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detectar cierta proporcionalidad íntimamente relacionada con las cualidades orgánicas de la estructura. Por eso afirmábamos antes que el análisis e...

detectar cierta proporcionalidad íntimamente relacionada con las cualidades orgánicas de la estructura. Por eso afirmábamos antes que el análisis estructural está dominado por el carácter de relatividad que afecta a los componentes del texto; y por eso también remitíamos a la situación de interdependencia que, por ejemplo, caracteriza a los diferentes personajes de una narrativa, sin dejar de tener en cuenta su relieve en la acción. Hemos dicho, finalmente, que una estructura literaria es dinámica porque, de acuerdo con los factores anteriormente descritos, los elementos que la integran no se limitan a establecer entre sí relaciones diversas, en virtud de la articulación mutua que los caracteriza. Además de esto, esos elementos estructurales facultan el establecimiento de relaciones con las características semánticas del texto literario y, desde luego, su inserción en estructuras englobantes forzosamente más amplias como son, p.e., las estructuras ideológicas en que se integra el texto20. Los factores constitutivos de la estructura literaria pueden comprenderse con más facilidad si nos fijamos en el funcionamiento de ciertas acciones novelescas y dramáticas en las que la actuación de los personajes asienta en una malla de relaciones susceptibles de ser esquematizada. Es lo que sucede en una novela como Madame Bovary, de Flaubert, en la que la estructura de la intriga depende de una organización triádica de los que intervienen en ella: Emma Bovary Ch. Bovary ¿- -* Amante 20 El cuño relacional de la estructura tiene sus raíces teóricas, en parte, en las consideraciones saussureanas a propósito de las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas (cf. F de Saussure, Curso de lingüística geral, cap. V). Análisis textual: estructural 211 Como se ve, con la esquematización elaborada se ha procedido a una operación básica en el desarrollo de un eventual análisis estructural de la novela: la demarcación de las unidades estructurales cuya interdependencia explica el desarrollo de la intriga y su desenlace, cuando se deshace el equilibrio que presupone el triángulo esbozado. La aprehensión de los elementos componentes de una estructura literaria permite también percibir el cariz particular asumido por ciertas acciones, de acuerdo con el sistema de relaciones que las preside. Es muy elucidativo, a este respecto, lo que sucede en dos obras de Gil Vicente estructuralmente muy diversas y, por eso mismo, sujetas a una también diversa sucesión de eventos. Una de ellas es la Farsa de Inés Pereira que, representando las ambiciones de una joven (Inés) y sus frustraciones por el casamiento con un escudero fanfarrón, lleva a la constitución de una estructura cerrada algo idéntica a la de Madame Bovary: Inés Pereira [Madre ] Pero Marques / \ Escudero [Brízida Vaz] [Judeus] [Mozo ] Como se ve, la renuncia inicial de Inés con relación a las propuestas de Pero Marques y su opción final por aquél a quien antes había rechazado (después de ver las contradicciones del escudero) se comprende en función de las características estructurales de la farsa: la existencia de alternativas copresentes que Inés Pereira aprovecha de acuerdo con las circunstancias y también la participación en la acción de unidades estructurales de segundo nivel (Madre, B. Vaz.y Judeus), que, apoyando las del primer nivel, condicionan de modo más desvanecido el devenir de los acontecimientos. Fuera de la estructura queda el personaje Mozo, importante en términos de crítica social, pero no envuelto funcionalmente en la acción. 212 Fundamentos del análisis literario Algo diferente es lo que sucede en el Auto da Barca do Inferno, sujeto a una estructuración diferente: Ángel Demonio(s) Hidalgo Usurero Niño Zapatero Fraile Celestina Judío Corregidor Procurador Ahorcado Caballeros En este caso la acción se presenta abierta y estructuralmente más elemental, porque los sucesivos personajes no se condicionan mutuamente. Se crean situaciones dramáticas 21 motivadas por la momentánea relación de las entidades siempre en escena (Ángel y Demonios) con aquellas que van surgiendo, pero ninguna de esas situaciones constituye un desenlace genérico en el que se encuentren implicados globalmente los personajes (unidades estructurales) que se van sucediendo y los que los acusan; de ahí que el Auto da Barca do Inferno, evocando la dinámica propia de la procesión litúrgica, suscite, sobre todo, en una óptica estructural, cuestiones de naturaleza sintáctica 22. Como se ve, por tanto, la demarcación de determinados elementos centrales que componen la estructura del texto literario 21 Étienne Souriau llama situación dramática a la «figure structurale dessinée. dans un moment donné de l'action, par un systéme de fortes —par le systéme des forces presentes au microcosme, centre stellaire de l'univers thé&tral; et incarnées, subies ou animées par les principaux personnages de ce moment de l'action» (Les deux cent mille situations dramatiques, París, Flammarion, 1970, pág. 55). 