¿Por qué el ser humano no puede atravesar paredes?

A2A*. Es sencillo de responder, si bien la materia parece algo sólido que llena uniformemente el espacio, en realidad, no es así. Los átomos están en 99,99% vacíos, prácticamente toda la masa está concentrada en una minúscula región llamada núcleo atómico, que es 100 mil veces más pequeña que el átomo en sí. Y ¿Qué hay entonces en el resto? Pues una especie de “nube” muy tenue de electrones que ocupan dicho espacio con una densidad másica muy muy baja. Dada esta situación uno podría preguntarse por qué no es fácil atravesar paredes sin romperlas ya que en apariencia debería ser fácil hacer pasar unos átomos a través de otros sólo evitando que los núcleos se toquen.

El caso es que esos electrones por tenues que sean, desde el punto de vista cuántico tienen una distribución en el espacio dictada por las leyes de la mecánica cuántica. Además esas leyes impiden que dos electrones con las mismas características ocupen la misma región del espacio (esto se conoce como Principio de exclusión de Pauli). Así cuando nos acercamos a una pared y presionamos sobre ella, los electrones de los átomos de nuestro cuerpo y de los átomos de la pared, se niegan a cederse el espacio y de hecho se oponen produciendo una fuerza de repulsión efectiva enorme. Esa es la razón por la que no podemos atravesar las paredes porque en cada punto de contacto entre nosotros y la pared aparecen fuerzas repulsivas entre los electrones de nuestros átomos y los de la pared.

¿Y si aumentamos más y más la fuerza? Bueno entonces la pared puede ser derribada, es decir los diferentes átomos perder conexión entre sí, pero aún así cada átomo se opondrá tenazmente a ser atravesado por otros átomos. La pared se puede desmoronar en pedazos pero cada uno de sus átomos habrá tenido en éxito en no ser penetrado por otros átomos.