3 MANERAS PARA ROMPER TUS LÍMITES MENTALES
Soy un gran fanático del crecimiento personal. Todo lo que tenga que ver con liderazgo, productividad y habilidades blandas lo consumo como agua en medio de un desierto.
Solía ser reacio a este tema.
Me parecía cursi, sin propósito y fantasioso. Pero ese era el viejo yo, el que no estaba acostumbrado a usar su cerebro para algo mas que no fuera escuchar canciones de rock.
Por otro lado, nadie en mi circulo cercano me mostro algo diferente. Íbamos todos al mismo lugar llamado "a ningún lado".
Transformar mi manera de pensar al punto en que pueda trabajar como asesor en crecimiento personal y profesional no ocurrió de un día para otro, de hecho, nunca fue parte mi plan.
En mi proyecto de vida siempre estuvo como norte el graduarme de música, iniciar una banda y hacer giras. Esa era la dirección que le había dado a mi cerebro y que religiosamente seguía.
Practicaba 8 horas al día, estudiaba teoría musical, y tenia clases con profesores particulares hasta que me titulé.
Pero por alguna razón, una vez alcanzada parte de mi meta, ese fuego interno se fue desvaneciendo al punto en que no he vuelto a tocar una guitarra en los últimos 10 años.
La razón fue simple. Fue mi círculo cercano, quienes la mayoría eran músicos, quien me impulsaron inconscientemente a esto. Cuando no seguí pasando tiempo con estas personas, ese interés por el instrumento desvaneció.
Ya no tenia nada que demostrarle a nadie.
Ese fue mi primer encontronazo con el desarrollo personal, entender que todo lo que hagamos en la vida, debe tener una motivación profunda que provenga de nosotros, no superficial para que alguien mas diga "¡Wow!"
Al aprender más sobre mi mismo, descubrí que todas esas cualidades que me llevaron a graduarme como músico las podía aplicar en lo que quisiera.
Determinación, consistencia, disciplina, objetivos claros, etc. Estos son los atributos no negociables para alcanzar el éxito en cualquier meta que nos propongamos.
Estas fueron 3 maneras en que reté a mi mente a superarse, expandirse y ver el mundo con ojos frescos al punto en que dejé de ser quien pensaba debía ser, para convertirme en quien necesitaba ser.
Somos más de lo que pensamos, somos mas de lo que otros pueden ver.
Sin embargo, no es trabajo de nadie el descubrir nuestro potencial y explotarlo. Muchas veces caemos en esta mentalidad de victima donde culpamos a nuestros padres por no haber hecho esto y ahora lo utilizamos como excusa para tampoco hacerlo nosotros.
Hay quienes su trabajo a tiempo completo es llorar por lo que pudo haber sido si alguien más los hubiera salvado. Esta es señal de una mentalidad estancada, de alguien que renuncio a crecer.
Debemos expandir nuestros horizontes mentales, confrontarnos con nuestra realidad para crear un mejor futuro. Esto solo sucede cuando me enfoco en las cualidades necesarias para alcanzar un objetivo, más que en el objetivo.
El crecimiento personal no es cursi ni una moda, es un recordatorio de que no hay cosecha sin siembra.
Juan "Memo" Churión
Gracias por leer.
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