioxidantes, entre ellos la vitamina C.
2º De nuevo la Cochrane que dice que no se ha encontrado claro beneficio de la vitamina C en la prevención del resfriado
3º Un resumen sobre los posibles usos de la vitamina C en el cáncer, principalmente disminuir efectos adversos de quimioterapia y mejorar la calidad de vida, pero tampoco está claro que ayude mucho. En este caso es en el único en el que hoy por hoy se usarían megadosis y siempre bajo control médico
Por último un resumen interesante en el que podreis leer que la vitamina C es prooxidante a dosis altas.
https://revistasocolderma.org/sites/default/files/oxidacion_y_antioxidantes_hechos_y_controversias.pdfBueno parece que la Cochrane no le gusta al ilumado éste. Pues algo más de muestra. De la US National Library of Medicine (National Institutes of Health)
aquí se explica claramente que el efecto de la suplementación de vitamninas E y C parece ser negativo en deportistas.
El efecto prooxidante de los antioxidantes.
Y nuevamente insistiendo en que los beneficios parecen ser como mucho aparentes.
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