Más concretamente, fueron las revoluciones liberales, y de una forma particular la Revolución Francesa, las que construyeron los conceptos modernos...
Más concretamente, fueron las revoluciones liberales, y de una forma particular la Revolución Francesa, las que construyeron los conceptos modernos de ciudadanía y ciudadano, frente a los anteriores conceptos de vasallaje y súbdito, propios del Antiguo régimen. La “invención” afectó a tres aspectos, como señala M. Pérez Ledesma: la ciudadanía legal -ciudadanos iguales ante la ley frente a los antiguos privilegios estamentales o locales-, la ciudadanía política -ciudadanos con derechos, miembros del cuerpo político, y participantes en los asuntos públicos-; y la ciudadanía nacional -ciudadanos de un Estado-nación, frente a los anteriores ámbitos intermedios-, y distintos, en consecuencia, del “extranjero”.
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