¿Por qué Esparta pasó de ser una gran ciudad-estado a una pequeña aldea?

Bueno, empecemos con que Esparta nunca fue una "gran" ciudad-estado. Aunque numéricamente era de las grandes (se le estiman unos 40.000–50.000 habitantes en su momento de mayor población), en realidad estaba muy lejos de por ejemplo Atenas (que tuvo entre 360.000 y 610.000 habs.) Ni siquiera era una verdadera "ciudad", sino una polis compuesta por cinco aldeas unificadas políticamente.

Pero el problema no era sólo numérico o geográfico: Esparta no tenía nada de interesante salvo su poderío y tradición militares y su durísimo sistema legal. Podría decirse que era una "superpotencia militar tercermundista en todo lo demás" (y además por elección propia.) Fue una especie de "estado militar-policial" que desconfiaba de la cultura, las ciencias, las artes y las letras. Eran además muy paranoicos y no permitían que se registrara por escrito nada sobre ellos.

Como consecuencia de lo uno y lo otro (desprecio por la cultura + paranoia), sólo han sobrevivido un puñado de inscripciones espartanas. Todo lo que sabemos sobre ellos es gracias a la arqueología y a lo que escribieron "extranjeros" como Jenofonte de Atenas, Tucídides de Atenas, Heródoto de Halicarnaso y Plutarco de Queronea. En Esparta "no había gran cosa que ver" y menos aún gusto por pensar, investigar o escribir. Lo suyo era la guerra.

Así pues, mientras fueron invencibles en el campo de batalla les fue bien pero cuando comenzaron las derrotas entraron en declive muy deprisa. Simplemente, no tenían nada más que su fuerza militar para ser importantes. A partir de la derrota de Leuctra en 371 aEC, la llamada hegemonía espartana se disolvió como un azucarillo. Las revueltas de los maltratadísimos helotas le dieron la puntilla. Aunque la ciudad-estado sobrevivió algunos siglos más, ya nunca volvió a ser lo mismo.

Factores internos también contribuyeron: aunque se suponía que todos los ciudadanos de pleno derecho eran iguales, la verdad era que la inmensa mayoría de las tierras y bienes estaban en manos de una diminuta élite. El hecho de que la ciudadanía sólo pudiera heredarse "por la sangre", o sea por descendencia, y no hubiera ninguna manera de incorporar a "inmigrantes" o al menos periecos libres locales, hizo que el número de ciudadanos cayera rápidamente con las derrotas militares; según Aristóteles, en sus tiempos (384 - 322 aEC) el número de ciudadanos de pleno derecho había descendido de 9.000 a apenas 1.000, y sabemos que tan solo eran 700 en el 244 aEC.

Cuando Roma se apoderó del mundo griego, Esparta ya apenas desempeñó más papel que… aliarse con los romanos. Gracias a eso les permitieron ser una ciudad libre… que en realidad no era mucho más que un "destino turístico" para que los romanos adinerados pudieran divertirse observando sus peculiares costumbres. Mientras tanto Atenas y otras ciudades griegas altísimamente civilizadas, aunque derrotadas, se convirtieron en el "corazón cultural" de lo que a partir de ahí se llama civilización grecorromana, el origen de la actual civilización occidental. Esparta, carente de nada más que aportar, ya no era más que una curiosidad irrelevante que fue quedando progresivamente despoblada hasta desaparecer.