¿Son los Estados Unidos el país más exitoso del mundo (por favor no hablen del sistema de salud, eso no es algo que defina la grandeza de un país)?

Te voy a contar una historia.

Tiempo antes que la Unión Soviética colapsara apareció un dato, un dato oficial producido por la propia Unión Soviética. Sucedió que la tasa de mortandad infantil había aumentado. Ése es un dato clave del funcionamiento de un estado. La Unión Soviética se llevaba las medallas de oro en los juegos olímpicos, iba viento en popa con la carrera espacial, producía avances científicos mayores, competía con Estados Unidos en la carrera armamentista, pero no podía con la mortalidad infantil.

Las modestas economías latinoamericanas hacían avances en disminuir la mortandad infantil y maternal. Pero no la poderosa Unión Soviética. Cualquier historiador de medio pelo habría saltado de la silla al ver ese dato. Algo muy grave estaba pasando ahí.

¿Sabes cuántos hicieron caso de este dato?¡Ninguno!

Y tampoco ningún político soviético. De haber querido poner atención a ese dato, habrían entendido que el comunismo soviético no era sostenible diez años antes.

Pero eso no ocurrió. Se dieron cuenta cuando les reventó el problema entre las manos. Y de un día para otro la Unión Soviética se fue al carajo.

Cuando quieres entender el funcionamiento de una sociedad tienes que aprender a leer los indicadores. Entonces, cuando dices en tu pregunta que por favor no hablemos del sistema de salud, estás cayendo en el error que les impidió a los soviéticos entender en dónde estaban parados más allá de las medallas olímpicas y la carrera espacial.

Ahora te voy a dar un dato. Hay un solo país desarrollado en el que la mortandad infantil ha tenido algunos aumentos en los últimos veinte años. Han sido pequeños retrocesos que han vuelto a descender, pero en esos veinte años, este país no ha podido disminuir en nada su mortandad infantil. ¿Sabes a qué país me refiero? Sí, adivinaste. Estados Unidos.

Todos los países de Latinoamérica han hecho avances importantes en mortalidad infantil en los últimos 20 años. Quizás la excepción sea Venezuela y Haití.

Además Estados Unidos tiene la tasa más alta entre los países desarrollados.

Los estadounidenses gastan muchísimo en salud. Y además invierten mucho en investigación médica. Pero su sociedad nunca ve el beneficio de ese esfuerzo. Naciones con economías pequeñas, como Costa Rica, se llevan de calle a los gringos.

No necesitas tener un imperio para que tu población viva en condiciones aceptables. Otra vez, Costa Rica es un ejemplo, Portugal es un ejemplo.

Hay muchos indicadores de que en Estados Unidos las cosas no van nada bien. Este despelote del coronavirus es también un ejemplo muy claro. Las vulnerabilidades de Estados Unidos se dejan ver por muchos lados, hay datos para ver.

¿Significa esto que Estados Unidos va a colapsar? Quién sabe. Poder hacer un pronóstico de esa envergadura me sobrepasa. Tienen mucho de dónde echar mano, pero el país hace agua por todas partes, no sólo en salud. También en educación, también en restricción de las libertades. California es hoy por hoy el lugar más sobrerregulado del mundo.

Cuando un estudiante se logra graduar en Estados Unidos, muy comúnmente comienza su vida profesional con una deuda superior a los 30 mil dólares. Nadie puede con eso, ningún profesionista en el mundo puede despegar en esas condiciones. Sin embargo ellos lo hacen, así viven. ¿Cómo lo logran? Bueno, problemente lo hagan a partir de algunos espejismos de la economía. La pregunta es si eso es sostenible en el mediano plazo.

El mundo ha estado cambiando día a día desde hace 20 años. Rusia se tuvo que reinventar y ahora ya no es el país en bancarrota de los años 90.

La pandemia predibuja un escenario global que puede sorprendernos. Estados Unidos ha teniendo las alacenas llenas por décadas y suponemos que aún las tiene. Pero hay veces que pasa que piensas que tienes la alacena llena y cuando te pones a ver lo que realmente tienes, te das cuenta que alguien dejó unos cartones de huevo vacíos y unas latas caducas.

Este año será decisivo para Estados Unidos. Si logra sobreponerse o si no lo logra, el resultado no pasará desapercibido. No quiero decir con esto que será el colapso o el triunfo definitivo, pero lo que ocurra en los meses por venir estará en los libros de historia.