¿Cómo veía la comunidad científica a Einstein cuando empezó a hablar de una nueva teoría que cuestionaba los fundamentos hasta entonces aceptados...

La relatividad especial tenía que caer como fruta madura, y si no hubiera sido Einstein habría sido otro. La relatividad estaba implícita en las ecuaciones de Maxwell, y fue en algún modo vislumbrada por científicos de la talla de Poincaré, si bien hizo falta alguien de la talla de Einstein para plantearla en su totalidad. Así pues, fue asumida con naturalidad por sus iguales, y con el tiempo, por el público.

La Relatividad General fue distinto. Es algo tan radical, tan diferente a todo lo anterior que necesitó un apoyo empírico monumental, como fue el eclipse del 29 de mayo de 1919, cuando sir Arthur Eddington comprobó que la luz de una estrella se desviaba al rozar el sol en la cantidad exacta predicha por Einstein. A partir de ahí los éxitos de la teoría han sido de tal calibre y continuidad que nadie en su sano juicio duda de la bondad de la Relatividad General.

No obstante, en una fecha tan tardía como 1931 un nutrido grupo de científicos fascistas y nacionalsocialistas publicaban el ridículo panfleto Cien autores en contra de Einstein (Hundert Autoren Gegen Einstein). Se trata de un libro en el que se compilaron las opiniones de cien científicos que contradecían las de Einstein con el fin de desprestigiar sus investigaciones.

El motivo de fondo era que Einstein era judío y el antisemitismo nazi no podía soportar que los laureles del mejor investigacion del siglo fueran a manos de un judío. Todavía hoy una web filonazi con falsa apariencia y estética de la Wikipedia publica como cierto que las teorías de Einstein son o bien falsas o bien plagiadas. Daría el enlace, pero yo no enlazo mierdas.

Por cierto, le consultaron a Einstein su opinión sobre la publicación de los cien científicos alemanes, respondió: «¡Si yo estuviese equivocado, con uno solo habría sido suficiente!».​