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Reduce los contenidos mentales o percepciones a impresiones e ideas, que se diferencian entre sí por el grado de fuerza y vivacidad con que inciden...

Reduce los contenidos mentales o percepciones a impresiones e ideas, que se diferencian entre sí por el grado de fuerza y vivacidad con que inciden sobre la mente. Las impresiones son aquellas percepciones que entran con más fuerza en la mente, mientras que las ideas “son las imágenes débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos” (Hume, 1739, 1, I.1). La viveza diferente con que ideas e impresiones se hacen presentes a la conciencia, radica en que las primeras derivan del contacto directo con la realidad exterior, mientras que las ideas surgen de las impresiones. Por tanto, las impresiones tienen prioridad sobre las ideas. Éstas, para que sean verdaderas, tienen que ser siempre reductibles a algo observable. Hume distinguió entre percepciones simples y complejas. Una impresión simple es una sensación no descomponible (átomos de la vida mental). Pero, la mayoría de las impresiones son complejas, porque nuestros sentidos están expuestos continúa y simultáneamente a muchas sensaciones simples. Por su parte, las ideas simples son copias de impresiones simples, y las ideas complejas son agregados de ideas simples. También en esto da prioridad a las percepciones simples sobre las complejas, puesto que éstas pueden ser desglosadas en aquellas. Es completamente manifiesto el carácter empirista y atomista de su Psicología. Para explicar cómo las percepciones complejas se forman a partir de otras más simples Hume introduce la asociación. La asociación no sólo interviene en el plano de las percepciones sino también en el de las pasiones. Los autores anteriores habían limitado el uso de la asociación para explicar la génesis de la ideas, mientras que Hume lo utiliza para explicar el funcionamiento total del psiquismo humano. La influencia de Newton se siente con fuerza. La gravedad es la fuerza atractiva que mantiene unidas las partes atómicas del universo, la asociación es “un tipo de atracción, que vemos que posee en el mundo mental efectos tan extraordinarios como [la gravitación] en el mundo natural”. Las ‘leyes de la asociación’ son realmente para nosotros el cemento del universo” (Hume, 1739, I, I, IV). Elevó la asociación a la categoría de principio explicativo último. Hay tres clases de asociación: por semejanza, contigüidad y causalidad. Estas leyes de la asociación intervienen, primeramente, en el proceso de generalización de las ideas individuales en razón de su representación y, en segundo lugar, intervienen en las combinaciones de nuevas ideas. En razón de la semejanza y de la contigüidad se generaliza la representatividad de nuestras impresiones y de las ideas simples. Se posibilita el pensamiento abstracto (Robinson, 1982, 18-20). Pero solamente mediante la conexión de causalidad es posible llegar a establecer los hechos, la existencia de los objetos (Hume, 1739, I, III.II). El tema es crucial. La causalidad es una relación que rebasa lo dado, infiero o creo. ¿Cómo se llega a establecer vínculos causales? ¿Cuál es el origen de la inferencia de la relación causa y efecto, de la creencia en que dos cosas dependen causalmente? La respuesta es que mediante la experiencia, ésta nos muestra que a un cierto hecho le sucede regularmente otro. Llamamos al primero causa y al segundo efecto. Pero lo que la experiencia no nos dice es que haya necesidad en la relación causal, que el efecto esté contenido necesariamente en la causa. Por eso entiende que las conexiones causales son inferencias probables. El vínculo entre causa y efecto es una cierta modalidad de nuestro pensamiento. La costumbre, el hábito de comprobar que un hecho sigue a otro es lo que origina la creencia en que entre dos hechos hay una relación necesaria causa-efecto. Entiende que a base de repeticiones, de experiencias de que un hecho sigue a otro, el vínculo entre ellos puede ser tan sólido que se pueda inferir con elevada probabilidad que uno se sigue del otro, pero nunca cabrá una demostración rigurosa (Alquié, 1976). Las Ciencias humanas se construyen sobre el fundamento de ese tipo de inferencias probables (Arnold, 1982). El psiquismo humano es, por tanto, un conjunto o colección de percepciones, sensaciones, ideas y pasiones, que están en flujo y movimiento perpetuo. No somos sino un conjunto de relaciones, trabado por los principios asociativos (Hume, 1739, I, IV, VI). Así Hume deja planteado el problema de la identidad personal, ya señalado también por Locke.

Esta pregunta también está en el material:

Historia de la psicologìa
538 pag.

Psicologia Universidad Nacional Autónoma De MéxicoUniversidad Nacional Autónoma De México

💡 1 Respuesta

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El texto que has proporcionado parece ser una descripción detallada de las ideas de David Hume sobre la percepción y la asociación de ideas. Sin embargo, no veo una pregunta clara en tu consulta. ¿Puedes reformular tu pregunta para que pueda ayudarte de manera más efectiva?

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