Un día encontré a este pequeño en mi patio a punto de invitarse a mi casa
Mi primera reacción fue: "¡Vaya, eso es una rata!" Y cerrar la puerta. Lo vi un par de veces más en los siguientes días. No tenía miedo de mí y corría hacia mí en lugar de irse cuando lo veía. Investigué un poco sobre las ratas y me di cuenta de que aparentemente era una mascota que alguien había abandonado. Así que decidí dejar que se acercara a mí y ver qué pasaba. Me senté en la terraza, y él inmediatamente se subió a mi pierna y comenzó a lamer mi mano. Aparentemente ahora tenía una rata mascota. Le dejé un poco de comida y agua y salí a buscar una jaula. Puse todo junto, él entró y se llenó la boca con material de cama, y lo trajo debajo del porche. Él lo vio como su hogar, y agradeció que le diera cosas para que fuera más cómodo. Le tomó alrededor de una semana comenzar a ver la jaula y el interior de la casa como su nuevo hogar, pero finalmente lo hizo.
Aproximadamente 4 meses después, noté que estaba teniendo problemas con las habilidades motoras básicas, como ser capaz de aferrarse y comer sus comidas favoritas. Un par de días después, estaba encogido en la esquina de su jaula y se sorprendió cuando fui a acariciarlo. Estaba claramente ciego, posiblemente sordo y apenas podía moverse. Lo llevé a un veterinario, quien dijo que probablemente era un tumor cerebral. No tenía sentido que sufriera más de lo necesario, así que tomé la decisión de sacrificarlo.
Sim, uma gata arisca
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Clínica de Pequenos Animais
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