Según la investigación de Blyth et al. (2015), la precisión estadística de esta prueba fue tan baja como el 58%, lo que significa que solo el 58% de los pacientes fueron diagnosticados correctamente por los clínicos musculoesqueléticos. Posteriormente, Hegedus et al. (2007) realizaron una revisión sistemática con meta-análisis y encontraron una sensibilidad del 61% y una especificidad del 70%. Esto significa que la precisión de esta prueba para confirmar o descartar roturas de menisco es escasa. Para realizar esta prueba, tenga a su paciente en posición prona. A continuación, f ije la pierna sometida a la prueba con su propia pierna y lleve la rodilla a 90° de flexión. Mientras da la distracción, realice la rotación lateral de la tibia y la rotación medial. Se busca una rotación excesiva en comparación con el otro lado o una molestia. A continuación, repita el mismo procedimiento, mientras que usted está dando la compresión. En este caso, se busca la disminución de la rotación o de las molestias. Si la rotación más la distracción es más dolorosa o muestra un aumento de la rotación en relación con el lado normal, lo más probable es que la lesión sea ligamentosa. Si la rotación más la compresión es más dolorosa o muestra una disminución de la rotación en relación con el lado normal, lo más probable es que la lesión sea de menisco.