Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 1 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: L e c t u r a 2 García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. p.p. 36-48 Con la lectura de este material de García revisarás las últimas unidades mínimas de aprendizaje de la Unidad III La Psicofísica EXPLICACIÓN FISIOLÓGICA DE LA DIFERENCIACIÓN DE LOS FENÓMENOS PSÍQUICOS UU NN II DD AA DD II II II .. L A P S I C O F Í S I C A Nervios sensoriales y nervios motores En la segunda mitad del siglo II, Galeno observa que, a consecuencia de un accidente, un hombre ha perdido la sensibilidad en las manos y, sin embargo, puede mover los dedos. Basándose en este hecho, opina que hay dos clases de nervios distintos: unos sensoriales y otros motores. Galeno quiere apoyar su teoría en hechos experimentales y para ello secciona, a nivel medular, los nervios y comprueba que unos son los encargados de hacer llegar el mensaje sensorial a dicho centro, mientras que otros conducen el impulso motor. Esta teoría, desgraciadamente, es olvidada; incluso el famoso anatomista de Berna, Albrecht von Haller (1708-1777), para muchos padre de la fisiología experimental, creía, con Descartes, que el mismo nervio era capaz de portar impulsos sensoriales y motores. En 1811, el fisiólogo escocés Charles Bell (1774-1842), en una especie de apuntes privados de los que salieron 100 ejemplares con el título Idea of a New Anathomy of the Brain: Submitted for the Observations of his Friends, da a conocer su teoría de la diferenciación de nervios sensoriales y motores, afirmando que aquéllos entran por las astas posteriores y éstos salen por las anteriores de la columna. Bell apenas pudo demostrar experimentalmente esta hipótesis, pues, como buen británico, sentía repulsa natural a las prácticas de vivisección y tan solo se atrevió una vez a experimentar de esta manera con un conejo. En el año 1822, Francisco Magendie (1783-1855), famoso fisiólogo trances, sin conocer el escrito de C. Bell, llega a la misma conclusión que él, pero demostrando experimentalmente este hecho. Trabajó con ocho García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 2 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: perros vivos, a los que seccionaba primero los nervios de las astas posteriores y luego los de las anteriores, demostrando así la función de cada uno. Estos experimentos de Magendie aparecieron primero en 1822 en dos artículos en la revista J. Phisiol. exper. pathol. (pp. 276-279 y 366-371), y definitivamente en su importante libro: Lecons sur les fontions et les maladies du sistente nerveux (1839). Este descubrimiento permite a los psicólogos presentar la vida mental como una relación E-R, abriendo la puerta al estudio del acto reflejo. Doctrina de las energías especificas de los nervios. Johannes Müller (1801-1858), profesor de fisiología en Berlín desde 1833 a 1858, en el libro V de su interesante y voluminoso Manual de Fisiología (Handbuch de Physiologie des Menschen, 1833-1840, ocho volúmenes) deja definitivamente acabada una teoría que en 1811 había sido esbozada por C. Bell y conocida como la doctrina de las energías específicas de los nervios. Según esta Iey, una misma energía (por ejemplo, una pequeña corriente galvánica) provoca diferente tipo de sensación, según sea el nervio que active. La calidad de la sensación depende del tipo de fibra nerviosa excitado (algo del sujeto, independiente relativamente de la realidad objetiva) y no del tipo de la energía física que la inicia, es decir, de la realidad. Müller se encontró ante el problema de la causa de tal especialización, pues podría estar en los nervios o en el cerebro, siendo en este segundo caso los nervios un mediador entre la periferia y el centro. Para Müller, ambas alternativas podían ser defendibles, pero él se inclino abiertamente por aquella que situaba la especificación en los nervios mismos. Tal vez Müller conocía a Pierre Flourens (1794-1867), profesor de fisiología en Paris, quien en 1824-1825 publica intere- santes investigaciones basadas en minuciosas operaciones del cerebro hechas a animales vivos, en los que, al irles privando de zonas concretas del cerebro, se da cuenta a la vez de cierta localización de funciones en áreas y, lo que es más asombroso, de que el cerebro funciona como un todo e incluso de que una función así perdida puede recuperarse en muchos casos, porque otras áreas la asumen. Esto supone un duro golpe para Gall y toda la corriente frenológica con el iniciada. Frente a esta “unidad y diversificación” del cerebro, Müller se inclina por explicar la diversidad partiendo de la naturaleza de cada célula nerviosa. Segall esta teoría un mismo estímulo, según pueda excitar distintos nervios, dará lugar, en la practica, a distintos tipos de sensación, según el nervio estimulado y, por supuesto, distintos estímulos que excitan un nervio darán lugar a la misma modalidad de sensación. Doctrina de las energías específicas de las fibras nerviosas. Herman von Helmholtz (1821-1894) enseñó fisiología y física en varias universidades de Alemania, siendo famoso por su habilidad técnica como experimentador. Fue él quien formuló definitivamente la teoría de las energías específicas de las fibras nerviosas para explicar las diferencias cualitativas dentro de cada sentido. Ya el 12 de noviembre de 1801, Thomas Young (1773-1839) formuló la idea de que en el ojo había tres clases de receptores y sus correspondientes fibras nerviosas sensibles cada una a un color (rojo, verde y violeta); dándose los colores intermedios cuando, debido a la longitud de onda, se estimulan conjuntamente varios receptores en proporciones distintas. En 1844, Natanson dice que cada órgano del sistema nervioso tiene una sola función; de ahí se sigue que tantos órganos, tantas cualidades sensoriales hay; habló de fibras para la temperatura, tacto, resistencia, sabor dulce, acido; para Ios colores fundamentales, que según él eran el rojo, amarillo y azul, y lo mismo con el olfato. Helmholtz, en su importante obra Handbuch der physiologischen Optik (Leipzig, 1860), expone su teoría de la visión admitiendo tres clases de receptores, uno para cada color fundamental (rojo, verde y azul), y en el cerebro existe una especialización que guarda correspondencia con esos García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 3 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: tres receptores y sus correspondientes fibras dentro del nervio óptico. En la psicología de la audición (1863), otro de los campos en que se hizo famoso, Ilega a explicar los múltiples matices de tonalidad partiendo de cerca de 4 500 arco-fibras, cada una sensible a una frecuencia, porque cada una varía en longitud, grosor y tensión, como las cuerdas de un arpa. Hensen demostrará que las cilias del órgano de Corti eran capaces de vibrar «simpáticamente», según la clase de nota. Helmholtz demostró experimentalmente el cómo y el por qué fisiológico del fenómeno psicológico de la percepción de los colores, profundidad, distancia (provocada la percepción del espacio por la modulación de la curvatura del cristalino, que se debía a la contracción de los músculos ciliares), y de las diferencias de tono, calidad y timbre, con lo cual da un tremendo empujón a la psicofisiología. El funcionamiento y el papel del sistema nervioso en el fenómeno psicológico va a sufrir algunas modificacionesprofundas, primero con la teoría de la neurona y después con otra que es muy parecida a la propuesta por Flourens, y defendida ya en las primeras décadas de este siglo por Franz y Lashley, después de observar lesiones cerebrales y sus efectos en heridos de la primera guerra mundial. LA ESTRUCTURA DEL TEJIDO NERVIOSO: TEORÍA DE LA NEURONA Santiago Ramon y Cajal (1852-1934), natural de Petilla de Aragón (Navarra), es en 1883 catedrático de anatomía de Valencia, en 1887 de histología en Barcelona, y desde 1892 hasta su muerte, catedrático de Madrid. Pedro Laín Entralgo distingue cuatro etapas de su vida: Primera, de formación, hasta 1888. Segunda (1888-1903), en la que investiga el sistema nervioso, utilizando una modificación del método cromoargéntico de Golgi, para poder observar la célula nerviosa. En esta etapa elaboró la teoría de la neurona». En el congreso anual de la Sociedad Anatómica Alemana de la Universidad de Berlín, celebrado en 1889, los numerosos y famosos científicos del mundo estaban preocupados por conocer los estudios que Roberto Koch estaba haciendo para curar la tuberculosis. Entre los asistentes estaba el apenas conocido histólogo español Santiago Ramon y Cajal. Todos se asombraron de los descubrimientos que presentó nuestro profesor acerca de la célula nerviosa, pasando a ser el tema preferido de ese Congreso. Tercera: inicia la histofisiología del sistema nervioso (1903-1912). Cuarta: desde 1912 desarrolla nuevos métodos micrográficos. Es Ramón y Cajal quien demuestra que en el sistema nervioso también se realiza la teoría de Rudolph Virchow (1812-1902), según la cual la célula es el elemento morfológico o forma elemental del mundo viviente, y toda célula procede de otra y de un primitivo e hipotético «blastema». Gracias al perfeccionamiento del microscopio y al desarrollo de los métodos químicos de decoloración para poder observar la célula nerviosa, se llegó a descubrir la famosa teoría que Wilhelm Waldeyer profesor en Berlín), en 1891, denominó «teoría de la neurona». Es Ramón y Cajal el principal responsable de ella. Resumiendo sus propias ideas, expuestas claramente en la Conferencia Nobel (1905), podemos presentarla así: − Dando un paso más en las investigaciones iniciadas por el italiano C. Golgi (para quien el tejido nervioso, en última instancia, no dejaba de ser una red continua cilindroaxial), Ramón y Cajal afirma la independencia anatómica de las células nerviosas contra la suposición de que las fibras fueran prolongaciones de uno y otro axón. Cada célula es independiente de la otra en su nutrición y reconstitución. — Las células nerviosas se relacionan entre sí, no por continuidad, sino por contigüidad. Su interconexión fisiológica en los puntos de contacto o sinapsis» no es una conexión fibrosa, sino un punto en el que el impulso nervioso es transmitido de una célula nerviosa a la siguiente y por un mediador químico, a condición de que posean la misma cronaxia. En palabras de Cajal: «un segmento granuloso o sustancia conductora particular serviria para unir muy íntimamente las superficies neuronales en García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 4 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: contacto». Estas relaciones de contactos, según Cajal, se dan siempre entre las ramificaciones nerviosas de una parte, y el cuerpo y las prolongaciones protoplasmáticas de otra. Las corrientes nerviosas se transmiten de uno a otro elemento en virtud de una especie de inducción o de influencia a distancia. El movimiento nervioso es «celulípeto o «axipetos en las expansiones o prolongaciones protoplasmáticas, y celulífugo en los axones. − Insiste Cajal en que la estructura de la neurona es: dendritas, soma y cilindroeje La importancia que estos descubrimientos van a tener en la psicología es manifiesta, pues, si bien ya entonces estaban convencidos de que el sistema nervioso podía explicar mucho de la vida mental, al descender a problemas específicos, las explicaciones eran sumamente vagas. Por ejemplo, Theodule Armand Ribot, en su obra sobre las Enfermedades de la memorial (1881), afirmaba que éstas tenían su génesis en alteraciones cerebrales, pero, en vez de explicarlas en función de cierta desorganización de conexiones entre una célula nerviosa y otra, las explicaba como producto de lesiones gruesas. William James, al intentar explicar fisiológicamente la formación de los hábitos y el proceso de asociación en su obra Principios de psicología (1891), no es capaz de explicar acertadamente esto, por los conceptos poco claros que tenía de la neurofisiología. Después del descubrimiento de Cajal, esto se explicaría en función de la sinapsis. Cada neurona puede ponerse en contacto, a través de sus múltiples ramificaciones terminales, con cualquiera de las muchas neuronas por medio de sus dendritas, y el que de hecho, en un momento dado, se ponga en juego una relación u otra va a depender de las cualidades fisiológicas de cada sinapsis en ese momento. Así, la teoría fisiológica del aprendizaje se basa en la posible modificación de las sinapsis. Originalmente, existe cierta plas- ticidad para reorganizar las vías de conducción. INVESTIGACIONES SOBRE LA ACTIVIDAD NERVIOSA SUPERIOR Localización de las funciones cerebrales Usando métodos de observación directa y disección de áreas del cerebro se pretende asignar funciones específicas a cada parte del cerebro, que era considerado hasta aquí como una especie de misteriosa unidad, demasiado complicada para poder penetrar en ella. A continuación ofrecemos, sin demasiado detenimiento, los primeros pasos que en este sentido se han dado: — En 1811, Julien-Jean-Cesar Legallois (1770-1814), cirujano de París, observa cómo al lesionarse partes específicas del cerebro quedan afectadas ciertas funciones. — En el mismo año, el fisiólogo inglés Sir Charles Bell describía el cerebro como un compuesto de partes distintas según sus funciones. — En 1824, M. J. P. Flourens (1794-1867) experimenta con perros en la Universidad de París, afectándoles quirúrgicamente distintas partes del cerebro, y puede observar que en cada caso se alteran ciertas funciones. En la década de 1860, el anatomista francés Paul Broca (1824-1880) descubre que la lesión de los sectores posteriores de la circunvalación frontal inferior del hemisferio izquierdo desintegra las «imágenes motrices de las palabras, afectando la capacidad de hablar. Unos años después, el psiquiatra y fisiólogo alemán Karl Wernicke (1848-1905) observa que la capacidad para distinguir y entender las palabras es afectada por una lesión en los sectores posteriores de la región temporal superior. Wernicke, además, es autor de un gran atlas del cerebro humano. En los primeros años de 1870 se descubre un valioso procedimiento de investigación del cerebro, la estimulación eléctrica de la corteza cerebral, (ESB = “Electrical Stimulation of the Brain”). Según L. A. Stevens, este método fue ideado por los cirujanos alemanes Gustav Fritsch (1838-1891) y Eduard Hitzig (1838-1907) que, al aplicar electrodos (conectados a una pequeña batería galvánica) en zonas descubiertas del cerebro a García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 5 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: consecuencia de heridas sufridas en la guerra, observan que, al excitar ciertas áreas de la corteza en la mitad anterior de los hemisferios, se provocaban ciertas reacciones de la musculatura esquelética, y éstas se perturbaban en caso de extirpación de tales áreas. H. Munk y Ferrier demuestran que laszonas del córtex insensibles a la estimulación artificial poseen funciones determinadas de recepción de estímulos y otras funciones sensoriales complejas cuya lesión provoca la Ramada ceguera psíquica (se ve el objeto, pero sin reconocerlo). En la misma década de 1870 se inicia otro procedimiento de investigación sumamente interesante para la fisiología: el procedimiento de estimulación periférica sensorial para detectar alteraciones de corriente nerviosa en la corteza. Esto se hizo posible gracias a que en 1858 el matemático y físico inglés Lord Kelvin inventara el galvanómetro reflector, capaz de detectar pequeñas corrientes que no acusaba el galvanómetro normal. Mediante el galvanómetro reflector, Richard Caton, catedrático de fisiología de Liverpool, registra las repercusiones de naturaleza eléctrica que tienen lugar en el cerebro ante estímulos sensoriales; trabajo con conejos y monos conectando directamente los electrodos sobre la materia gris del cerebro. Este descubrimiento tuvo lugar en los primeros años de la década de 1870 y significa la primera investigación de la actividad eléctrica espontánea del cerebro. Independientemente, se adjudicaban la primacía de este descubrimiento varios fisiólogos. En 1876, el ruso Vasili Yakilevich Danilevski, al preparar su tesis doctoral, hace el mismo descubrimiento. Lo mismo consiguen en 1883 Fleischl von Marxow, fisiólogo vienés, y el polaco Adoph Beck a finales de la década de 1880. A partir de aquí se iniciaron interesantes investigaciones sobre la actividad y funciones del cerebro. En una nota marginal del trabajo en el que Caton presenta los resultados -a la British Medical Association se refería, sin apenas darle importancia, a la posibilidad de colocar los electrodos en la parte externa del cráneo obteniendo también informes de las variaciones de corriente; sin darse cuenta, fue el pionero de la electroencefalografía (EEG). El registro fotográfico de las ondas fue realizado por primera vez por el ruso Vladimir V. Pravdich- Niminski (1912). La actividad del organismo contemplada a la luz del reflejo Según Pávlov, las investigaciones sobre la localización de las funciones cerebrales apenas ofrecen una adecuada información sobre las leyes del funcionamiento de la actividad nerviosa superior 1, que pueden ser estudiadas adecuadamente mediante el reflejo condicionado, mecanismo que explica por qué se da una respuesta ante un estímulo sin necesidad de acudir a hipótesis animistas o de índole subjetiva, alejadas de una auténtica base naturalista y científica. Es el estímulo y ciertas condiciones o circunstancias lo que determinan la respuesta. Esta misma afirmación, en su forma más simplificada, sirvió a Descartes para explicar el comportamiento de los animales (según Albert Richet, Descartes pensaba que también esto explicaba el comportamiento humano, pero, por terror a la dura crítica de la Iglesia, no se atrevió a defenderlo en sus obras). El concepto de reflejo comprende el estudio de los movimientos que involuntariamente se dan ante un estímulo y los mecanismos que intervienen en el proceso. La investigación de este tema supone un enfoque nuevo para ciertos problemas de la psicología, que en sus últimas consecuencias significa la reducción de la fisiología de todo fenómeno psíquico. Descartes, basándose en el estudio matemático de la reflexión, concibe, por analogía, la actividad de los animales como un efecto puramente mecánico de reflexión. El estímulo provoca una vibración que, al llegar al 1 Aunque los métodos de electrofisiología son aprovechados por los fisiólogos soviéticos pan CI estudio objetivo de la formación de 123 conexiones temporales, también A. R. Luria, en su obra El hombre con su mundo destrozado, estudia la personalidad de un herido de guerra basándose en ciertas lesiones del cerebro, localizadas en la región temporo-parieto-occipital. García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 6 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA sistema nervioso central («glándula pineal.), se .refleja,. (igual que la luz en el espejo) y produce sus efectos en el sistema muscular (en páginas anteriores comentamos con más detalle esto). «Durante los siglos XVII, XVIII y XIX se utilizó la noción de reflejo para el estudio de los segmentos inferiores del sistema nervioso central; así fue ascendiendo progresivamente de nivel hasta que Magnus, el continuador de Sherrington, demostró, después de trabajos básicos de su maestro sobre los reflejos medulares, el carácter reflejo de todos los actos locomotores fundamentales. La idea de reflejo, apoyada por los experimentos, halló su aplicación en todo el sistema nervioso central, excepto en los hemisferios cerebrales. El fisiólogo ruso I. Séchenov, basándose en los datos conocidos en su época sobre la fisiología del sistema nervioso, dio un paso() decisivo extendiendo la idea de reflejo a los hemisferios cerebrales de los animales y del hombre. En su monografía publicada en ruso en 1863 con el título de Los hemisferios del cerebro, intentó() demostrar que la actividad de los hemisferios cerebrales es refleja, es decir, determinada... A continuación; vamos a ver con cierto detalle estos pasos a los que alude Pávlov en sus .Lecciones sobre el trabajo de los hemisferios cerebrales» (lección primera, en Actividad nerviosa superior, pp. 125 y 126). Robert Whytt2'. (1714-1766), fisiólogo escocés, fue el primero en demostrar (mediante la técnica de extirpación progresiva de partes del sistema nervioso la existencia de un órgano central, capaz de transformar el impulso sensorial en motor, llegando a la conclusión de que era la sustancia gris del cerebro y de la médula espinal. Demostró incluso que puede darse un arco reflejo a nivel de un solo segmento 2 Robert Whytt, An Essay on the Vítal an Other Involuntary Motions of Anímals (1751). En esta publicación describe unos experimentos fisiológicos con la médula espinal de las ranas que suponen el primer importante estudio experimental publicado sobre Is acción refleja. Es interesante un artículo Jr L. Carmichael sobre la importancia que tiene Whytt para Is psicología:.Robert Whytt: A Conuribution uo the History of Physiological Psychology., Psycho/. Rev., 34:287-304, 1927. medular sin necesidad de intervenir toda la médula espinal. Todo su interés era localizar la fuente (el «principio sentiente» o «ánima sensitiva.) de los actos reflejos («movimientos vitales»). Whytt enfatizo la distinción entre estos movimientos «espontáneos., «automáticos», frente a los movimientos voluntarios, resultado de la voluntad. G. Prochaska (1749-1820), profesor de anatomía en Viena, en su obra De functionibus Systematis nervosi (1784), afirma que las impresiones sensoriales se transforman (son «reflejadas») en respuestas motoras en lo que él llamaba sensorium commune, situado en la médula espinal y zonas inferiores del cerebro (bulbo raquídeo), y mediante esta vis nervosa se preserva nuestro cuerpo del estímulo perturbador. Para Descartes, el estímulo se traducía en respuesta gracias a una especie de reflexión de naturaleza fisicomecánica, sin hablar de un proceso mediador y a la vez transformador. Tenemos un texto de Prochaska en el que se ve claramente su postura al respecto: «El reflejo de las impresiones sensoriales en los movimientos que se dan en el sensorio general no se produce en virtud de leyes simplemente físicas, según las cuales el ángulo de incidencia y la reacción es igual a la acción que la provoca,sino que se halla subordinado a leyes peculiares, como escritas por la naturaleza en la sustancia cerebral del sensorio» (Prochaska: Opera minorum anatomici physiologici et pathologici argumenti, tomo II, p. 150, Viena, 1800). Ya se ve aquí claramente la presencia de un sistema intermedio regulador del reflejo. Marshall Hall (1790-1857), médico inglés de Nottingham, dedica horas a investigar la función de la médula en animales decapitados entre la segunda y tercera vértebra. En 1832, da a conocer al Comité Científico de la Sociedad Zoológica un escrito «sobre la función del reflejo de la médula oblongada y la médula espinal. (Philos. Trans., 123:635-665, 1833). En este escrito afirma la existencia de dos cerebros, uno espinal, siempre despierto y alerta (ubica en la sustancia gris de la médula los movimientos reflejos) y otro en la cabeza, que necesita descanso y es raíz de los movimientos, voluntarios. Una polémica filosófica surge acerca de la existencia de dos cerebros: ¿supone esto la existencia de dos almas?, los animales decorticados pueden seguir viviendo hasta meses, ¿con qué tipo de alma MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 7 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: se quedan?... Estas y otras preguntas preocuparon a pensadores de la época. Eduard F. W. Pfluger (1829-1910) fue, en Berlín, discípulo de Johannes Muller y de Du Bois-Reymond. En 1868 fundó el .Archiv fur die gesamte Physiologie». Siguiendo la tendencia reduccionista y antivitalista que tan en boga estaba por aquel entonces en Alemania, sostuvo que tanto el movimiento reflejo como el voluntario están en la misma medida sometidos a ley. Demostrar esto sería un gran paso para la psicofisiología. El comienzo de este intento le corresponde a Séchenov, y un desarrollo bastante fructífero lo llevará a cabo Pávlov, al investigar sobre los procesos de la actividad nerviosa superior y sus leyes. Sir Charles Scott Sherrington (1857-1951), de la escuela de Cambridge (fundada por el fisiólogo Sir Michael Foster), cacedrático de fisiología de Liverpool (1895-1913) y de Oxford (1913-1935), consigue en 1932 el premio Nobel de Fisiología por sus interesantes estudios sobre el arco reflejo. La fisiología experimental desde la época de Whytt hasta Sherrington había avanzado mucho. Sherrington tiene ocasión de trabajar en Estrasburgo con Friedrich Leopold Goltz (1834- 1902) famoso fisiólogo alemán, discípulo de Helmholtz, que conseguía mantener (mediante una delicada intervención quirúrgica) vivos durante mucho tiempo a perros decorticados. En un viaje a España tiene ocasión de cambiar impresiones con Ramón y Cajal. Basándose en los descubrimientos de estos dos científicos, Sherrington, en la década de 1890, estudia minuciosa y pacientemente todos los nervios que van hacia y salen de la médula y bulbo raquídeo; para ello trabaja con sus famosos .animales espinales» o descerebrados (gatos, perros, monos). La excitación sensorial llega al “órgano central” (médula espinal), que reacciona desconectando y conectando los nervios pertinentes, siendo una «especie de cuadro de distribución» para activar uno u otro nervio motor. El resultado de estas experiencias lo dio a conocer en diez conferencias que pronunció en 1906 en la Universidad de Yale, publicadas con el título La acción integradora del sistema nervioso central. Reconoce Pávlov la autoridad de Sherrington en materia de reflejo a nivel medular, pero al hablar de actividad psíquica superior parece no comprender, dice Pávlov, la relación de esta actividad (la inteligencia) con la actividad nerviosa del cerebro. Pávlov recuerda unas palabras que le dijo en Londres (1912) Sherrington: «sus reflejos condicionados no tendrán éxito en Inglaterra porque huelen a materialismo». Para Sherrington no hay ningún punto.de vista material que pueda abordar las relaciones del espíritu y del cerebro. Sherrington mantiene una postura dualista, filosófica idealista y subjetivista, anticientífica según Pávlov; al afirmar que si bien la actividad nerviosa inferior puede ser estudiada mediante el reflejo, la actividad superior no puede estudiarse así, ya que está circunscrita a la influencia del espíritu. Pávlov ataca con dureza esta concepción idealista de Sherrington: «Está enfermo y, aunque solo tenga setenta años, padece signos evidentes de senilidad y de envejecimiento». A Pávlov, lo que más le molesta de Sherrington es que afirme que el estudio del hombre mediante los reflejos es algo peligroso para la humanidad y que cederá el lugar a una nueva era del dominio del animal. El fisiólogo ruso Ivan M. Séchenov (1824-1905) es el primero que trata de aplicar el concepto del reflejo a la actividad nerviosa superior (en su obra Los reflejos cerebrales, 1863). Da un paso importante al descubrir «mecanismos cerebrales» de naturaleza fisiológica de «inhibición» y de «intensificación», reguladores de la *actividad muscular. (conducta). Partiendo de este supuesto de reducir todo tipo de conducta al modelo reflejo, I. P. Pávlov da un paso más al descubrir experimentalmente el reflejo condicionado, sus ocho condiciones de formación y una de mantenimiento y los procesos cerebrales de inhibición, desinhibición y excitación, así como las leyes de dichos procesos: concentración, excitación e inducción. A esta tarea se dedicó Pávlov desde Ios comienzos de este siglo hasta la fecha de su muerte, en 1936. García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 8 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: II. LOS PRIMEROS PASOS DE LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA INDEPENDIENTE Y EXPERIMENTAL Carácter científico de la psicología: Johann Friedrich Herbart (1776-1841) Herbart sucedió a Kant en la cátedra de Filosofía de la Universidad de Konigsberg. En su obra La psicología como ciencia fundamentada en la experiencia, en la metafísica y en la matemática (1824-1825), pretende demostrar el carácter independiente y científico de la psicología. Como Kant, pensaba que la psicología no podía ser una ciencia experimental, a menos que su contenido pudiera expresarse matemáticamente. Para Kant, el espíritu no podía ser tratado de este modo, pero, según Herbart, en la mente existen contenidos cuyas relaciones dinámicas pueden, de algún modo, expresarse como formulas matemáticas. Las sensaciones, imágenes e ideas tienen energía, y unas más que onzas, algunas son compatibles, se rechazan mutuamente, desplazando la que tiene más energía a la otra. La idea dominada pasa a un estado de menor conciencia, no desaparece totalmente, y de alguna manera sigue influyendo en la mente. Para expresar adecuadamente esta situación, Herbart acude al concepto de limen o umbral de la conciencia, ya esbozado por Leibnitz, pero que en Herbart adquiere una dimensión más dinámica, al referirse a una frontera o límite por debajo del cual existen ciertas ideas forzadas por otras. Freud insistirá en este aspecto y Fechner tratará de medir el valor de ese limen o umbral! absoluto inferior de la sensación (que representa la intensidad de energía física necesaria para que empecemos a percatarnos de tal estimulación). AI hablar Herbart de los contenidos de la mente dotados de energía medible, compatible o incompatible, está asentando Ias bases de la teoría de campo de K. Lewin, un psicólogo alemán que en la década de 1930 expresará la dinámica mental y vital por medio de fuerzas y sus resultantes. De Leibnitz tomó Herbart otro concepto interesante, que amplio y sirvió de puente a futuras generaciones, el concepto de “masa aperceptiva”, al que dio una dimensión pedagógica. Según este concepto, nuestras ideas pasadas forman una «masa aperceptiva., un trasfondo sobre el que cae cada nueva idea, siendoseleccionada e interpretada en función de tal contexto. Para que una idea quede asimilada adecuadamente debe integrarse dentro de una masa aperceptiva adecuada a la misma. La educación debe tener en cuenta esto para desarrollar «masas apercepti- vas» convenientes y seleccionar, en función de ellas, el material nuevo que el sujeto debe aprender. Al hablar de una base para la interpretación de cada experiencia se convierte Herbart en antecedente de todos aquellos psicólogos que explican la percepción y que, por otro lado, parten también de la idea de Helmholtz de la «inferencia inconsciente», entre los que contamos a Titchener en su «teoría del contexto; la «hipótesis» de los teóricos del “New look”.; la doctrina del funcionalismo transaccional de Ames; la teoría del nivel de adaptación de Helson; el probabilismo de Brunswik, etcétera. Herbart era un filósofo y ofreció ideas interesantes a los psicólogos, pero él personalmente no trabajó empíricamente con ellas. Weber y Fechner son los primeros en intentar medir la fuerza de una sensación. La psicofísica (Weber y Fechner) E. H. Weber (1795-1878) fue profesor de anatomía comparada en la Universidad de Leipzig. En 1834 publicó en latín una interesante obra titulada “De pulse, resortione auditu et tactu: annotationes anatomicae et physiologicae” (Leipzig, Koehler). Weber realizó) sencillos experimentos pretendiendo media algunos aspectos de las sensaciones táctiles, musculares y visuales. Deseando averiguar cuál era la distancia más pequeña que debía haber entre dos estímulos para percibirlos como distintos, se sirvió de un compás de dos puntas que aplicaba a un individuo. Unas veces le tocaba con una sola punta del compás y otras con las dos, preguntándole cuántas sentía: la García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 9 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: distancia de las puntas era aumentada gradualmente en sucesivas aplicaciones. El sujeto era estimulado en distintas partes de su cuerpo y, naturalmente, la vista no participaba en el experimento. Después de algunas estimulaciones, Ilegaba un momento en que sentía dos estímulos, uno en cada puma. En este instante, Weber decía que había atravesado un umbral: «Umbra] de dos puntas». Weber saco de su experimento diversas conclusiones: la distancia mínima en que se percibían las dos puntas del compás variaba de unos individuos a otros, era variable según la parte del cuerpo estimulada. La percepción de los estímulos en la distancia más corta se lograba en las yemas de los dedos y en la lengua, mientras que el hombro era la zona corporal que necesitaba mayor amplitud entre las puntas del compás para que ambas fueran percibidas. Deseando saber la importancia que pudieran tener las sensaciones musculares para diferenciar pesos de distinta magnitud, llevo a cabo algunos experimentos. Consistían éstos en colocar en las manos del sujeto, simultánea o alternativamente, sendos pesos (en una mano ponía el peso patrón, en la otra iba colocando los distintos elementos de un juego de pesos; la vista no intervenía); otras veces los pesos tenían que ser levantados, con lo que hacía intervenir, además de las sensaciones táctiles, como en el primer procedimiento, las musculares o cinestésicas. Estos experimentos le llevaron a la convicción de que las sensaciones musculares participaban en la discriminación de pesos, pues, en el segundo procedimiento, el sujeto era capaz de discriminar cuando la magnitud del peso patrón y la del que se comparaba con él estaban en proporción de 29/30; sin embargo, cuando sólo actuaba el tacto (primera modalidad), la proporción entre ambas magnitudes debía ser de 22,5/30. Los resultados obtenidos con las sensaciones táctiles y musculares permitieron a Weber sacar una conclusión de gran valor: discriminamos entre dos estímulos, no debido a la diferencia absoluta de sus magnitudes, sino en virtud de sus diferencias relativas. Esta diferencia es la que viene expresada por el cociente de ambas magnitudes; Weber la llamo «mínima diferencia perceptible». Los estudios sobre sensaciones visuales estaban encaminados a comprobar si en ellas se cumplían las observaciones habidas en los otros campos sensoriales. El experimento consistía en averiguar cuál de dos líneas rectas que se presentaban a un sujeto era la más larga. Las rectas — una línea patrón y la otra de longitud variable en cada exposición— se presentaban ya simultáneamente, ya sucesivamente. En el primer caso, bastaba que una recta fuera de 1/100 a 1/50 más larga que la otra para que fueran percibidas como distintas. En el caso de exposición sucesiva se necesitaba una diferencia mínima de 1/20. De lo que se dedujo que en este caso, como en los anteriores, lo importante no era la diferencia absoluta de las líneas, sino la diferencia relativa. Con estos experimentos Weber intenta averiguar la relación existente entre los cambios de magnitud del estímulo y su correspondiente sensación. Advirtió que para percibir un incremento en cualquier sensación no es suficiente el mismo incremento en el estímulo. El aumento necesario depende de la magnitud del estímulo. Si el estímulo es muy pequeño, un ligero incremento es suficiente para que el sujeto perciba un aumento en la sensación, pero si el estímulo es muy grande, necesitará mayor cantidad de incremento para empezar a notar una sensación mayor. Weber se da cuenta de que existe una relación entre la intensidad de la estimulación y el incremento necesario para tener una sensación mayor. El incremento de estímulo necesario para hacer aumentar mínimamente la sensación es un porcentaje fijo de la magnitud de la intensidad del estímulo. Por ejemplo, si tenemos un estímulo de intensidad igual a 100 y necesitamos para obtener un incremento en la sensación aumentar en cinco (5 %) tal intensidad; para una intensidad base de 200 necesitaremos aumentarla también en un 5 % (es decir, 210), y para 300 necesitamos incrementar hasta 315 para notar un nuevo aumento en la sensación, y así sucesivamente. En todos estos casos es necesario aumentar en un mismo porcentaje la estimulación base. A este porcentaje fijo se le denomino “constante de Weber”. G. Th. Fecbner (1801-1887) fue catedrático de física en la Universidad de García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA MÓDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGÍA 10 Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: Leipzig desde 1834. En 1839 sufre una grave lesión en la vista cuando investigaba el fenómeno de las postimágenes originadas al contemplar estímulos luminosos. La lesión se complica con un trastorno de tipo nervioso y ha de abandonar su labor docente y la experimentación. En 1843, se restablece de su enfermedad y acepta la cátedra de filosofía natural, antropología y estética de la Universidad de Leipzig. En 1850, experimentando sobre las sensaciones visuales, comprueba que a un aumento del estímulo físico (brillantez) no corresponde un aumento en la misma medida en la sensación (luminancia). Esto le lleva a pensar que «lo espiritual no aumenta ni disminuye directamente con lo material, sino que los cambios del primero corresponden a las modificaciones proporcionales del último». Sus esfuerzos se encaminan desde entonces a la búsqueda de una ley matemática que exprese la relación existente entre estímulo físico y respuesta psíquica. En otras palabras, su preocupación fundamental era descubrir la naturaleza de las relaciones entre el mundo material y el espiritual. Su obra Elemente der Psychophysik (Leipzig, Britkopf and Harrel, 1860, dos volúmenes) es el fruto de muchos añosde investigación seria y minuciosa apoyada en múltiples experimentos. Con esta publicación, Fechner viene a crear una nueva ciencia: la psicofísica, cuyo objeto es el estudio de las relaciones funcionales entre mente y cuerpo. Su campo de acción abarcaría la sensación, percepción, sentimiento, acción, atención... Fechner, sin embargo, se ocupó solo del estudio de las sensaciones, partiendo de la hipótesis de que eran más fácilmente mensurables con los métodos entonces existentes. A pesar de sus estudios de medicina, Fechner se sentía atraído por los métodos cuantitativos de las ciencias naturales y por la problemática de la filosofía de la naturaleza. Pensaba que esos métodos bien podían hacer accesible el mundo interior del hombre. Por otra parte, el objeto de la filosofía de la naturaleza —mostrar el significado espiritual de los fenómenos naturales— tenía mucho que ver con su preocupación fundamental: la búsqueda de la relación cuantitativa que pudiera haber entre el mundo objetivo de la naturaleza y el mundo subjetivo del espíritu. Trabajo incansablemente con una paciencia y una precisión metodológica dignas de encomio. Un día que experimentaba con bujías que encendía y apagaba para observar la sensación que producían, notó, que la sensación no aumentaba o disminuía en la misma intensidad que el estímulo; parecía ser que, para lograr el aumento de la sensación en progresión aritmética, había que aumentar el estímulo en progresión geométrica. Según esto, si suponemos que la cantidad de estímulo existente es equivalente a 2, y la sensación del sujeto es igualmente expresada en 2, para conseguir aumentos en la sensación equivalentes a 3, 4, 5 y6 tendremos que elevar la intensidada del estímulo en 4, 8, 16 y 32, respectivamente; la acción del estímulo es, pues, relativa. Para comprobar esta hipótesis recurrió a diversos campos sensoriales: visual, táctil, muscular, etc. Cuando había comenzado estos trabajos conoció la obra de Weber, iniciada varios años antes. El principio que Weber había establecido, según el cual discriminamos entre dos estímulos no por la diferencia absoluta, fue muy considerado por Fechner, quien acometió la empresa de comprobarlo experimentalmente y de darle precisión matemática. Fechner dedujo de sus experimentos que el aumento relativo del estímulo necesario para ser percibido debía ser diferente en cada uno de los campos sensoriales. Así pues, la fórmula con la que trató de reflejar la relación existente entre el hecho subjetivo (sensación) y el hecho objetivo (estímulo) debía llevar una constante (k) distinta para cada modalidad sensorial. La fórmula matemática que expresa lo que se conoce con el nombre de Ley de Weber-Fechner, es: g=Jlogb/b En la que g es la intensidad de la sensación, J una constante para cada tipo sensorial, b la intensidad del estímulo presentado y b la intensidad de ese estímulo en el umbral. García, V. L.; Moya, S. J. y Rodríguez-,D. S. (1992) Historia de la Psicología I. Introducción. Madrid. Siglo XXI. UNIDAD III LA PSICOFÍSICA
Compartir