Algunos autores consideran necesario estudiar tanto las prácticas identitarias (las acciones sociales), así como las autorrepresentaciones generadas por los propios actores sociales, a fin de comprender las causas de su actuación cultural y las proyecciones que hacen de su futuro. Se trata, pues, de una intersección de varias vías: las representaciones, las estructuras sociales y las prácticas socio-culturales. Las representaciones a su vez se fundan en las jerarquías sociales.