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Especialmente en etapas tempranas del proceso gestacional, tiene un impacto negativo en el desarrollo neurológico del feto y del niño, ya que la ex...

Especialmente en etapas tempranas del proceso gestacional, tiene un impacto negativo en el desarrollo neurológico del feto y del niño, ya que la exposición a valores altos de hormonas de estrés ocasiona retardo en la maduración fetal y daño en las funciones cognitivas durante la infancia, observándose una disminución en el volumen cerebral en áreas asociadas con el aprendizaje y la memoria. Las pruebas con que actualmente se cuenta, apoyan la conclusión de que la exposición fetal a condiciones de estrés materno, alteran profundamente el desarrollo del sistema nervioso con repercusiones que persisten en la infancia y posiblemente en etapas posteriores de la vida.35,36 El modelo de programación fetal postula que la temprana exposición a condiciones adversas durante el proceso gestacional, tiene implicaciones de larga duración que resultan en pobres condiciones de salud. La programación fetal se considera un proceso por el cual, la exposición a estímulos adversos durante un período crítico, tiene consecuencias duraderas o permanentes sobre el cerebro y la conducta, además de que incrementa el riesgo de enfermedad. Los períodos críticos son definidos como etapas de rápida división celular en diversos órganos, que tienen diferentes incrementos en el desarrollo en distintos momentos. Durante estos períodos de rápida división celular, los órganos fetales son especialmente vulnerables a estímulos nocivos como el estrés. Se considera que el tiempo de exposición determina el efecto en la programación fetal. Los cambios endocrinos materno-fetales son adaptativos y favorecen la maduración fetal, aunque cuando los cambios son exagerados, por ejemplo en casos de hiperreactividad al estrés, se puede afectar la trayectoria del desarrollo fetal. Se ha documentado en estudios prospectivos que la exposición a condiciones de estrés intrauterino tiene consecuencias negativas que afectan el neurodesarrollo fetal e infantil, con posibles implicaciones a largo plazo.35-36 REFLEXIÓN FINAL Los estudios clásicos de epidemiología psicosocial realizados hace ya 40 años por John Cassel,1,2 y el reconocimiento que actualmente se le otorga a esta disciplina4 para el esclarecimiento de la importancia que tienen las condiciones del entorno psicosocioepidemiológico en la expresión de diferentes procesos patológicos, han posibilitado una mejor apreciación de la relevancia que tienen los contextos y escenarios de riesgo, de igual forma que los espacios protectores en la desigual distribución de la carga de enfermedad en los distintos grupos sociales. La importancia de estas aportaciones no ha sido de naturaleza conceptual únicamente, sino aplicativa, ya que se han desarrollado instrumentos de medición que permiten ponderar confiablemente las condiciones favorables o desfavorables del contexto psicosocial, así como su impacto en la salud colectiva de diferentes estratos poblacionales. Los estudios del neighborhood también han representado un avance significativo para la comprensión de la influencia que ejercen tanto las condiciones del entorno físico, como del capital social en el proceso salud-enfermedad lo mismo en el plano individual que en el colectivo, además de la importancia que per se tiene esta orientación conceptual, su articulación a los avances teóricos de la epidemiología psicosocial ha permitido una mayor comprensión de la relación que existe entre los distintos aspectos del entorno con el proceso gestacional y neurodesarrollo infantil. También es importante subrayar que las aportaciones significativas de Peter Sterling y Bruce McEwen, han permitido comprender −debido a la importante contribución que realizan estos autores al conocimiento de los mecanismos reguladores tanto homeostáticos como alostáticos que mantienen el equilibrio fisiológico ante las diferentes circunstancias de la experiencia vital−37-38 cómo se establece la relación de las variadas condiciones adversas del entorno físico y psicosocial, con la respuesta bioquímica y fisiológica adaptativa o fallida de los individuos expuestos a esos estresores, cuya expresión clínica resultante será el mantenerse en condiciones de salud, o el desencadenamiento de un proceso patológico. El proceso gestacional significa para la mujer embarazada, una etapa de cambios y modificaciones biológicas, psicológicas, emocionales y sociales de suma importancia. Las condiciones en que se encuentre la mujer durante este proceso, tanto biológicas como afectivas, así como las características del neighborhood que la albergue y el apoyo psicosocial que reciba durante esta significativa etapa de su trayecto vital, definirán en gran medida, la satisfactoria o desfavorable evolución y resolución del proceso gestacional, con las consecuentes implicaciones en la salud materno-infantil y neurodesarrollo del recién nacido. Finalmente hay que señalar que la relevancia de auspiciar un idóneo neurodesarrollo en el recién nacido −resultado de un proceso gestacional satisfactorio− no sólo tiene el propósito de disminuir de manera significativa el riesgo de procesos patológicos en las esferas neurológica, psicológica o emocional, sino que también busca favorecer un trayecto vital de sana continuidad a la niñez y adolescencia; al respecto es importante subrayar que el desarrollo saludable del adolescente, comprende resultados positivos que incluyen salud física y emocional, éxito escolar, capacidad para fortalecer el carácter y resistir los riesgos y eventos estresantes de la vida, habilidad para establecer vínculos sociales y favorecer el sentido de pertenencia. En conjunto con lo anterior, la capacidad de autodominio y el desarrollo de una clara conciencia de lo significativo (optimismo y esperanza en el futuro), representan condiciones que permiten una transición a una adultez madura y saludable.39 REFERENCIAS 1. Cassel J. The Contribution of the Social Environment to Host Resistance. Am J Epidemiol 1976; 104:107-123. 2. Cassel J. Psychosocial Processes and “Stress”: Theoretical Formulation. Int J Health Serv 1974; 4:471-482. 3. Selye H. Forty years of stress research: principal remaining problems and misconceptions. CMA Journal 1976; 115:53-56. 4. Krieger N. Epidemiology and The People’s Health. Oxford & New York: Oxford University Press; 2011. 5. Lamarca GA, do C Leal M, Sheiham A, Vettore MV. The association of neighbourhood and individual social capital with consistent self-rated health: a longitudinal study in Brazilian pregnant and postpartum women. BMC Pregnancy Childbirth 2013;13:1-17. 6. Branas CC, Rubin D, Guo W. 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IMPACTO_DE_UNA_INTERVENCION_PEDAGOGICO_M (1)
254 pag.

Pedagogia Vicente Riva PalacioVicente Riva Palacio

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De acuerdo al texto proporcionado, la exposición a valores altos de hormonas de estrés durante etapas tempranas del proceso gestacional tiene un impacto negativo en el desarrollo neurológico del feto y del niño. Esto puede ocasionar retardo en la maduración fetal, daño en las funciones cognitivas durante la infancia y una disminución en el volumen cerebral en áreas asociadas con el aprendizaje y la memoria. Además, la exposición fetal a condiciones de estrés materno puede alterar profundamente el desarrollo del sistema nervioso con repercusiones que persisten en la infancia y posiblemente en etapas posteriores de la vida.

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