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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO Posgrado en Artes y Diseño Facultad de Artes y Diseño El personaje de humor satírico, absurdo y siniestro en los Caprichos de Goya y ejemplos del siglo XX Tesis QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE: Maestra en Artes Visuales PRESENTA: Patricia Blanco Perea TUTORA DE TESIS Mtra. Ana Mayoral Marín Facultad de Artes y Diseño MIEMBROS DEL COMITÉ TUTOR Mtro. Sergio Koleff Osorio Facultad de Artes y Diseño Dr. Ricardo Pavel Ferrer Blancas Facultad de Artes y Diseño Mtro. Darío Alberto Meléndez Manzano Facultad de Artes y Diseño Mtro. Raúl Méndez Cerqueda Facultad de Artes y Diseño Ciudad Universitaria, Cd. Mx. Mayo, 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos A Mateo, a mi mamá, a la Fundación UNAM, a Ana Mayoral, a Vicente Jurado a José Santiago a Alfonso Colorado y a todos los que, con su compañía y apoyo, me ayudaron a que esta tesis fuera posible. El personaje de humor satírico, absurdo y siniestro en los Caprichos de Goya y ejemplos del siglo XX 7 Índice Nota aclaratoria Introducción Capítulo 1. El humor siniestro en la gráfica 1.1 Sobre el humor en general 1.2 Lo siniestro 1.3 El humor siniestro y ejemplos en la gráfica Capítulo 2. Análisis de los Caprichos y de obras con humor siniestro 2.1 Francisco de Goya 2.1.1 Apuntes biográficos que influyeron en los Caprichos 2.1.2 Los Caprichos 2.1.3 La técnica y estilo de Goya en la serie Caprichos 2.1.4 Personajes recurrentes 2.1.5 Lo satírico, lo absurdo y lo siniestro en los Caprichos 2.1.6 Relación entre la estampa y su frase 2.2 Análisis de la imagen con el método de Erwin Panofsky 2.2.1 Los Chinchillas 2.2.2 Subir y bajar 2.2.3 Volaverunt 2.2.4 Aguarda que te unten 2.3 Alfred Kubin 2.3.1 Personajes de Alfred Kubin 2.4 Edward Gorey 2.4.1 Personajes de Edward Gorey 2.5 Roland Topor 2.5.1 Personajes de Roland Topor 2.6 Virginia Mori 2.6.1 Personajes de Virginia Mori Capítulo 3. Una propuesta personal de humor siniestro 3.1 Proceso creativo personal 3.2 Técnicas y materiales empleados 3.3 Una propuesta de humor siniestro 3.4 Análisis de la imagen con el método de Erwin Panofsky 8 3.4.1 Al final la nada 3.4.2 A mis cuervos no los dejo ir 3.5 Libros de artista o alternativos 3.5.1 Libro Personajes de una vida absurda 3.5.2 Libro Todos somos fauna que vino del mar 3.6 Animación A mis cuervos no los dejo ir Conclusiones Anexos 1. Entrevista a Virginia Mori 2. Un acercamiento al humor y al personaje. Primeros personajes 3. Burlar al miedo. Grabados con humor siniestro. 4. El estado. Serie En crisis 5. Libro 8 x 8. Hallazgos en una sociedad rota 6. Libro Recolección diaria 7. Libro Proceso de maestría 8. Cerámica Glosario Bibliografía 9 Nota aclaratoria Apreciable lector, para facilitar la comprensión y el disfrute de la lectura de esta tesis, cabe aclarar lo siguiente: El título de esta tesis ha pasado por varios cambios. El proceso ha tenido una serie de movimientos y reconstrucciones, de tal modo que el título registrado oficialmente podría aún tener más modificaciones. El personaje de humor satírico, absurdo y siniestro en los Caprichos de Goya y ejemplos del siglo XX, es medianamente atinado, ya que, no refleja a lo siniestro como foco principal y no incluye al capítulo 3, mi propuesta sobre el tema. Por motivos administrativos queda así en portada, sin embargo, me parece pertinente aclarar que el título podría ajustarse más adecuadamente a lo siguiente: El humor siniestro en la producción de imágenes. Análisis de los Caprichos de Goya, ejemplos del siglo XX y XXI y propuesta personal. Agradezco su interés. 10 Introducción Uno de los temas en el arte que no pierden vigencia, desde mi punto de vista, es el que se relaciona con situaciones y propuestas cargadas de humor; la historia del arte, en particular en la gráfica y el dibujo, ha mostrado una inmensa producción en este sentido. El presente proyecto pretende dar algunas pautas respecto a este tema tan amplio, de manera que el análisis teórico servirá para sentar las bases de una producción propia. Para el desarrollo de esta investigación-producción analizaré, de manera general, algunos aspectos centrales del humor para abordar en seguida un humor particular, relacionado con lo siniestro, dado que, me parece, la relación entre humor y lo siniestro ha sido poco analizado. De este modo, el objetivo central de esta investigación es mostrar referentes en las artes visuales que han servido de inspiración y motivado la producción de mi trabajo, así como presentar una serie de imágenes que fueron el resultado de esa influencia. Para tener un panorama más amplio de las imágenes centrales que presento (tanto del segundo como del tercer capítulo) me apoyo en el método de análisis de Erwin Panofsky, el cual plantea en tres niveles un acercamiento profundo a las imágenes: análisis preiconográfico, el análisis