Estas imágenes aún desencadenan muchas emociones, buenas y malas.
Hugh Hefner está muerto, pero la vida que vivió todavía se siente mítica.
Una vez dijo: "Toda la idea de la década de 1950 era encontrar a la chica adecuada, casarse, mudarse a los suburbios y luego salir con los chicos mientras ella se quedaba en casa con los niños. Pensé que era un poco triste".
Hefner quería más, fundó Playboy y su famosa Mansión.
Vivió hasta siete mujeres a la vez y se casó con su novia, 60 años más joven, cinco años antes de su muerte.
Hefner fue odiado y detestado por la imagen de mujer que propagaba.
La gente ha tratado de derribarlo de muchas maneras diferentes.
En mi opinión, muchos de estos intentos se debieron a la envidia que muchos sentían hacia él.
Porque Hefner simplemente hizo lo que quería.
Había creado una vida que muchos hombres deseaban en secreto.
Y sus conejitos ciertamente vivían con más libertad y autodeterminación que una secretaria en los años cincuenta, sesenta o setenta.
Las mujeres lo amaban y lo usaban para sus propios fines. Y él hizo lo mismo.
Una vez aprendí que la envidia nos muestra cuáles son nuestros sueños.
Tal vez no quiero una mansión de playboy, pero quiero hacer lo que quiera.
Y eso es lo que hizo este tipo y no le importaba un carajo lo que los demás pensaran de él.
Y tengo mucho respeto por eso.
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