¿Cómo funciona concretamente el "mecanismo" por el cual somos salvados por Cristo según el cristianismo?

Ni el mejor teólogo del mundo puede responder a esa pregunta. Ese mecanismo es una aberración, no solo moral, sino lógica. Veamos. Dios castiga a Adán y Eva por un supuesto pecado de desobediencia, por lo que no se le ocurre otra cosa que castigar a todas las generaciones posteriores de algo que no cometieron. Luego, se arrepiente y decide perdonarlos a través de una "brillante" idea que ni Houdini habría tenido. Se saca de la manga a un hijo, al que había tenido "escondido" durante todo el tiempo, al que envía a la Tierra a sufrir un terrible martirio con el que se supone que "salvaría" a la humanidad.

O sea, que Dios castiga a la primera pareja; luego, extiende el castigo a las siguientes generaciones. Se arrepiente. Decide perdonarlos enviando a su hijo a sufrir una muerte horrible. Hasta aquí, uno debe preguntarse: ¿Qué lógica hay en eso? Supongo que todos nosotros hemos perdonado a alguien, pero, ¿cómo lo hemos hecho? Supongo que nos ha bastado decírselo de palabra: "te perdono"; no obstante, Dios no se conformaba con decirle a la humanidad que la había perdonado, sino que, como es Dios, quiso hacerlo a "su manera" y se inventó un nuevo sistema: el sacrificio y la muerte. ¿Qué relación hay entre una muerte horrible y el perdón? Lógicamente, no la hay. Es como si alguien, para perdonar a otro, tuviera que ponerse un montón de cilicios, piedras en los zapatos y andar cuarenta kilómetros, después de los cuales, el otro quedaría perdonado. Y todo ese absurdo surrealista hay que añadirlo a la más que evidente injusticia de la extensión del pecado a las generaciones futuras. Pero no acaba ahí la historia. Los creyentes alaban a Jesús por "habernos salvado" pero resulta que todo ese follón sólo salvó a la humanidad de uno de tantos pecados, puesto que para salvarse, uno tiene que estar confesándose continuamente para no caer en pecado mortal que te podría condenar otra vez. ¿De qué sirvió ese absurdo sacrificio, si no estás cien por cien salvado, sino que estás constantemente en peligro de condenación por la cantidad de pecados mortales que la Iglesia definió?

Si, al menos, Jesúcristo, con su sacrificio, hubiera asegurado la salvación de todos los humanos de tal manera que ya no hubiera la más mínima posibilidad de condenarse por ningún otro pecado en la vida terrenal y supiéramos que, hiciéramos lo que hiciéramos, nos iríamos directamente al paraíso, todavía tendría un pase. Pero no. Según ese abominable sacrificio, nos salvó tan sólo de uno de tantos pecados y , encima, un pecado que no cometimos…Que me lo expliquen.