iconográfico y la interpretación iconológica; así es posible llegar a las cualidades simbólicas de cada imagen mediante una minuciosa observarción, un estudio histórico o una comparación con los antecedentes temáticos, según sea el caso. Quizá sea el concepto de lo siniestro sea el menos ligado con el humor, por su parte la sátira y lo absurdo sin duda alguna contienen cierta dosis de humor, pero acerca de la relación entre humor y siniestro se ha hablado muy poco. Para comenzar, en el primer capítulo estableceré un panorama conceptual acerca del humor, donde comentaré algunas de sus peculiaridades, y de modo más particular abordaré lo siniestro y su relación con el humor. A la par comentaré algunos trabajos en las artes plásticas, en la gráfica especialmente, respecto a estos conceptos. En el segundo apartado, presentaré a algunos de los artistas plásticos más destacados en estos temas, así como sus respectivas obras. La selección no obedece a criterios históricos, ni de estilo, sino que, se trata de una selección personal, la cual ha influenciado, de manera 11 determinante, mi trabajo en la plástica. Primero hablaré de cuatro estampas de la serie Caprichos de Francisco de Goya. Podría haber elegido únicamente las obras de este pintor español, en tanto que posee una rica colección creativa en el tema, sin embargo, me parece importante mencionar a otros artistas, y sus respectivos personajes, ambientes y escenas, porque incluyen conceptos, gestos, trazos e ideas que desarrollan precisamente el humor siniestro y por tanto, motivan mi imaginación e influyen en mi producción. Después de las obras de Goya, mostraré a cuatro artistas del siglo XX, quienes han tenido como referencia y antecedente al autor de los Caprichos: Alfred Kubin, Edward Gorey, Roland Topor y Virginia Mori. La elección de éstos fue una labor complicada y ardua, y es resultado de una extensa lista; como es entendible, quedaron fuera otros artistas, porque en un análisis de esta naturaleza es imposible meterlos a todos, por ejemplo: Marius de Zayas, Odilon Redon, Karl Arnold, entre otros. Cada obra seleccionada posee esa dupla misteriosa: humor y siniestro. Finalmente, en el tercer capítulo muestro una parte medular de mi producción, principalmente de grabado, respecto al tema mencionado. En el proceso los primeros dibujosson individuales, poco a poco surgieron otros que pertenecen a determinada serie o se concibieron como piezas de una obra más grade y compleja. En el tercer capítulo analizo únicamente las más cercanas al tema en cuestión, así como par de propuestas de libros de artista, pero al final del texto incluyo un anexo donde se podrá apreciar el resultado completo de este proceso. Capítulo 1 El humor siniestro en la gráfica 14 Capítulo 1 El humor siniestro en la gráfica Reír es una manera de nacer, la otra, la nuestra, es llorar Octavio Paz En este capítulo presento un panorama general del humor, al humor siniestro en particular y su presencia en la producción de imágenes. 1.1 Sobre el humor en general Tratar de encajar el humor en una definición precisa es un asunto complicado, quizá imposible, varios teóricos lo han intentado, unos se aproximan, otros dan saltos sobre él y estructuran posibles teorías, y otros vierten conceptos sobre su naturaleza; ante esta situación aventuro una analogía: “definir el humor es como intentar atrapar un insecto que vuela, y por más que teóricos intenten atraparlo, ceñirlo, hacerlo suyo, el humor escapa a una definición tajante como si se tratara de una mosca”. Cabe tomar en cuenta que el acto de reír, quizás, es tan antiguo como la misma humanidad, por tanto, es vano hablar con certeza de qué es o cómo inicia el humor. No obstante, Henri Bergson1, decía que la inteligencia se caracteriza por una incomprensión natural de la vida, 1 Henri Bergson. La risa. Espasa-Calpe, Mexicana, S. A., México, 1995. p 25. 15 Fotograma de la película La guerre du feu de Jean Jaques Annaud y también que el hombre es el único animal que ríe , confiriéndonos con esto una ventaja sobre el “bicho en cuestión”. Por otro lado, Eduardo Jáuregui asevera que: “Es como si la risa misma fuera la más astuta de las bufonas, capaz de burlarse con terribles pedorretas de todos nuestros torpes intentos de atraparla y definirla.”2 ¿Cómo habrá sido la primer carcajada de un ser humano, de qué se reía? ¿Ocurrió de súbito o fue creciente, comenzando por una pequeña risa hasta convertirse en explosión? ¿Acaso fue como en la película La guerra del fuego3 donde se reconstruyen escenas de esos posibles primeros hallazgos, entre los cuales aparece el humor, luego de que un hombre prehistórico es golpeado en la cabeza? También en estos casos nos enfrentamos de nuevo con el “insecto inatrapable”, no se sabe con certeza el origen de ese momento gracioso en la historia de la humanidad, así que sólo puedo imaginar un accidente como ese o quizás algún hombre de las cavernas