¿Quién se lo esperaba? Albania será toda una desconocida pero, tal como se verá en cuanto se entre en contacto con su gente, tiene un gran deseo de...
¿Quién se lo esperaba? Albania será toda una desconocida pero, tal como se verá en cuanto se entre en contacto con su gente, tiene un gran deseo de darse a conocer. Tras décadas de aislamiento, que les ha obligado a diferenciarse incluso de sus vecinos balcánicos, hoy en día los albaneses son un pueblo de jóvenes llenos de energía, como las noches de Tirana, y de ancianos orgullosos y austeros, como las imponentes casas-fortaleza de Gjirokastra. Por mucho que uno se organice, algún ingrediente del viaje lo decidirán ellos: con una generosidad que nunca resultará invasiva, sabrán mostrar una Albania que nadie se espera.
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