La automatización de la manufactura continúa siendo una fuerza impulsora en la ingeniería industrial. A medida que las tecnologías siguen evolucionando, se espera que la automatización sea aún más integral en la optimización de procesos y la mejora de la productividad. Sin embargo, es esencial abordar los desafíos éticos, sociales y económicos que acompañan a esta transformación.