Los profesionales de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y el Oriente Amazónico (CDA), argumenta que los Proyectos de Escolares de Educación Ambiental (PRAE) y los Proyectos Ciudadanos de Educación Ambiental (PROCEDA) fueron creados con muy buenas intenciones para ayudar a la formación de toma de conciencia en los educandos, involucrando a los padres de familia y la comunidad en general para minimizar los impactos negativos medio ambientales del contexto donde se desarrolla la actividad y acto educativo, en especial para reducir los niveles de falta de conciencia y desconocimiento ecológico, pero no han tenido el impacto esperado, por cuanto se puede fácilmente identificar el poco interés por parte de la mayoría de los maestros, directivos y comunidad educativa en general. Lo expresado por la CDA, tiene fundamento en el bajo nivel de planeación, coordinación y ejecución, en torno a las actividades, objetivos, metas y propósitos medio ambientales, establecidos en los Proyectos Educativos Institucionales (PEI) y en especial en su referente curricular y su plan de estudio. Por otro lado, la actual Secretaría de Educación del departamento de Guaviare poco se ha comprometido con las directrices ministeriales en este tema, y una de sus manifestaciones se fleja en que no existe una dependencia en su estructura administrativa que se encargue especialmente de los asuntos medio ambientales; la encargada del tema es la misma área de calidad, pero sus funcionarios no contemplan un plan o proyecto por el poco interés y compromiso con la salud del planeta. Por estas razones las instituciones educativas del departamento en su mayoría, tampoco han elaborado un plan o proyecto curricular articulado a sus PEI. En el mismo sentido, el Ministerio de Educación Nacional ejerce poco control sobre las políticas, planes, programas y proyectos medio ambientales en las instituciones educativas del país, por lo cual, se puede determinar la pobre gestión y compromiso por parte de las autoridades del estado. Para el SENA, la educación ambiental es la clave para formar en los niños, niñas, jóvenes y adolescentes una cultura del cuidado de las fuentes de agua y de la naturaleza en general, es por supuesto la clave para que desde niños aprendan a valorar y respetar la naturaleza y el agua como cualquier otro ser que habita el planeta tierra. La formación de la conciencia debe enseñarse como se enseña a leer y a escribir, ya que sí no se cuida la vida, entonces que otra cosa se debe cuidar más. Aprender a cuidar el agua, es aprender a cuidar la misma vida, porque sin el agua la vida de todas las demás especies se hace imposible. Según el SINCHI, que también adelanta estudios y análisis relacionados con los procesos de educación ambiental en las instituciones educativas del territorio Amazónico del departamento de Guaviare, considera que la formación y la educación son las estrategias más eficientes y eficaces para crear la toma de conciencia, el respeto, el amor, la solidaridad, la sensibilidad y la convivencia pacífica con la naturaleza y con las demás especies y ecosistemas, especialmente con el agua. En el mismo sentido, la educación ambiental, es la clave para la d sostenible que valore la vida desde una perspectiva biocéntrica respetando a todos los seres vivos. En este orden de ideas, para el SINCHI la educación ambiental cumple una función relevante que busca garantizar la sostenibilidad de la selva, el bosque, la biodiversidad, los ecosistemas y el agua, porque enseña a formar la conciencia, la sensibilidad y el respeto por la naturaleza y todos los demás seres que habitan el planeta tierra; pero la realidad de lo que se puede demostrar por medio de esta investigación es que no cumple con el propósito y objetivos para lo cual ha sido creada, las políticas y proyectos son ineficientes, mal elaborados y descontextualizados, carentes de coherencia, planeación, control y seguimiento. Por otra parte, la investigación deja en evidencia que las propuestas de educación ambiental provienen de postura antropocéntrica, al servicio de la satisfacción de las necesidades de los seres humanos acosta de la degradación y devastación de la naturaleza y la contaminación de las fuentes de agua, su principal objetivo es