¿Duele mucho ser apuñalado? ¿Cómo se siente ser apuñalado?

Se siente horrible, según leí y también escuché una vez de un vecino que lo fue en una riña callejera, cuando era poco más que un adolescente, aunque éste último no me dió detalles, solo me habló del dolor y la pérdida instantánea del conocimiento.

Para comenzar nunca fui apuñalada, pero sí cesárea con epidural, muy ligera para la envergadura de la operación a realizar. El motivo fue la necesidad, causada por complicaciones propias de un embarazo gemelar y peligro de sufrir una eclampsia debido a la presión arterial que me debutó en el transcurso del embarazo. Lo cierto es que cuando me la realizaron, experimenté el dolor punzante por la cortadura horizontal en el bajo vientre de la piel con el bisturí, cuando aún no sentía ni el menor vestigio anestésico, que por cierto no me hizo efecto hasta el final y luego de doler un montón, y aguanté y más tarde logré conciliar el sueño. ¡Y todo eso fue sin penetrar el metal, así que diga Ud. a quien le haya sucedido! ¡Pobres!, junto al pánico de un momento terrible como es lógico, cuando se siente que en pocos minutos o segundos se nos va la vida, mínimo si se salvara nomás sería mero milagro o casualidad.

Luego está la experiencia gráfica como puede darla un libro, éste de un gran escritor que leí tiempo ha, Daniel Chavarría, uruguayo-cubano del que tengo todos sus libros, es uno de mis preferidos y suele escribir género detectivesco, y además, fue profesor de latín de mi tía (hermana de mi madre) en la universidad cuando estudió periodismo.

El nombre del libro es Allá ellos, del que no olvidé un capítulo que le llamó Las ovejas de Teruel, y narra un apuñalamiento a lujo de detalle, y según lo escrito se aprecia que el autor investigó a rigor, con buenos premios literarios como el Premio Planeta.

Esta descripción fue tan bien hecha, magistral, que imaginé el frío del metal penetrando y el ardor insoportable, tal y como describió a su manera única, añadiendo la maldad del psicópata que mantenía a su víctimas sentados y amarrados en la bodega junto a su hermano, que también pagó por encontrarse allí, y sabía era el próximo, mientras, sentía el olor férreo de la sangre. El resto de la trama alucinante como pocas, uso de la técnica, emociones y lo singular de éste tipo de narrativa creada por él entre detectivesca y costumbrista, según fuera el personaje, y no deja levantar el ojo del libro al lector.

Poseo toda la colección de sus escritos, desde El ojo dyndymenio, El rojo en la punta del loro, Príapos, Una pica en Flandes, Aquel año en Madrid, Adiós muchachos, etc..pero sobre todo el último de éste autor, una novela gruesa que volé en menos de una semana, Viudas de sangre, una peculiar novela psicológica. Lo recomiendo mucho muchísimo a quienes incluyan en su repertorio éste tipo de literatura y manera de escritura, y también a quienes no la conocen aún..