Según Jovellanos, el hombre cuando nace es un ser débil e indefenso, que necesita de la ayuda de sus padres y de la sociedad para sobrevivir. Es un ser imperfecto, que está sujeto a los instintos y a las pasiones.
Sin embargo, el hombre también tiene una facultad de su espíritu que le permite sobreponerse a esta situación inicial. Esta facultad es la razón. La razón es la capacidad que tiene el hombre para pensar, para razonar y para tomar decisiones. Es la facultad que le permite al hombre aprender, comprender el mundo que le rodea y mejorar su propia condición.
La razón procede de Dios. Dios ha creado al hombre con la capacidad de razonar, para que pueda alcanzar su destino y cumplir su misión en el mundo.
En el Tratado teórico-práctico de enseñanza pública con aplicación a las escuelas y colegios de niños, Jovellanos afirma lo siguiente:
"El hombre, al nacer, es un ser débil e indefenso, que necesita de la ayuda de sus padres y de la sociedad para sobrevivir. Es un ser imperfecto, que está sujeto a los instintos y a las pasiones. Sin embargo, el hombre también tiene una facultad de su espíritu que le permite sobreponerse a esta situación inicial. Esta facultad es la razón, que es la capacidad que tiene el hombre para pensar, para razonar y para tomar decisiones. La razón procede de Dios, que ha creado al hombre con la capacidad de razonar, para que pueda alcanzar su destino y cumplir su misión en el mundo."
Jovellanos creía que la educación era fundamental para el desarrollo de la razón. La educación debe ayudar al hombre a aprender a usar su razón de forma adecuada, para que pueda tomar buenas decisiones y contribuir al progreso de la sociedad.
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