golpeando a otro con un instrumento, alguno que dio un tropezón, o alguien sintió cosquillas con la hierba, aunque estas aseveraciones son producto de la cultura actual, de lo que para nuestra sociedad es gracioso. Hay que considerar además que dicha sociedad ha visto innumerables películas que en gran medida han formado parte de su educación. Y esos accidentes que entre nosotros ocurren por una falta de control, como el hipo, dejar caer el bocado, tropezar, soltar una ventosidad, en aquel contexto prehistórico quizás no tenían el mismo sentido gracioso, tal vez sucedía con mayor frecuencia y se mezclaban alientos, olores, golpes, excitaciones, y 2 Eduardo Jáuregui Narváez. El sentido del humor. Manual de instrucciones. Integral, Barcelona, 2007. p 53. 3 Jean Jaques Annaud. Película La guerre du feu. Francia, 1981. 16 Máscaras de madera procedentes de Oceanía región del Sepik un sinfín de actos faltos de pudor que en nuestros días sofocarían a cualquier persona orgullosa de guardar las buenas maneras. En este mismo sentido, Luis Beltrán Almería dice que: “Lo extraño y particular es la seriedad que es expresión de desigualdad cultural y social que se da en el periodo que llamamos Historia. La cultura primitiva es, en esencia, alegre e igualitaria. Y esa cultura pervive de formas diversas en el periodo histórico, subordinada por la cultura de la seriedad.”4 Aventuro así, otra posibilidad, quizá existió algo más que se ha borrado de nuestra sensibilidad, porqué no pensar que en aquel tiempo era motivo de risa la lluvia, una quemadura, la observación de un insecto, jalarse de los cabellos, o bien el descubrimiento del sonido de las palmas chocando. Finalmente no nos queda más que seguir especulando. Una de las primeras referencias al humor se encuentra en la Biblia, particularmente en Eclesiastés 9:21-23: “El tonto ríe a gritos, mientras que el hombre de buen sentido apenas sonríe”, en Eclesiastés 7:3 “Mejor es el pesar que la risa, porque la tristeza en el rostro se enmendará el 4 Luis Beltrán Almería. Anatomía de la risa. Ediciones Sin nombre/Conacyt/ Universidad de Sonora, México, 2011. p 14. 17 corazón”. En Proverbios 4:13 “Aun en la risa tendrá dolor el corazón; y el término de la alegría congoja”. Por su parte en Santiago 4:9 “Afligíos y lamentad y llorad. Vuestra risa se convertirá en lloro y vuestro gozo en tristeza”. Finalmente en Mateo 5:4 se lee: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.”5 La inclusión de la risa y el humor en la vida cotidiana y en el arte han ido ganando terreno poco a poco. Las estudiosas Claudia Gidi y Martha Elena Munguía comentan que: “Mientras en la Edad Media la risa ha vivido fuera de la ideología oficial y de la literatura elevada, invade ese ámbito en el Renacimiento, gracias al avance de las lenguas vernáculas a costa del latín y a la alteración de las fronteras ideológicas relacionadas con ellas.”6 De ser algo condenado y mal visto, el humor en nuestros días es considerado un bien, un lujo, una medicina. Pero no en todos lados se detona del mismo modo. Hay muchos factores que propician que se dé y funcione un evento cómico. Además del contexto temporal, están las variantes geográficas y culturales. Por ejemplo, en China no se ríen de lo mismo que en Perú. En Chiapas no es igual de graciosa una situación que en Monterrey. En mi casa no se ríen de los chistes locales de la familia del vecino. Ello sucede porque existen distintos valores culturales, un cúmulo de experiencias y aprendizajes que nos dan un parámetro con el cual se acciona nuestro humor, por ejemplo, las jerarquías de poder, las diferencias económicas, el nivel de educación; o las carencias o virtudes del grupo social, como son: el machismo, el racismo, los hábitos en general, el albur, los juegos, danzas o expresiones, propios de cada sociedad o grupo cultural. Por lo anterior, sentido del humor es, a mi juicio, la disposición para crear o disfrutar los chistes, las situaciones cómicas, los disparates, las ironías, ocurrencias, etc, es decir, es el talento que se requiere para provocar la risa, la sonrisa o la reflexión aguda, así como para experimentarlas. Además de que, en el interior de cada grupo social o cultural, existe la complicidad para detonar el humor. Cuando se crea un intercambio de acuerdos, se entiende el mismo lenguaje de acción- reacción, el humor fluye con mayor facilidad y encuentra una fuente creativa. Esa complicidad tiene ingredientes que la favorecen: la 5 S/A Santa Biblia. Editorial Verbo Divino. 2012 6 Claudia Gidi, Martha Elena Munguía. La risa: luces y sombras. Bonilla Artigas Editores/Universidad Veracruzana, México, 2012. p 28. 