te, algunos versólogos españoles, como Pedro Henríquez Ureña, han defendido que “siempre ha habido verso libre en castellano” (La versificación irr...
te, algunos versólogos españoles, como Pedro Henríquez Ureña, han defendido que “siempre ha habido verso libre en castellano” (La versificación irregular, 1933, pp. 1-6). La irregularidad métrica versolibrista tendría raíces, según Isabel Paraíso, en la poesía popular de los siglos XIV y XIX, y resurgiría con el romanticismo y, sobre todo, con el modernismo y las vanguardias del siglo XX, hablándose entonces de verso libre (La métrica española, pp. 39-40). Conviene puntualizar, sin embargo, que, aunque no cabe duda de la existencia de una poesía irregular previa al verso libre, por más que sea marginal en la mayor parte de la poesía culta española, el verso libre es exclusivamente moderno y no hubiera existido como tal sin la influencia de los movimientos poéticos de los siglos XIX y XX. En el ámbito hispánico, son los poetas hispanoamericanos los que realmente introducen el versolibrismo, tanto por la admiración a la literatura simbolista francesa como por un claro deseo de separarse de la tradición española. Sus versos irregulares pueden guardar algunas similitudes con los antiguos, pero el espíritu que los anima es radicalmente distinto. Más que entender el versolibrismo como el desarrollo y la continuación de formas anteriores, es necesario vincularlo a la ruptura con la norma isosilábica imperante a fines del siglo XIX y principios del XX, descartándose, por anacrónica, toda idea sobre un versolibrismo anterior. No deben tampoco considerarse actualmente como versolibristas aquellas formas que los tratadistas de los siglos XIX y otros anteriores llamaban libres simplemente por carecer de rima (verso blanco) o por quedar algún verso sin rima en una composición rimada (verso suelto). María Victoria Utrera Torremocha
Compartir