¿Por qué muchos argentinos de clase alta se van a vivir a Uruguay?

Nací en Argentina. Viví en Argentina. Sufrí Argentina. Emigré de Argentina.

En Argentina viví el peronismo, Martínez de Hoz, la dictadura, la guerra de las Malvinas, la hiperinflación. Harto de eso me fui. Luego vino el caso Cabezas, la pizza con champagne, la paridad con el dólar, el Chupete, varios presidentes en una semana, los Patacones, Lecops y los billetes de Monopoly, la era K, la muerte del Pingüino, más K, la resurrección del campo gracias al "yuyito ese" (la soja), las retenciones, la manipulación de la economía, las repetidas crisis, varios años en los que la exportación de carne argentina fue inferior a la de Uruguay, la banalización de la cultura, los cartoneros, los piqueteros, los sindicalistas corruptos y los políticos vendidos.

Me pregunto cómo es que tuve la claridad para ver todo esto y la entereza para emigrar joven. Me alegro de haberme ido, aunque sigo sufriendo la constante degradación de la Argentina que alguna vez amé.

De esa locomotora que solía ser ya no queda nada, y quien no quiera ver que Argentina sigue los pasos de Venezuela está enceguecido por su ideología política o por la propaganda del gobierno. Hace más de 10 años que los venezolanos que podían emigraban a Miami. Hoy los Arentinos que pueden emigran a Punta del Este. Venezuela se hunde en la pobreza a pesar de tener las reservas de petróleo más grandes del mundo después de Arabia Saudita. Argentina va por ese camino a pesar de tener el campo más productivo del mundo.

Vivir en Uruguay es más caro que vivir en Argentina. La comida es más cara, las viviendas son más caras, los automóviles son más caros, todos los bienes de consumo son más caros, la educación es más cara, el combustible es más caro, la salud es más cara y también los impuestos son más caros.

En Uruguay las reglas del juego son más claras, hay mayores posibilidades de vivir bien, la seguridad es mayor, los ingresos son mejores, las libertades se respetan, uno puede planificar mejor su vida y la de su familia.

En Uruguay las ciudades son más pequeñas, la escala es más agradable y la convivencia es más cercana. Se forman comunidades más sólidas y más abarcables. Se hacen amigos con más facilidad, y se vive mejor gracias a la sensación de cercanía.

Los gobiernos uruguayos desde el final de la dictadura hasta hoy han sido respetados y también han sido respetuosos de los derechos de los uruguayos. Todos los gobiernos completaron su ciclo constitucional y han demostrado tener bajos niveles de corrupción.

Muchos argentinas de alto poder adquisitivo tienen propiedades en Uruguay, pues se ha incentivado que las tengan y las disfruten. En Uruguay se recibe a los argentinos con los brazos abiertos y en Argentina pareciera que se hace todo lo posible para ayudarlos a emigrar.

A Uruguay llegan miles de argentinos, también llegan venezolanos y cubanos. Todos huimos del caos, la inseguridad, la corrupción y la prepotencia del gobierno. Todos encuentran aquí un país pacífico, ordenado, con un marco legal que facilita el desarrollo personal y la planificación de la vida a mediano plazo.

En suma, en Uruguay se puede vivir, en Argentina cada vez se hace más difícil.