Si nunca se hubieran independizado no serían “países”, pues de hecho seguirían siendo España y Portugal.
Probablemente tendrían el estatus de regiones ultraperiféricas (en azul en el mapa) de dos países europeos, España y Portugal, como todas las que actualmente existen de España (Islas Canarias), Portugal (Azores y Madeira) y Francia (Guayana, Guadalupe, Martinica, Mayotte y Reunión), que a todos los efectos forman parte de la Unión Europea aunque algunas no estén en el continente europeo.
O tal vez serían territorios de ultramar (en verde en el mapa), que no pertenecen a la Unión Europea pero tienen un estatus especial con ella (cada uno el suyo según los acuerdos alcanzados con la UE), como Aruba, Groenlandia, Islas Caimán… Por ejemplo, sus ciudadanos podrían tener la nacionalidad del estado del que dependen, pero a diferencia de los países miembros de la UE no formarían parte de la unión aduanera o podrían tener exención de ciertas leyes.
Territorios especiales de la Unión Europea - Wikipedia, la enciclopedia libre
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