Eso de que Polonia está recibiendo a los ucranianos hasta con carriolas es lo que vende el gobierno y la prensa dominante. En primera instancia, la llegada de ucranianos ha sido recibida con entusiasmo, pero conforme pasan los meses muchos polacos están empezando a hartarse y se cuestionan, por ejemplo, por qué reciben ucranianos de zonas donde no hay conflicto y por qué Ucrania no aloja a sus propios refugiados en áreas seguras del Oeste del país. Los servicios sanitarios polacos están colapsados por los refugiados, al tiempo que una severa inflación castiga duramente la economía polaca. Eso es un polvorín.
Ucrania y Polonia no son "amigos del alma" y no lo han sido nunca. Conforme vaya pasando el tiempo las tensiones entre ucranianos y polacos se incrementarán.
En cuanto a por qué reciben bien a los ucranianos y a los africanos no, la respuesta es muy simple: es racismo.
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