18 educación, los intereses personales, las relaciones entre las personas. Recordemos que “Entre los clásicos, Demócrito definió a la risa como una riqueza subjetiva propia sólo del hombre maduro y posteriormente esclarecido, Aristóteles consideró que constituye un privilegio espiritual supremo, lo que distingue al hombre del animal, un niño se convierte en ser humano cuando ríe por primera vez”.7 Entre los aspectos que destacan de la risa está su capacidad de contagio, se incrementa cuando otro ríe de lo mismo que uno ríe, y aún más cuando en una multitud todos ríen. Reír individualmente sucede al leer, al ver la televisión, o recordaralgo ocasionalmente y en estos casos será, la mayoría de las veces, una risa corta, como un “traguito” de humor. Cuando la risa aparece en una conversación puede ser mayor ese “traguito”, la risa aumenta, puede durar mucho más hasta formar un “árbol” de risas, “una ramita con más ramitas y cada una con ramitas nuevas de risa”. En una reunión o una fiesta, donde un grupo de personas ríe, éstas aumentan aún más, y este coro estruendoso produce un contagio que provocará todavía más risa, sin pena, dado que todos ríen y la risa propia se confunde con la de los demás. Pero si uno es el 7 Graciela Cándano. La seriedad y la risa. UNAM, México, 2000. p 20. Grupo musical de Argentina Les Luthiers 19 Fotograma de la película Tiempos Modernos de Charles Chaplin blanco de la risa, el sujeto expuesto, o la persona de la que se burlan, será mayor también la pena, el pudor o el enojo incluso, por ser tomados por sorpresa. Lo mismo se puede decir del teatro, de un concierto u otro evento donde se reúna cierta multitud que ríe, aumenta, de igual modo la risa pero al mismo tiempo hay algo impersonal, existe una idea muy generalizada de la que todos ríen y al tiempo que esto sucede, el objeto o sujeto que produce el humor y se dirige a nosotros no puede tener el control de mirarnos a los ojos, o de incluirnos en sus chistes, para él sólo somos multitud, y eso tiene para nosotros un elemento de defensa, es el escudo perfecto para reírnos del él sin ser descubiertos. En consecuencia, se pueden trazar dos líneas de pensamiento sobre la risa que se despliegan a lo largo de la historia: [...]“la primera puede enunciarse de modo resumido así: la risa es la manifestación de una alegría que nace, sin embargo, por un sentimiento de superioridad, ante la contemplación de lo feo y lo deforme, en esta medida, o lleva implícita una agresión o esconde una tristeza. La segunda línea, menos trabajada aunque bastante fuerte, parte de la idea de la risa como una expresión liberadora y regeneradora que nace de la simple alegría de vivir.”8 8 Claudia Gidi, Martha Elena Munguía. La risa: luces y sombras. Bonilla Artigas Edito- res-Universidad Veracruzana, México, 2012. 20 Es evidente que esta división también depende, en gran medida, de la época, porque: “En la Edad Media la risa abierta se contraponía a la cultural oficial, a su tono serio y ascético. A ese mundo donde el llorar a mares era un lugar común, ya sea en las procesiones, los sermones, los entierros, ante la representación de la pasión de Jesucristo, o, incluso, con todas las solemnidades profanas.”9 Sin embargo, cabe destacar que aún perteneciendo a la misma cultura y estando en el mismo teatro, por ejemplo, habrá un ejercicio individual que encienda la “chispa” de lo humorístico del caso. Para ello se necesita cierto tipo de inteligencia que nos lleve a reír, puesto que: “La risa debe ser entendida como una transición de una cierta falta de libertad a una cierta libertad que permite al hombre superar sus miedos terrenales y espirituales.”10 Esto es, una lectura fluida y rápida de los hechos. De alguna manera se trata de hacer sinapsis. Por ello el humor corresponde a la inteligencia, a la relación de ideas, a la invención, al bagaje, a la información con la que se cuenta, y a la rapidez en el discurso. ¿A quién no le ha ocurrido contar un chiste y que, dada la complejidad o simpleza del mismo, nadie se ría o lo hagan por compromiso? ¿O quizá en algunas películas que parodian a otras películas, a personajes 9 Graciela Cándano. La seriedad y la risa. UNAM, México, 2000. p 27. 10 Arthur Koestler. En busca de lo absoluto. Kairós, Barcelona, 1998. p 91. Balli di Sfessania. Jacques Callot. Grabado 21 históricos o a eventos regionales, no produzcan ningún efecto en quien desconoce lo parodiado? El humor absurdo en las obras teatrales de Ionesco, por ejemplo, para algunos resultará incomprensible, oscuro, descubrirán el sinsentido pero no lo hallarán gracioso, para ello necesitarán profundizar en el texto, identificarse con él, encontrar un símil en la vida cotidiana, y quizá, conocer la intención del autor y de esa corriente teatral. El humor se acciona también cuando se quiebra la cotidianidad. En la vida diaria todo tiene un desarrollo habitual, una línea secuencia que es lo esperado, cuando se quiebra y sucede lo inesperado, uno de los resultados es la sorpresa y enseguida puede repercutir en una risa o carcajada, después vendrá la calma y lo cotidiando seguirá su curso de nuevo. Pues como dicie Graciela Cándano: “Uno de los encantos de la risa es su carácter de transitoriedad […] no es posible concebir una risa permanente sin imaginar al cuerpo de donde proviene retorcido por dolorosos espasmos y crispaciones, tal exceso sería fatal.”11 Ese quiebre, de igual forma, se da de manera natural y suele ser sorpresivo, aunque también se usa de manera artificial como lo hace un cirquero, un comediante, un cuenta chistes o un actor. La risa se convierte en un escape cuando nos sirve para “brincar” un obstáculo, un mal momento, un instante penoso, algo ridículo, o una tragedia. Estos momentos pueden ir desde una indiscreción dicha en una mesa con varias personas hasta un evento trágico. Ante el mundo que tenemos, no queda más que reír para sobrevivir. De manera global y de manera personal, los mexicanos sabemos hacer buen uso de esta herramienta. Perder la solemnidad, tomar distancia y observarse desde afuera permite reírse de uno mismo y aliviar el dolor de la tragedia, la vergüenza, el error o la pena. Justamente por esto “La risa y el dolor se expresan con los órganos en los que residen el mando y la ciencia del bien o del mal: los ojos y la boca.”12 Y aquí es donde entra nuestro tema de estudio, el arte, el dibujo particularmente como medio para sanar ese dolor. Un ejemplo del quiebre de la solemnidad, lo encuentro en el grupo musical argentino Les Luthiers, banda compuesta por seis músicos en los años sesentas, que presenta un show donde combinan la música de distintos 11 Graciela Cándano. La seriedad y la risa. UNAM, México, 2000. p 22. 12 Charles Baudelaire. Lo cómico y la caricatura. Visor, España, 1988. p 18. 22 estilos con letras cómicas y pequeños sketches de crítica y humor, además de que ellos mismos construyen sus instrumentos. Lo encontramos también en la literatura, por ejemplo, en algunas obras de Jorge Ibargüengoitia, o en el cine con Charles Chaplin; en el dibujo con de Roland Topor (1938-1997) o los grabados de Francisco Goya (1746-1828), por poner algunos ejemplos. Cada artista que representa escenas cómicas utiliza un cierto “tono humorístico”, a la manera en que los artistas emplean los colores, podríamos decir en consecuencia que el humor puede adquirir distintos tonos y colores. Así, por ejemplo, rojo para los chistes “subidos de tono” o que implican situaciones de carácter sexual, blanco para “almas inocentes” o chistes sin malicia alguna, negro para referir al humor cruel que usa lo trágico, la muerte o la desgracia para hacer una burla. Y en esa gama de tonos oscuros están la sátira, la ironía, sarcasmo, lo siniestro y absurdo que es el tema del presente proyecto. Finalmente es importante mencionar que el trabajo de hacer reír no se basa en fórmulas o tratados, como apunta uno de los hermanos Marx: “He leído muchos libros de autores que se dicen expertos en la materia, explicando la base del humor e intentando describir lo que es gracioso y lo que no lo es. Dudo que algún comediante pueda honradamente decir por qué es gracioso y por qué el vecino de al lado no lo es.”13 Cabe también señalar que la risa es, según Baudelaire, “esencialmente contradictoria, es signo de grandeza infinita y de una miseria infinita, miseria infinita respecto al Ser absoluto del que posee la concepción y grandeza absoluta respecto a los animales [...] La risa es la expresión de un sentimiento doble o contradictorio; por eso hay convulsión.”14 Y esadualidad o contradicción se da también al unir lo siniestro con el humor. 1.2 Lo siniestro Para hablar de lo siniestro, debemos tomar en cuenta que el concepto de “siniestro” encierra varias acepciones, una de éstas lo considera como contraparte de lo diestro. Siniestro, también es sustantivo que designa al suceso catastrófico que como consecuencia da lugar a 13 Groucho Marx. Groucho y yo. Fábula Tusquets Editores, Barcelona, 1988. p 83. 14 Charles Baudelaire. Lo cómico y la caricatura. Visor, España, 1988. p 18. 23 pérdidas humanas y materiales. Asimismo lo siniestro se refiere a lo oculto, lo malintencionado, lo perverso, funesto, desgraciado, macabro y tenebroso. De acuerdo con la Real Academia Española significa: 1. Avieso y malintencionado. 2. Infeliz, funesto o aciago. 3. Propensión o inclinación a lo malo. Nos enfocaremos en lo siniestro como lo oculto, sombrío, tenebroso, triste, ominoso y macabro, el sentimiento de lo siniestro, dejando de lado las primeras definiciones. En su ensayo, Freud aborda el tema del siguiente modo: La voz alemana «unheimlich» es, sin duda, el antónimo de «heimlich» y de «heimisch» (íntimo, secreto, y familiar, hogareño, doméstico), imponiéndose en consecuencia la deducción de que lo siniestro causa espanto precisamente porque no es conocido, familiar. Pero, naturalmente, no todo lo que es nuevo e insólito es por ello espantoso, de modo que aquella relación no es reversible. Cuanto se puede afirmar es que lo novedoso se torna fácilmente espantoso y siniestro; pero sólo algunas cosas novedosas son espantosas; de ningún modo lo son todas. Es menester que a lo nuevo y desacostumbrado se agregue algo para convertirlo en siniestro.15 Más recientemente Welchmann apunta que lo siniestro es el resultado 15 Sigmund Freud. Obras completas. Tomo III. Editorial Biblioteca nueva, Madrid, 1973. p 2484. Porfirio Díaz y el sultán de Turquía Abdul Hamid. Marius de Zayas. Caricatura en carboncillo. Gertrude Hoffman. Marius de Zayas. Caricatura en carboncillo. 