La salida de campo es considerada una actividad significativa en la enseñanza y aprendizaje de la geografía porque permite a los estudiantes observar directamente los fenómenos geográficos en su entorno natural. Esto les brinda la oportunidad de aplicar conceptos teóricos a situaciones reales, fomentando una comprensión más profunda y duradera de la materia. Además, les ayuda a desarrollar habilidades de observación, análisis y síntesis, lo que enriquece su experiencia educativa.
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