Logo Studenta

358 Fundamentos del análisis literario minadas características técnico-narrativas llevan a delinear la imagen del personaje que, en el acontecer de...

358 Fundamentos del análisis literario minadas características técnico-narrativas llevan a delinear la imagen del personaje que, en el acontecer de la historia, fue Pascual Duarte. De este modo, es incluso a través de una relación de contraste como la imagen del narrador completa su proceso de institución; y ese contraste no puede dejar de tener en cuenta, por un lado, los recursos característicos de la imagen del personaje; por otro lado, su peso cuantitativo, en relación con la totalidad del sintagma narrativo. El proceso más evidente para poner de relieve la vivencia de la historia por parte del personaje, consiste en reducir al mínimo los vestigios de la presencia del narrador en el enunciado; tal finalidad es conseguida por medio de un tipo de representación al que Henry James (y la crítica anglosajona que perfila sus tesis) llamó «showing» y que modernamente recibe la denominación de escena dialogada. De acuerdo con las designaciones citadas, el proceso referido lleva a representar directamente el diálogo de los personajes sin intromisiones importantes por parte del narrador. De esta manera, la historia surge como dramatizada (y de ahí el término «showing»), es decir, desarrollándose en el tiempo de acuerdo con la participación efectiva que en ella tuvieron los personajes. Así ocurre, en La familia de Pascual Duarte, por ejemplo, en el episodio en que el protagonista dialoga con el cura, concertando el casamiento (págs. 68-69), episodio en el cual la representación de los hechos narrados se reduce a las palabras de los personajes, sin intromisión por parte del narrador. La misma propensión eminentemente dialogante caracteriza también el capítulo 7 de un modo general, así como los capítulos 9, 12, 15, 16 y 18, y parcialmente los capítulos 10, 17 y 19, o sea, precisamente aquellos fragmentos narrativos en que se desvanece la imagen del narrador. Pero la imagen del personaje se constituye también en virtud de una nueva actualización del código representativo, por esta vez, como es obvio, a través de recurrir al signo que mejor se combina con la escena dialogada. Nos referimos a \a focalización interna que, en el contexto de la autodiégesis, se concretiza cuando se pretende reconstituir el modo y el proceso de vivencia de la historia por parte del personaje central; esa reconstitución no sólo lleva al (presentemente) narrador a abdicar artificialmente de su conocimiento total de los hechos que cuenta —lo que es una manera de respetar la capacidad de conocimiento del personaje—, sino que también le impide asumir, en relación con el fluir de la temporalidad, la actitud reductora permitida por la focalización omnisciente, optando entonces por un comportamiento de tipo isocrónico en que el tiempo del discurso se asemeja al de la historia. Así ocurre, por ejemplo, en el episodio fundamental del matricidio (págs. 153-157), en el que el discurso narrativo reconstituye la lentitud, las vacilaciones y la tensión emocional que, en el momento de la vivencia, caracterizaron la acción. No menos importante, sin embargo, que evidenciar las posibilidades de combinación de la focalización interna con los episodios privilegiados por la escena dialogada (y así ocurre incluso con el matricidio, en que el «diálogo» se desarrolla sobre todo entre Pascual Duarte y su conciencia), es explicar las razones de la primacía de la imagen del personaje, configurada por los recursos citados. Lo que se verifica sin dificultad es que esa primacía coincide casi siempre con los acontecimientos más importantes de la vida atribulada del personaje: así ocurre con el episodio de la revelación del embarazo de Lola y con la preparación del matrimonio (cap. 7), con el siniestro regreso de Pascual Duarte a casa cuando tiene noticia del aborto de Lola (cap. 9), con los cuidados y recelos (al final fundados) que rodean al hijo de Pascual Duarte (págs. 90-91), con la revelación del adulterio por parte de Lola (cap. 15), con el duelo y muerte del Estirao (cap. 16), con el regreso del protagonista cuando es libertado (págs. 135-143), con la sugestión del segundo casamiento (capítulo 18) y con el matricidio ya referido. Sintomáticamente, sin embargo, el significado total de estos episodios, así como el de los mismos recursos técnico-narrativos que los consuman, sólo se valoran debidamente cuando se relacionan con el más amplio sentido asumido por el predominio de que (como vimos) disfruta, en extensos segmentos narrativos, la imagen del narrador. 