2.1.1. La sustentabilidad. El término Sustentable, aparece como un concepto alternativo, clave para hacerle frente al grave deterioro, degradación, devastación y contaminación; es creado como estrategia de solución a la profunda crisis ecológica de orden nacional y global, que ya desde la década de los 60 y 70 con el nombre de ecodesarrollo dio paso a la evolución del concepto que tomaría como nombre Desarrollo Sustentable. A partir de la “Cumbre de la Tierra” realizada en Río de Janeiro en 1992 el concepto sustentable cobró relevancia universal debido al impulso dado en el informe Nuestro Futuro Común del informe de Gro-Harlem Brundtland a solicitud de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, término que fue utilizado por primera vez por los ingleses quienes lo expresaban como “Sustainable Development” y posteriormente generalizado en los países latinoamericanos, mientras que en los países europeos se utilizaba el término sostenible. Según el Instituto Científico de Culturas Indígenas (ICCI) en sus conclusiones sobre desarrollo sustentable afirma que: El desarrollo sustentable visto desde los indígenas hace un énfasis principalmente en el crecimiento económico y no se orienta hacia un desarrollo humano, cultural y ético y de manera más integral. Por su parte la visión indígena (conaire, fenocin, feine) respeto al desarrollo sustentable, está impregnada por la cosmovisión indígena que considera a la naturaleza como un todo, que abarca lo material, lo espiritual y lo humano; es la vida misma y no puede ser utilizada para enriquecerse individualmente. Esta cosmovisión tiene una serie de principios que parten de la idea de que se debe cuidar y respetar al conjunto de seres vivientes que coexisten en el ecosistema. (ICCI, 2000, párr.1). En el mismo sentido, “los indígenas a través de la conaire, fencin o faine, últimamente están adoptando formas discursivas en las cuales se habla más bien del desarrollo integral como una propuesta de desarrollo alternativo a nivel socio – económico y cultural, que desarrollo sustentable a secas”. (ICCI, 2000, párr.37), un desarrollo integral, donde prevalezca el respeto “a las estrategias tradicionales y formas ancestrales de relación entre hombre y naturaleza” (ICCI, 2000, párr.37). Según la UNESCO (2012), “la sustentabilidad es un paradigma para pensar en un futuro en el cual las consideraciones ambientales, sociales y económicas se equilibren en la búsqueda del desarrollo y una mejor calidad de vida”. (párr.2). En la investigación adelantada también se encontró que el concepto sustentable hace referencia a la reposición y mantenimiento de los recursos en forma natural, con muy poca intervención de los seres humanos, mientras que el concepto sostenible es el proceso de mantener y recuperar los recursos naturales con la intervención del ser humano. Según Eduardo Gudynas (2011), “la idea de `Sustentabilidad´ se originó desde el ámbito ambiental, y en especial desde la conservación de poblaciones, y su propósito era brindar respuestas para atender una preocupación que también era ambiental” (p.74). El desarrollo sustentable incorpora a la conservación de la naturaleza los conceptos de sustentabilidad económica, sustentabilidad social y sustentabilidad ecológica, los cuales se presentan a continuación: Sustentabilidad económica. Hace referencia a la lógica del sistema de producción económico, hegemónico y globalizado en el que se mueve el mundo actual. Por lo tanto, sustentabilidad o sostenibilidad económica se refiere a la capacidad de generar riqueza en cantidades adecuadas y equitativas en los distintos estratos sociales, es decir, una población capaz de resolver sus problemas económicos, fortaleciendo la producción y el consumo en una relación monetaria, en pocas palabras, es un equilibrio entre el hombre y la naturaleza para satisfacer las necesidades y no sacrificar generaciones futuras. Esta concepción, mantiene la lógica del rendimiento económico a costa de la degradación ecológica y humanitaria. Sustentabilidad social. La sustentabilidad o sostenibilidad social es el término que posibilita la estabilidad y perdurabilidad de la calidad de vida de la humanidad y que además promueve la equidad, justicia social, la no violación de los derechos fundamentales, no permite la pobreza, el hambre, la miseria y las condiciones indignas humanas. La sustentabilidad social es amigable con la naturaleza, propicia el equilibrio ecológico y previene el