El tejido nervioso central no tiene tejido conectivo de sostén a excepción de la adventicia vascular y las meninges. La ausencia de tejido fibroso ...
El tejido nervioso central no tiene tejido conectivo de sostén a excepción de la adventicia vascular y las meninges. La ausencia de tejido fibroso vascularizado hace que la reparación tisular por cicatrización sea muy escasa y casi limitada a lesiones cercanas o en las meninges. En este sentido se explica que las leptomeningitis crónicas, como ocurre en meningitis tuberculosa o en meningitis por infección por cisticercos, dejen como secuela fibrosis de las meninges basales que interfiere con la circulación del líquido cefalorraquídeo y la hidrocefalia obstructiva (no comunicante) subsiguiente. Las lesiones parenquimatosas producidas por agentes bacterianos (abscesos), a diferencia de los infartos cerebrales, suelen estar rodeadas por una pared fibrosa derivada del tejido de granulación con proliferación fibrovascular de los vasos adyacentes a la lesión. Mientras más periférica es la lesión, más gruesa la pared fibrosa ya que las meninges también proliferan y depositan colágena, localizando el proceso (absceso subdural).
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