22 Es en esta perspectiva en la que se sitúan las consideraciones de Stephen Reckert sobre Gil Vicente: Espíritu y letra (Madrid, Gredos, 1975, págs. 70 y sigs. y 94). Análisis textual: estructural 213 conduce a dos consecuencias íntimamente relacionadas. En primer lugar, la delimitación de la estructura del texto en cuestión lleva a asumir determinadas unidades estructurales dotadas de especial relieve en la totalidad orgánica analizada: y, como vamos a ver, esta noción de que la observación de una estructura implica la valorización de elementos individualizados y unitarios será una norma constantemente observada en el proceso de ejecución del análisis estructural. En segundo lugar, se comprueba que la atención concedida a los citados elementos estructurales tiende a una especie de simplificación del objeto de análisis; esto no significa que el análisis estructural necesite, para consumarse integralmente, privilegiar un modelo de lectura reductora que desemboque en un olvido de las características esenciales del texto literario. Lejos de eso, se trata solamente de adoptar una óptica de análisis particular que, partiendo de componentes que se asumen como nervios del todo observado, polarizan a su alrededor un conjunto de elementos satélites cuya existencia en el texto en cuestión debe ser comprendida en función de esa situación de dependencia. Como veremos en el análisis estructural al que Jakobson y Lévi-Strauss sometieron un soneto de Baudelaire 23, la atención insistente- mente concedida a recursos de naturaleza estilística se debe a la noción implícita de que es en torno a esos recursos en los que gira la totalidad del texto analizado. Se trata ahora de saber si la dinámica operatoria que pretendemos imprimir a los factores esenciales que posibilitan la detección de los elementos estructurales del texto literario puede ser completada por ciertas directrices de análisis concreto. En otras palabras, nos parece que la cuestión fundamental que ahora intentamos resolver es la de (sin intentar, en cada ámbito privilegiado, agotar la materia) dotar al método de análisis que ahora nos ocupa de instrumentos de estudio que, al depender del concepto nuclear de estructura, inspiren determinadas modalidades de aproximación a textos particulares. 23 Cf. infra, págs. 250-251. Justamente en función de lo expuesto, nos parece útil procurar los citados instrumentos de estudio en ciertas reflexiones teóricas que, no constituyendo específicamente tentativas de análisis estructural, nos proporcionan los datos que consideramos indispensables para su ejercicio; y lo haremos teniendo en cuenta prioritariamente los géneros literarios (o formas naturales, como preferiría Goethe) que son la lírica y la narrativa. No creemos oportuno, sin embargo, emprender tal tarea sin intentar exponer las razones que nos llevan a ignorar, como ámbito de análisis específico, el género dramático. Téngase en cuenta, en primer lugar, que la tentativa de someter textos de naturaleza dramática a determinadas modalidades de análisis implicaría, de partida, la necesidad de ceñirnos a una perspectiva de estudio rigurosamente textual. Actitud aparentemente viable si se tiene en cuenta, por un lado, la posibilidad de ejercicio del análisis estilístico (que, como se ha visto, también es textual) sobre textos dramáticos; por otro lado, la existencia, en el género de que ahora nos ocupamos, de elementos estructurales (el personaje, la intriga, el espacio, etc.) que encontramos en algunas obras anteriormente citadas a título de ejemplo, elementos que, salvadas las distancias, volveremos a encontrar también en el género narrativo. Esta argumentación nos parece, sin embargo, insustentable,

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REIS_Carlos_1985_FUNDAMENTOS_Y_TECNICAS
216 pag.

Literário Fundacion Escuela Tecnologica De Neiva - Jesus Oviedo Perez -FetFundacion Escuela Tecnologica De Neiva - Jesus Oviedo Perez -Fet

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