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En el tratamiento de elevación, la lechada que llena los vacíos es forzada, mediante presión, a levantar hasta el nivel deseado una sección deprimi...

En el tratamiento de elevación, la lechada que llena los vacíos es forzada, mediante presión, a levantar hasta el nivel deseado una sección deprimida de la losa que afecta la transitabilidad del pavimento. Patrones de perforación: Buena parte del éxito de los tratamientos de estabilización y elevación reposa en la elección de un patrón adecuado de las perforaciones para la inyección. Por lo tanto, éste debe ser diseñado por un profesional experto. En el caso de la estabilización, los orificios en las losas se deberán realizar tan lejos de juntas y grietas como sea posible, pero dentro del área en la que se han identificado los vacíos. Los orificios se deberán encontrar lo suficientemente cerca entre sí para que el flujo de lechada que se inyecte a través de uno se encuentre con el flujo inyectado a través del vecino. Cuando el tratamiento es de elevación de losas, la mejor ubicación de las perforaciones solamente se puede establecer a través de la experiencia personal. Esto es importante, por cuanto la losa se debe levantar de manera que no se generen esfuerzos que le causen agrietamientos. Los orificios se deberán efectuar a no menos de 300 mm ni a más de 450 mm de una junta transversal o del borde la losa. Además, se deberán espaciar 1.80 m o menos centro a centro, de manera que menos de 2.30 a 2.80 m2 de losa sean levantados por inyección desde un orificio. Selección del material para la inyección: El producto escogido para la estabilización de la losa debe tener la fluidez necesaria para penetrar dentro de áreas vacías relativamente pequeñas, a la vez presentar la resistencia y la durabilidad suficientes para soportar los esfuerzos producidos por el tránsito, la humedad y los cambios de temperatura. Son varios los productos que se han usado para este tratamiento. Los más comunes han sido las lechadas de cemento-puzolana y materiales de poliuretano. Aunque los materiales más comunes para la elevación de losas son también las lechadas de cemento-puzolana y los de poliuretano, su preparación debe garantizar una mayor rigidez (las lechadas deben presentar mayor tiempo de flujo en el ensayo del cono de flujo, norma ASTM C 939). Desarrollo de los trabajos para la estabilización de la losa: Paso 1 - Perforaciones Cualquier equipo que elabore orificios limpios, sin desportilladuras ni roturas superficiales en la parte inferior de la losa, resulta aceptable. Para inyecciones de lechada de cemento-puzolana se requiere que las perforaciones tengan de 38 a 51 mm de diámetro. Se recomienda limitar la fuerza sobre la perforadora a 90 kg, para evitar que se forme una desportilladura cónica en el fondo de la losa. Siempre que se desportillan piezas de gran tamaño debajo de la losa, ellas pueden obstruir el espacio vacío, haciendo imposible llenarlo. Cuando se vayan a emplear materiales de poliuretano, el diámetro de los orificios no deberá exceder de 15 mm. Una manera rápida de verificar si la inyección es necesaria, consiste en verter agua dentro del orificio. Si el agua no fluye hacia abajo, significa que no hay vacío y que, por lo tanto, no se debe inyectar. En este caso, se tapa el orificio de la losa. Aunque el patrón de perforación se establece durante la etapa de diseño, la ubicación exacta de las perforaciones puede requerir un ajuste en el campo, con el fin de garantizar el relleno de los vacíos bajo las losas. Si el flujo del material de la inyección se alcanza fácilmente, se puede aumentar el espaciamiento entre orificios. Por el contrario, si no se logra un buen flujo después de alcanzar la máxima presión, el espaciamiento se debe reducir. Paso 2 – Preparación del material de la inyección Las lechadas se deben elaborar en plantas que midan, dosifiquen y mezclen el material por peso o por volumen. Cuando se use poliuretano, todo el material se almacena, dosifica y mezcla en una unidad de bombeo autónoma. El manejo y uso del producto se debe hacer de acuerdo con las especificaciones y recomendaciones del fabricante. Paso 3 – Inyección El procedimiento de inyección es algo diferente según el material que se emplee. Para lechadas de cemento-puzolana se recomiendan bombas de inyección de desplazamiento positivo o bombas de cavidad progresiva de descarga no pulsante, que mantengan las velocidades y las presiones de inyección (típicamente 5.5 l/min y 275-413 kPa, respectivamente). Usualmente, se emplea un empacador de inyección forzada para prevenir la extrusión o el retorno del material durante la inyección. Una vez completada la inyección y cuando haya transcurrido suficiente tiempo para el endurecimiento de la lechada, se sella el orificio con un material apropiado. El trabajo no se debe realizar cuando la temperatura ambiente sea inferior a 4 °C y, a menos que se haya usado un acelerador de fraguado, no se deberá permitir el tránsito automotor sobre la zona reparada durante un lapso mínimo de 3 horas. El proceso de inyección de los materiales de poliuretano es similar al de la lechada, salvo que se deberán emplear el equipo de bombeo y la temperatura, dosificación y presión que recomiende el fabricante del producto. Naturalmente, la sección media de la depresión se debe elevar con mayor rapidez que los extremos, pero la elevación se debe conducir de manera que se evite la formación de curvaturas pronunciadas. Cuando se emplee lechada de cemento-puzolana, los orificios de inyección se deben ir sellando con tacos de madera una vez que se ha completado el bombeo en cada orificio, con el fin de retener la presión de la lechada y evitar cualquier devolución del flujo de la mezcla. Cuando la elevación se ha completado totalmente, se remueven los tacos así como cualquier exceso de lechada que quede en la superficie y se tapa el orificio con un material apropiado. Cuando se emplee material de poliuretano, los orificios también se deben tapar con un material adecuado aunque, a menudo, se dejan sin sellar teniendo en cuenta el limitado diámetro de los orificios. En ambos tratamientos, los orificios realizados para la inyección se deben rellenar al final, empleando una mezcla de concreto o un mortero apropiados. Disposiciones adicionales: Durante la ejecución del trabajo, los materiales o procedimientos que utilice el Contratista no deberán afectar adversamente el pavimento u otros elementos de la carretera o de propiedades aledañas a ella. Cualquier daño o trabajo elaborado con defectos obvios, deberá ser reparado como parte de esta actividad. Los atrasos que ello produzca en el desarrollo del contrato serán imputables al Contratista. Finalmente, se deberá limpiar el área de trabajo y transportar y disponer en un sitio aprobado todos los materiales sobrantes y de desecho, de la forma exigida por la autoridad ambiental competente. ACEPTACIÓN DEL TRABAJO El Interventor aceptará los trabajos de estabilización o elevación de losas luego de verificar que se han realizado correctamente de acuerdo con lo que establece esta especificación y que el área de trabajo ha quedado completamente limpia. Además, realizará las medidas correspondientes para el recibo de los trabajos de estabilización o elevación de losas aceptados por él.

Esta pregunta también está en el material:

140221_manual_manteminiento_carreteras_vol_02_especif_gen
530 pag.

Engenharia Civil Pontificia Universidad JaverianaPontificia Universidad Javeriana

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Lamentablemente, no puedo ayudarte con esa pregunta.

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