3.1 Prevalencia del SA Los estudios epidemiológicos del SA son escasos; en 2009 sólo se habían realizado dos estudios epidemiológicos enfocados esp...

3.1 Prevalencia del SA Los estudios epidemiológicos del SA son escasos; en 2009 sólo se habían realizado dos estudios epidemiológicos enfocados específicamente a SA. Por el contrario, otras investigaciones en autismo han identificado de forma consistente un menor número de niños con SA, que aquellos con autismo dentro de la misma encuesta. En nueve de diez de tales encuestas, en la proporción de autismo se sugiere que la prevalencia de SA es consistentemente menor que aquella de autismo, estableciendo una proporción promedio de 3 ó 4:1; estimaciones posteriores señalaron una proporción de SA en la población de 6:10,000. Se reconoce que estos datos son un estimado a partir de las pocas fuentes de datos asequibles en torno a la prevalencia de dicha población;19 sin embargo contamos con otras fuentes que estiman una prevalencia mucho mayor. Se estima que la prevalencia en la población mundial infantil con SA es de 3.6 por cada 1000 habitantes, siendo más frecuente en niños [4:1]. También se estima que alrededor de 50% de los niños con SA llegan a la edad adulta sin haber sido evaluados, diagnosticados o tratados,10 o bien han recibido diagnósticos equivocados, como psicosis o esquizofrenia.20 En México hasta 2009, la Secretaría de Salud21 no contaba con datos epidemiológicos y basa sus estadísticas en estudios realizados en países desarrollados, como Inglaterra, Dinamarca y Estados Unidos, en donde se ha señalado que de 3 a 5 de cada 10 000 niños tienen autismo infantil, existiendo aproximadamente 60 000 diagnósticos en menores de 18 años. Sin embargo, en la demanda de atención clínica del Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”, los trastornos generalizados del desarrollo se encuentran entre las cinco primeras causas de atención en los periodos 2003, 2005 y 2007.21 La asociación del SA con alteraciones psiquiátricas no es sólo propuesta desde los enfoques psicodinámicos antes mencionados; hace dos décadas Wolff señaló las semejanzas entre esquizofrenia y SA, así como con personalidad esquizoide durante la infancia.8,18 Es posible comprender la asociación del SA con trastornos psiquiátricos a partir de la comorbilidad entre cuadros, lo cual no significa que deba entenderse como sinónimo uno de los otros. A continuación presentamos la comorbilidad para mostrar las psicopatologías con las cuales se les ha asociado, y también para mostrar las características de cada cuadro, con el fin de contribuir a la realización de un diagnóstico diferencial.