¿Por qué empezó la guerra entre México y Estados Unidos?

En gran parte por la ideología del destino manifiesto. Esta doctrina causó que muchos ciudadanos Estadounidenses vieran a México (y al resto de Latinoamérica) como uno de aquellos que la “providencia” les había “permitido” subyugar.

Texas, colonia Mexicana poblada por Anglos bajo invitación a su fundador, Stephen Austin (de hecho el permiso de asentamiento de Austin originalmente fué dado por el virreinato Español a su padre, y el Gobierno Mexicano independiente eventualmente le permitió asentarse validando el permiso como una herencia), comenzó una guerra de independencia por varias razones, incluidas en estas la mano dura del gobierno Mexicano, la confusión gubernamental del periodo independentista y el hecho de que los Anglos sureños y terratenientes Tejanos tenían esclavos y México exigía su liberación.

México se negaba a reconocer la independencia de Texas, y Texas en respuesta se hizo un estado de los Estados Unidos.

Durante este periodo, James K. Polk, el presidente de los Estados Unidos, hizo una propuesta a México de comprar territorio entre el río nueces y el río Bravo. México, todavía no reconociendo a Texas como territorio Americano, le negó la compra, y los Estados Unidos enviaron tropas al área. Estas tropas fueron atacadas por tropas Mexicanas porque México consideraba que a lo mejor Texas ya estaba perdido, pero continuar hasta Coahuila era un acto de guerra.

Como respuesta, Polk dió una oratoria donde dijo “México ha derramado sangre Estadounidense en territorio Estadounidense”, y declaró la guerra a México.

Contemporáneos tan populares como el aquel entonces Senador Abraham Lincoln y anti-esclavista Frederick Douglass enfurecieron, llamando la guerra injusta y un intento de Polk (que fue Gobernador y representante de Tennessee, un estado sureño) de fortalecer al sur añadiendo más esclavos (hecho que después causó la guerra Civil).

Pero mientras, ahí te venían las tropas a México.

El haber enviado las tropas Estadounidenses a territorio Mexicano que habían ofrecido “comprar” era claramente una provocación para justificar la guerra. Eso fué discutido en el Senado, donde Abraham Lincoln sacó un mapa e insistió que le explicaran exáctamente el punto (spot) donde era la supuesta derramación de sangre Americana. Lo hizo tantas veces e insistió tanto (claro, sin respuesta satisfactoria, ya que la facción pro-guerra tenía mucho que ocultar) que por un tiempo le apodaron “Spotty Lincoln” en la legislatura.

El después presidente Ulysses Grant, en sus memorias (el participó como teniente en la guerra contra México), explica:

“.. Yo mismo estaba amargamente opuesto a la medida (de anexar todo el territorio Mexicano), y hasta hoy día me refiero a la guerra (con México), como una de las más injustas jamás hechas por una nación fuerte contra una nación débil. Fué un ejemplo de una república siguiendo el mal ejemplo de las monarquías Europeas, en el no considerar la justicia en su deseo de adquirir territorio adicional”

Ulysses S. Grant

Su victoria sobre México sólo los hizo más ambiciosos. Incluso después de la guerra, los Filibusteros militares (soldados sin autoridad oficial, en un uso similar a la piratería Británica) intentaron infiltrar y conquistar Sonora y Baja California, sin éxito.

El razonamiento de sus esfuerzos estaba relacionado a la supremacía blanca:

“Aquello que usted llama ignorantemente “filibusterismo” no nace de pasión o deseo no regulado; es el fruto de los seguros instintos sin error que actúan de acuerdo con las leyes de la creación. Son tontos aquellos que hablan de relaciones fijas entre la raza Americana púramente blanca, como existe en México y Centroamérica, sin el uso de la fuerza. La historia del mundo no presenta una visión tan utópica como aquella de una raza inferior permitiendo débil y pacíficamente la influencia controladora de un pueblo superior.”

- William Walker, filibustero y usurpador de Sonora (1854), Baja California (1854) y Nicaragua (1856–57). Ejecutado en Honduras en 1860.