Sí, las hay.
Son las llamadas luces de pantano o falsas, en latín se llaman "Ignis fatuus".
Se crean en entornos donde los materiales orgánicos se descomponen.
Así que en pantanos o en bosques particularmente densos y oscuros y (raramente) también en cementerios.
Son llamas más bien "volátiles" causadas por gases liberados por materiales orgánicos cuando se descomponen.
Consisten en hidrógeno y fósforo, que se encienden espontáneamente tan pronto como entran en contacto con el oxígeno del aire.
En el pasado, los cadáveres no eran generalmente sellados en ataúdes de zinc, por lo que este fenómeno se podía observar más a menudo en los cementerios.
Por lo tanto, eran consideradas como las almas de los difuntos.
Y eso realmente no se les puede negar.
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