El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que era el “objetivo número 1” de las fuerzas rusas, pero que permanecería en la capital “con mi...

Por supuesto.

Hay un libro de jugadas bien establecido sobre cómo reacciona el líder de un país moderno cuando su país es invadido por un país mucho más poderoso que está empeñado en destruirlo y pelear una guerra que seguramente perderá. La mayoría de los líderes tienden a obtener tantos fondos estatales como pueden y toman el primer avión privado que sale del país, luego hacen algunas vagas declaraciones de prensa sobre la "solidaridad" desde una playa a miles de kilómetros de distancia. Algunos líderes menos corruptos pueden permanecer en el país pero instalados en un búnker lejano, a salvo del peligro real.

Zelensky pudo haber hecho eso, los rusos esperaban que hiciera eso, lo pintaron como un criminal, un traficante de drogas, un nazi, un títere y un cobarde que correría a la primera oportunidad.

En cambio, Zelensky se ha negado a abandonar Kiev incluso mientras los tanques rusos recorren sus calles. Está coordinando activamente el esfuerzo de guerra y haciendo frecuentes mensajes de video desde las calles para mostrarles a los ucranianos que todavía está aquí, luchando con ellos.

Pregúntese, ¿cuántos de sus propios políticos cree que realmente harían esto? ¿El presidente o el primer ministro de su país se pondrían voluntariamente en la línea de fuego porque saben que le dará esperanza a su gente? ¿Inspirarían a sus gabinetes a hacer lo mismo? Cuando los estadounidenses le ofrecieron un boleto para salir de Ucrania hace dos días, Zelensky supuestamente replicó: “¡Necesito municiones, no un aventón!”.

Zelensky se ha comportado exactamente como debe hacerlo un líder: hizo todo lo posible para evitar la guerra, llegando incluso a rogar directamente al pueblo ruso por la paz cuando el Kremlin dejó de atender su llamadas, pero cuando finalmente llegó la guerra, encontró él listo, decidido y dispuesto a luchar y morir como uno de su pueblo.

Recuerde, hasta hace tres años, Zelensky ni siquiera era un político, era un maldito comediante por el amor de Dios y, sin embargo, ha demostrado ser la verdadera definición de la palabra "servidor público".

Zelensky ha predicho su propia muerte en este conflicto, lamentablemente creo que se puede demostrar que tiene razón, pero si muere, su nombre debería ser recordado en las aulas y en las lecciones de historia mucho después de que todos los trabajos de Putin se hayan convertido en polvo.