5.1.5. Códigos y sentido rLa necesaria relación que hay que establecer entre los códigos técnico-narrativos de La familia de Pascual Duarte y el sentido global de la obra por ellos sugerido y sustentado, pasa obligatoriamente por el conocimiento de las circunstancias y motivaciones explicativas de la propia elaboración narrativa. Dirigiéndose, como se sabe, a una de las víctimas de su temperamento fogoso, lo que Pascual Duarte pretende sobre todo es elaborar, ante la memoria de don Jesús González, una especie de confesión general que alivie en cierto modo las culpas que le pesan sobre la conciencia; es por lo menos esta la. idea general que se saca de la carta de envío del original: Noto cierto descanso después de haber relatado todo lo que pasé, y hay momentos en que hasta la conciencia quiere remorderme menos (pág, 16). Pero no son sólo estas palabras de Pascual Duarte las que nos inducen a suponer la intención citada; es sobre todo la utilización particular de los códigos técnico-narrativos y de los signos que los integran los que, dando firmeza y esqueleto estructural a los sentidos insinuados por la obra, le atribuyen indiscutible coherencia artística. De este modo, la utilización de un conjunto de signos que conducen a la formación de la imagen del narrador, de su contextura ideológica, afectiva y moral, de los principios y de las máximas que enuncia, contribuye especialmente a imponer una subjetividad regenerada ante el pasado. De hecho, lo que ese pasado representa con relación al presente de la narración es sobre todo un conjunto de acontecimientos atribulados, de los cuales el hombre maduro y arrepentido que ahora narra extrajo una serie de lecciones: justamente aquellas que le permiten ahora elaborar una filosofía de vida ciertamente enunciada de modo rudimentario, pero indiscutiblemente pletórica de calor humano; lo que innegablemente aproxima las características estructurales de La familia de Pascual Duarte a las que son propias de las más representativas novelas picarescas. De ahí que el Pascual Duarte que ahora surge ante el destinatario sea una entidad consciente de lo que tuvo de aventurero e irresponsable en su pasado: Mucha desgracia, como usted habrá podido ver, es la que llevo contada, y pienso que las fuerzas han de decaerme cuando me enfrente con lo que aún me queda, que más desgraciado es todavía [...]; es gracioso —y triste también, ¡bien lo sabe Dios!— pararse a considerar que si el esfuerzo de memoria que por estos días estoy haciendo se me hubiera ocurrido años atrás, a estas- horas, en lugar de estar escribiendo en una celda, estaría tomando el sol en el corral, o pescando anguilas en el. regato, o persiguiendo conejos por el monte (pág. 59). Sintomáticamente las reflexiones que transcribimos se integran en uno de los capítulos más acentuadamente marcados por la vivencia del presente de la narración y por las circunstancias que lo rodean; el otro capítulo en que eso acontece nuevamente es el decimotercero, donde, otra vez después de haber interrumpido la narración, la vuelve a tomar, y con ella las circunstancias espaciales (la celda de una cárcel) y subjetivas en que se produce: Es probable que si la paz a mí me hubiera llegado algunos años antes, a estas alturas fuera, cuando menos, cartujo, porque tal luz vi en ella y tal bienestar, que dudo mucho que entonces no hubiera sido fascinado como ahora lo soy (pág. 104). Es decir, el presente de la enunciación no constituye sólo el aspecto de la autodiégesis más frecuentemente privilegiado —es la vigencia insist

Esta pregunta también está en el material:

REIS_Carlos_1985_FUNDAMENTOS_Y_TECNICAS
216 pag.

Literário Fundacion Escuela Tecnologica De Neiva - Jesus Oviedo Perez -FetFundacion Escuela Tecnologica De Neiva - Jesus Oviedo Perez -Fet

Todavía no tenemos respuestas

¿Sabes cómo responder a esa pregunta?

¡Crea una cuenta y ayuda a otros compartiendo tus conocimientos!


✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales