En poco tiempo mi vida dio un giro de ciento ochenta grados. Estaba lejos de Amelia después de los días fenomenales que pasamos juntos. Gastaba el ...
En poco tiempo mi vida dio un giro de ciento ochenta grados. Estaba lejos de Amelia después de los días fenomenales que pasamos juntos. Gastaba el dinero de mi trabajo en la selva en el alquiler de un apartamento para Peter y para mí. Ya no existía el King Studio. Peter estaba resentido conmigo; apenas me hablaba y cuando lo hacía, era para recordarme que se marcharía apenas encontrara una casa barata donde irse a vivir solo. Sentía tantas ganas de estar con Mia. Pero era casi imposible. Un día, al pasar por la oficina postal en busca de un periódico, vi en el mostrador la portada de una revista que me cautivó: ECOSISTEMA. Reconocí enseguida la colorida foto del bosque amazónico que tomé cuando entré a la selva por vez primera. Me olvidé del periódico y compré la revista. En la esquina inferior derecha rezaba “Fotos, por Luke Andrews”; lo cual me llenó de orgullo. Era la revista de Amelia, su sueño hecho realidad. Volví al apartamento. Me acosté sobre el sofá y comencé a hojear sus páginas. No lograba sentir tristeza aunque me lo propusiera, pues cada fragmento e imagen que observaba me hacían recordar mi aventura en Brasil. Una de ellas
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