La presencia de árboles y arbustos influye positivamente en la prevención de la erosión del suelo. Las raíces de los árboles y arbustos ayudan a mantener el suelo unido, evitando así la pérdida de suelo debido a la erosión causada por el viento y el agua. Además, la cobertura vegetal proporcionada por los árboles y arbustos ayuda a reducir el impacto directo de la lluvia sobre el suelo, lo que también contribuye a prevenir la erosión.
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