De acuerdo con estos presupuestos, el emergente movimiento obrero no concedía ningún valor a las posibilidades que ofrecía el viejo marco instituid...
De acuerdo con estos presupuestos, el emergente movimiento obrero no concedía ningún valor a las posibilidades que ofrecía el viejo marco instituido: gradualismo, parlamentarismo, no formaban parte de su vocabulario. Antes bien, su determinación estaba echada en la revolución y en la fundación de instituciones acordes con las nuevas ideas. Lo que diferenciaba al nuevo movimiento obrero del republicanismo federal, así como de los socialistas utópicos de las décadas previas, residía en que postulaba una revolución de y para las clases trabajadoras. Para ellos no había ninguna posibilidad de armonizar el mundo sin liquidar la sociedad de clases y abolir la propiedad privada. Jornaleros y trabajadores industriales debían construir el edificio institucional basado en una democracia radical, articulada a través de una gran alianza federal de asociaciones obreras y sindicatos, cooperativas y colectividades, comunas y municipios libres.
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