Esta es Ashley. Yo estaba arruinado y le compré comida de gato con mis últimas monedas. Quedaban dos días más hasta que cobrara. No había comida en la casa y me fui a dormir con hambre. Al día siguiente le di el desayuno, y esta preciosa criatura me miró, se dio la vuelta y se fue por la ventana. Yo pensé que hasta la gata me había abandonado. Entonces escuché un ruido. De repente, la gata entró de nuevo por la ventana y llevaba una paloma que acababa de cazar. Me la tiró a los pies. Me miró, parpadeó y empezó a acicalarse. Era como si supiera que estaba pasando hambre, así que se fue a cazar algo para que me lo pudiera comer.
Que alma tan bella…
Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta
Compartir