el aumento de la producción para garantizar el aumento económico, que choca con la propuesta de cuidado, conservación y protección de la naturaleza y de todos los demás seres vivos. Por el contrario, la cosmovisión de las culturas ancestrales y campesinas basan sus prácticas desde la perspectiva de la postura biocéntrica, es decir, resaltan y respetan el valor de la vida de todos los seres vivos, por lo tanto, lo más importante para la cultura de los pueblos indígena es la vida, mientras que los más importante para la cultura occidental es el rendimiento económico y los sistemas de producción, en consecuencia es aquí donde radica las grandes diferencias. Por estas razones los objetivos, metas y propuestas de educación ambiental deben buscar alternativas donde además de lo que ya se ha planteado, se involucren los saberes, conocimientos, valores y prácticas ancestrales empoderando a los educandos sobre los derechos de la naturaleza y la construcción de una nueva sociedad basada en la cultura del cuidado y el respeto por la vida de todos los seres que habitan el planeta. En la opinión de la entidad Parques Nacionales, las comunidades indígenas ancestrales no se identifican con el término o concepto Educación Ambiental, para ellos es un término desconocido, debido a que no corresponde a su estructura lingüística, a su cosmovisión, a su filosofía de vida, por lo tanto, es difícil su comprensión. Lo consideran un concepto propio de la cultura del hombre blanco, es decir de la cultura occidental, la cual difiere significativamente de la cultura de los pueblos indígenas del departamento de Guaviare. La educación ambiental en las comunidades indígenas, dista mucho de la metodología propuesta en la cultura occidental. En las etnias indígenas es práctica y espontánea, se aprende durante el desarrollo de las actividades diarias y a través de la observación directa, de la experimentación y del ensayo - error, es transmitida por los padres, abuelos, Payé; mientras que la metodología de la cultura occidental los conocimientos se trasmiten en salones de clases a través de textos pre elaborados, guías, cartillas, formatos, entre otros, y la imparten por lo general maestros especializados cuyo conocimiento de la naturaleza fue adquirido con las mismas herramientas. Por otra parte, los proyectos de recuperación de las cuencas y fuentes de agua del Departamento del Guaviare, son entregados a los politiqueros que contribuyeron o que ayudaron en las campañas políticas de turno como parte de pago por su colaboración, de tal manera, que estos proyectos se convierten en coimas politiqueras, las cuales inciden directamente en el deterioro y degradación de las cuencas, fuentes de agua, ecosistemas, en la biodiversidad, en el aire y en los suelos. De modo que, los proyectos anunciados con bombos y platillos en los planes de Desarrollo, los recursos financieros para tal propósito terminan en los bolsillos de los corruptos. Son proyectos para alimentar la corrupción y debilitar la naturaleza, deteriorar el medio ambiente. 4.4.2.3. Desarrollo Sostenible. Comunidades indígenas. El Payé Domingo García Correa del Resguardo Indígena Itilla, sobre el Desarrollo Sostenible, afirma lo siguiente: Son vocablos o palabras que no son propias de la construcción de la cultura de las etnias de la Amazonia de los bosques y las selvas del Guaviare, son palabras que tienen su origen en la cultura occidental del hombre blanco y que se han introducido para acabar con la cultura de las etnias ancestrales y con la naturaleza. (García, D.) Al indagar en las etnias indígenas Cubeos, Tuyuca y Piratapuyo, sobre el concepto de desarrollo sostenible, es muy poco lo que saben del tema, para ellos es claro que son palabras inventadas por el hombre blanco de la cosmovisión y cultura occidental contraria a su filosofía ancestral. Sin embargo, hacen una acercamiento al término argumentando que es la forma consciente de respeto, admiración, veneración, sensibilidad que se debe tener por los elementos disponibles en la madre tierra, es la relación armónica con el agua y la naturaleza aprendiendo a vivir con los elementos necesarios para sostener la misma existencia no solo del ser humano, sino de todos los seres vivíos que hacen parte de su territorio.