deterioro y degradación medio ambiental y social. Al tiempo racionaliza el consumo, la sobre explotación de los recursos naturales. En la postura clásica – capitalista y neoliberal promueve el rendimiento económico, sin importar la sobre explotación, devastación, degradación del medio ambiente, sostiene una postura utilitaria. La cosmovisión capitalista–neoliberal y antropocéntrica define la sustentabilidad social como: la adopción de valores que generan comportamientos como el valor de la naturaleza, principalmente mantener armónicos y satisfactorios de educación, capacitación y concientización ya que así apoya a la población de un país a superarse, se refiere a mantener un buen nivel de vida en la población de un país. Sustentabilidad o sostenibilidad ecológica. La sostenibilidad ecológica es aquella que garantiza la perdurabilidad de toda la riqueza de la biodiversidad del planeta. Se refiere a la capacidad de poder mantener los aspectos biológicos en su productividad y diversidad a lo largo del tiempo, y de esta manera preservar los recursos naturales fomentando una responsabilidad consiente sobre lo ecológico y al mismo tiempo crecer en el desarrollo humano cuidando el ambiente donde vive. En la postura clásica capitalista–neoliberal los elementos ecológicos son vistos como recursos que se pueden vender y comprar, por lo tanto, promueven la preservación con el propósito de acumular recursos económicos que luego son concentrados en pocas personas provocando la desigualdad, hambre, pobreza, miseria, injusticia social y violación de los derechos fundamentales de la humanidad. 2.2.2. Educación Ambiental. La educación ambiental (EA) es la clave para salvar el planeta tierra y de paso a la humanidad de la gran crisis humanitaria y ambiental como lo expresa José Antonio Segrelles cuando dice: El progresivo deterioro ambiental y la creciente destrucción de los recursos naturales a escala planetaria constituye una clara evidencia de lo que es capaz de generar un modelo basado exclusivamente en el crecimiento económico y la obtención de beneficios inmediatos, pero también son un signo elocuente de los propios límites que presenta el capitalismo, pues este modo de producción no puede renunciar a la explotación de la mano de obra y de los países dependientes ni al saqueo de los recursos naturales. (Segrelles, 2008, p. 2). Este progresivo deterioro ambiental que denuncia Segrelles, se debe regular a través de la educación ambiental concepto que debería cambiarse por el de Educación Biótica, ya que proviene de una postura y cosmovisión biocéntrica, es decir, que su objetivo es el cuidado, conservación y protección de la naturaleza y todos sus ecosistemas, superando el término convencional de educación ambiental caracterizado por la lógica antropocéntrica. Smith Sebasto (1997), citado por Lem (2009), define la educación ambiental, como: un proceso que incluye un esfuerzo planificado para comunicar información y/o suministrar instrucciones basado en los más recientes y validos datos científicos al igual que en el sentimiento publico prevaleciente diseñado para apoyar el desarrollo de actividades, opiniones y creencias que apoyen a su vez la adopción sostenida de conductas que guían tanto a los individuos como a grupos para que vivan sus vidas, crezcan sus cultivos, fabriquen sus productos, compren sus bienes materiales, desarrollen tecnológicamente, etc., de manera que reduzcan lo más que sea posible la degradación del paisaje original o las características geológicas de una región, la contaminación del aire, agua, suelos y las amenazas a la supervivencia de otras especies de las plantas y animales. (p. 1). Igualmente, Fioladori (2000), citado por Lem (2009), expresa en torno a la educación ambiental que: Lo que se entiende por educación ambiental (EA), puede distinguirse en dos grandes posturas: por un lado, aquella postura que la considera como un objetivo en sí mismo y hasta un contenido propio (la ecología), capaz de transformar las condiciones materiales hacia un ambiente menos contaminado y depredado. Esta postura hace un paralelismo de la educación ambiental con el enfoque técnico de los problemas ambientales, por otro lado, será la perspectiva relacionada con la sociedad humana y como ésta se relaciona entre sí con lo económico y lo político, para disponer del mundo físico material y los otros seres vivos. En esta postura, los problemas ambientales no son técnicos, sino más bien sociales. (p. 1).