¿A qué le temen las hienas?

Las hienas manchadas son uno de los principales depredadores de África, dotadas de una gran potencia, mandíbulas que trituran los huesos (las más poderosas del planeta después de las del cocodrilo de agua salada y el gran tiburón blanco), una increíble resistencia, inteligencia y una gran fuerza numérica; de hecho, las manadas de hienas son tan fuertes que a menudo desafían a los leones, desbancándolos a veces como depredadores principales del continente.

Sin embargo, todos estos hechos no impiden que las hienas sean vulnerables a los ataques de los animales salvajes vecinos.

Como he dicho antes, cuando están en manada, las hienas pueden acosar a los leones, imponerse a ellos y ahuyentarlos de sus matanzas, e incluso matarlos en algunas ocasiones. Pero hay veces en que las hienas, a pesar de su número, se retiran rápidamente cuando son atacadas por leones machos, que pueden intimidar con su formidable melena y su agresividad. Aunque el resultado depende en gran medida del valor de los contendientes.

Por lo general, los guepardos carecen de fuerza bruta y son incapaces de defenderse de las hienas, mucho más fuertes, lo que obliga a los felinos manchados a renunciar a la caza. Pero hay ocasiones en las que se ha visto a guepardos individuales, en particular a madres protectoras, acosar a las hienas con un comportamiento defensivo extraordinario: dicho comportamiento consiste en pisar el suelo, bajar la cabeza y acercarse a los agresores en modo de acecho, levantar los pelos del lomo del guepardo para parecer más grande y agresivo, gruñir y sisear a los agresores y mirarlos con ojos amarillos pálidos. Por ello, algunas hienas pueden asustarse y verse obligadas a retroceder.

Cuando se aventuran cerca de los ríos, las hienas deben tener cuidado con los cocodrilos del Nilo, los reptiles más grandes y peligrosos de África. Estos cocodrilos se alimentan de forma oportunista y comen cualquier cosa que se atreva a entrar en sus dominios acuáticos, incluidos otros depredadores como las hienas.

A las pitones de roca africanas, las serpientes más largas del continente, tampoco les importa cazar otros depredadores, incluidas las hienas, ya sean adultas o jóvenes.

Las manadas de perros salvajes africanos, gracias a su trabajo al unísono (algo de lo que carecen las hienas), suelen acosar y repeler fácilmente a las hienas cada vez que ambas especies interactúan.

Además de todos los animales mencionados anteriormente, no debemos olvidar que África es realmente una tierra de gigantes, y las hienas son siempre cautelosas cuando se encuentran con estos gigantes, especialmente:

- Los elefantes, que pueden y quieren cargar contra cualquier amenaza para sus crías.

- Las jirafas, cuyo tamaño es sin duda problemático, junto a una patada que puede matar de un solo golpe.

- Los búfalos del Cabo, bóvidos de mal genio capaces de cargar contra cualquier animal que se interponga en su camino.

- Los rinocerontes, dotados de su voluminoso y mortífero cuerno, y de un extremadamente mal temperamento.

- Los hipopótamos, probablemente las bestias más agresivas que existen.