24 entre dos visiones: “... una inmediata, casi inconsciente y la otra más establecida, analítica y reflexiva. La primera piensa que ha reconocido algo... La segunda confirma que la primera no era exactamente lo que parecía”16 Asimismo José Miguel G. Cortés ha hecho la comparación entre la visión de Freud y la de Roger Caillois. Mientras lo que Freud definía como siniestro, Roger Caillois lo calificaba de fantástico. Ambos señalan que es un enigma, algo que va contra las leyes naturales; una pausa o alteración en el mundo cotidiano y algo que aporta una contradicción a la cultura dominante. Para ambos, la angustia del hombre frente a un mundo determinado se centra en cuatro elementos que están vinculados con cuatro representaciones míticas de lo monstruoso: a) las relaciones de la vida con la muerte b) el pavor que suscita la mutilación c) la duplicación del ser humano, el doble d) la promiscuidad entre lo orgánico y lo inorgánico, lo humano y lo inhumano, la diferencia entre lo inanimado y lo animado17 Por otra parte, para Eugenio Trías lo siniestro es el límite de lo bello. Dice que “lo siniestro está estrechamente ligado con el inconsciente, el 16 John C. Welchmann. “Sobre lo siniestro en la cultura visual” en Estudios visuales. La epistemología de la visualidad en la era de la globalización. Ediciones Akal, Madrid 2005. p. 208. 17 José Miguel G. Cortés. Orden y caos. Un estudio cultural sobre lo monstruoso en el arte. Editorial Anagrama, Barcelona, 1997. pp 31-32. S/T. Ernesto García Cabral. Ilustración para Revista de Revistas La dama a caballo (Die Dame auf dem Pferd). Alfred Kubin. Dibujo. 25 lugar donde habitan los temores y deseos que nos constituyen como sujeto; el espacio íntimo y prohibido donde permanecen los horrores presentidos y temidos, pero acaso secretamente deseados. Todos tememos y deseamos, al unísono, a esas figuras monstruosas”.18 Lo monstruoso se identifica con todo lo que rompe una constante en nuestro entorno cotidiano, con las leyes de la naturaleza y como tal nos atemoriza. José Miguel Cortés así lo apunta: “La sociedad tiene miedo de todo aquello que parece extraño y raro, de lo que se escapa de la norma. El sujeto ante lo informe, desordenado y caótico se siente amenazado, percibe un peligro que se cierne sobre su integridad, que pone en duda su seguridad y no puede soportarlo.”19 Este elemento de lo monstruoso y deforme es un elemento clave en los eventos siniestros, en las imágenes que presento como ejemplo más adelante, está presente en la mayoría de los casos. Ahora me parece importante destacar los posibles síntomas o aspectos recurrentes que aparecen en escenas siniestras: A. Oscuridad y ambientes de penumbra La noche y los espacios cerrados son propicios para los acontecimientos siniestros. Puede apreciarse también como una metáfora del sentimiento de miedo, de la falta de claridad ante lo que se vive. Al respecto dijo Friedrich Schelling que lo siniestro (das Unheimliche) nombra todo aquello que debió haber permanecido en secreto, escondido, y sin embargo ha salido a la luz.20 Como lo que ha sido olvidado y regresa. Entre las sombras, la noche, la niebla, surge un recuerdo que evoca momentos de terror. Principalmente está relacionado con la infancia, lo siniestro se relaciona con complejos infantiles que fueron reprimidos y renacen con una impresión exterior, o cuando lo que había sido superado encuentra una nueva confirmación. La gran mayoría de los niños tienen miedo a la oscuridad, algo en ese ambiente lleva fácilmente a la sensación de incertidumbre, inseguridad, la imaginación contribuye a exagerar los peligros de la penumbra. 18 Eugenio Trías. Lo bello y lo siniestro. Ariel, Barcelona, 1988. p 161. 19 José Miguel G. Cortés. Orden y caos. Un estudio cultural sobre lo monstruoso en el arte. Editorial Anagrama, Barcelona, 1997. p 35. 20 Sigmund Freud. Obras completas. Tomo III. Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1973. p 2503. 26 B. Confusión entre fantasía y realidad Después de la infancia, los individuos distinguimos lo que es parte de la realidad y ocurre con cierta normalidad y lo que se ha modificado y altera la naturaleza de las cosas. Ernst Jentsch ubica en la incertidumbre intelectual la condición básica para que se dé el sentimiento de lo siniestro. Según él, lo siniestro sería siempre algo en que uno se encuentra, por así decirlo, desconcertado, perdido.21 Al descubrir un elemento que rompe la lógica de una escena el cerebro se alerta, el miedo se acciona, puede ser un movimiento de un objeto sin vida, desproporción en las formas o sonidos donde debería haber silencio. C. Lo demoniaco, grotesco y monstruoso. Seres deformes, mutilados, fragmentos del cuerpo Lo siniestro se nutre de personajes deformes, mutilados y figuras demoniacas. Ya que dichas formas por ser desconocidas o anormales están ligadas al miedo. Se trata de una confusión entre lo imaginario y lo real. Los seres deformes, así como los integrantes de un grupo social minoritario, son descartados por los estándares de la mayoría, son víctimas de la marginación, el desprecio y la humillación. A través de algunas religiones, la cristiana principalmente se ha marginado y excluido a los miembros considerados indeseables, valiéndose 21 Sigmund Freud. Obras completas. Tomo III. Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1973. p 2484. S/T. Roland Topor. Dibujo en tinta. S/T. Roland Topor. Dibujo en tinta. 27 de símbolos como el demonio, las brujas o los seres monstruosos. Sin embargo, estos personajes, producen un sentimiento ambiguo, por un lado el terror ante los misterios de la existencia, y por otro la fascinación que lo siniestro ejerce sobre el ser humano. Así lo afirma José Miguel G. Cortés: “El ser humano se proyecta en una estructura de oposición donde coexiste el placer de las pulsiones de destrucción con la necesidad de seguridad. La alternancia de repulsión/seducción que sentimosfrente a lo monstruoso. Proyectamos en el monstruo todo aquello que no podemos o no nos atrevemos a realizar en la vida cotidiana.”22 De ahí que la mejor plataforma para expresar dichas sensaciones es a través de las artes.“Los fantasmas que nos angustian, y que escapan al control de la mente y el orden, quedan liberados a través de las imágenes, produciéndose una catarsis purificadora, e inofensiva, de nuestros instintos. Las artes adquieren así un elemento de exorcismo de las pulsiones (agresivas y sexuales) más intensas del ser humano.”23 De acuerdo a Gilbert Lascault encontramos, históricamente planteadas, tres clasificaciones de los monstruos, que responderían a otras tantas visiones y/o conceptos sobre los mismos: - El monstruo como combinación de seres y/o formas: Por confusión de géneros (humano-animal), por transformación física: gigantes, ogros, enanos, por desplazamiento, la multiplicación, la supresión, el 22 José Miguel G. Cortés. Orden y caos. Un estudio cultural sobre lo monstruoso en el arte. Editorial Anagrama, Barcelona, 1997. p 39 23 Ídem. El inglés en el infierno y A la emergencia del carbón. Thomas Theodor Heine. Litografías. 28 desarrollo o la representación de órganos aislados del cuerpo humano, por la composición de nuevos seres formados con elementos animales y humanos, por indeterminación de formas, por metamorfosis. - Los monstruos situados en un plano simbólico En la tradición bíblica, el Monstruo simboliza las fuerzas irracionales, posee las características de lo infame, lo caótico, lo tenebroso, lo abisal. Asimismo, cada hombre entraña su propio monstruo con el cual debe constantemente luchar. - Lo monstruoso y los fantasmas de la mente24 Los aportes que ha hecho la ciencia a través de la historia han modificado poco a poco la imaginación y los temores de la gente. Por ejemplo el legado de Louis Pasteur quien deja un universo poblado de seres infinitamente diminutos, invisibles a la mirada; los microbios: de los que decía que estaban por todas partes, en el aire, en los rayos del sol. Así, a los miedos cotidianos se agrega el terror ante las enfermedades que pueden crear esos bacilos hasta entonces desconocidos. Se convierten en pesadillas monstruosas. “Es en ese momento cuando aparecen unas criaturas fantasmagóricas que se van a situar en una zona intermedia entre los descubrimientos más recientes de la ciencia experimental y un bestiario terrorífico de la Edad Media.”25 De igual modo el descubrimiento de los rayos X en 1895, por el físico alemán Wilhem Conrad Röntgen han contribuido al temor y fascinación de los seres humanos. Las radiografías de las diversas partes del cuerpo ofrecen la oportunidad de ve en el interior del cuerpo vivo. D. El doble. La pérdida de identidad, el narcisismo El elemento del doble, es decir, verse a uno mismo duplicado, en un reflejo o en otra persona, ha sido motivo también de producir lo siniestro. También se le conoce como la sombra. Freud lo menciona así: “El tema del doble o del otro yo… se pierde el dominio sobre su propio yo y coloca el yo ajeno en lugar del propio, o sea: desdoblamiento del yo, partición del yo, sustitución del yo”26 José Miguel Cortés por su parte menciona que “la sombra es la forma 24 José Miguel G. Cortés. Orden y caos. Un estudio cultural sobre lo monstruoso en el arte. Editorial Anagrama, Barcelona, 1997. pp 22-26. 25 Ibídem p 153. 26 Sigmund Freud. Obras completas. Tomo III. Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1973. p 2493. 29 más antigua que toma la representación del alma, es la primera proyección narcisista. La sombra, junto con el reflejo en el agua, es la imagen más antigua que el hombre ha contemplado de sí mismo... la sombra se convierte en una referencia a otra persona, a la cual llega en ocasiones a suplantar, se constituye en el símbolo de todos los valores no visibles del ser humano, hasta tal punto que quien carece de ella parece perder la identidad.”27 En la tradición cultural de muchos pueblos existe la creencia de que el alma, representada por el reflejo, podía permanecer atrapada y como consecuencia producir la muerte. El espejo se ha considerado un objeto que nos permite ver lo que permite ampliar nuestro campo visual, un mundo nuevo se nos ofrece al cruzar la frontera. E. Los autómatas, muñecos que cobran vida. El objeto animado Descubrir que hay un alma, movimiento o vida en un objeto o un muñeco de tela o plástico, es motivo igualmente de un evento siniestro. La incertidumbre intelectual se da ante esa sorpresa y confunsión que produce el hallazgo de un ente que ha poseido un objeto común y cotidiano. “E. Jentsch destacó, como caso por excelencia de lo siniestro, la duda de que un ser aparentemente animado, sea en efecto viviente; y a la inversa: de que un objeto sin vida esté en alguna forma animado, aduciendo con tal fin, la impresión que despiertan las figuras de cera, las muñecas y los autómatas.”28 Un personaje recurrente en el cine, es el títere o muñeco que, con malicia, ha adquirido vida y afecta a los que habitan con él. Aquí vuelve el tema de la infancia, los muñecos son para los niños compañeros de juego, divertidos y marcan en el ser humano un objeto familiar muy entrañable. De este modo cuando se presentan como un ente vivo se origina un temor y la desconfianza y confusión lo llevan a experimentar lo siniestro. F. El animismo. La presencia de almas, espíritus Un tema recurrente entre los misterios humanos es la vida después de la 27 José Miguel G. Cortés. Orden y caos. Un estudio cultural sobre lo monstruoso en el arte. Editorial Anagrama, Barcelona, 1997. pp 98-99. 28 Sigmund Freud. Obras completas. Tomo III. Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1973. p 2488. 30 muerte, la separación del cuerpo y el alma. La creencia de la existencia de seres supremos y de la presencia de la muerte o de almas en pena ha sido motivo para la creación de múltiples leyendas, mitos, y ha incrementado la imaginación y los temores de la gente. Para ello menciona Freud “El análisis de diversos casos de lo siniestro nos ha llevado a una vieja concepción del mundo, al animismo, caracterizado por la pululación de espíritus humanos en el mundo, por la sobreestimación narcisista de los propios procesos psíquicos, por la omnipotencia del pensamiento y por la técnica de la magia que en ella se basa, por la atribución de fuerzas mágicas, minuciosamente graduadas a personas extrañas y a objetos.”29 Para muchos el miedo a la aparición de espíritus, la presencia de la muerte, y las leyendas que giran en torno al tema, parece alcanzar el punto más alto de lo que significa lo siniestro. G. La repetición Este es un acontecimiento muy similar a lo que ocurre en los sueños, la repetición de un suceso, de un camino, de una acción, o del hallazgo de personajes o temores, que se vuelven siniestros cuando nos presenta la imposibilidad, el impedimento a resolver el problema ante el que estamos o cuando parece que hay un mensaje funesto que vuelve consecutivamente a través de símbolos repetitivos. Al respecto apunta Freud lo siguiente: “El factor de la repetición de lo semejante en ciertas condiciones y en combinación con determinadas circunstancias, despierta sin duda la sensación de lo siniestro... el retorno involuntario a un mismo lugar, o bien cuando se yerra por una habitación desconocida y oscura, buscando la puerta o el interruptor de la luz, y se tropieza en cambio por décima vez con un mismo mueble. Sólo el factor de la repetición involuntaria es el que nos hace parecer siniestro lo que en otras circunstancias sería inocente, imponiéndonos así la idea de lo nefasto, de lo ineludible, donde en otro caso sólo habríamos hablado de casualidad.”30 Así vemos que volver al mismo lugar, la misma pesadilla, la repetición de un número, la imposibilidad para resolver algo una y otra vez se convierte en siniestro cuando no es una decisión voluntaria sino que es inevitable y conlleva a la desesperacióny la pérdida de control. 29 Sigmund Freud. Obras completas. Tomo III. Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1973. p 2497. 30 Ibídem p 2495. 31 1.3 El humor siniestro y ejemplos en la gráfica El humor siniestro es un tipo de humor particular, es una mezcla de elementos inquietantes que puede incluir todos los aspectos antes mencionados pero que al final cierran con un ingrediente de ruptura que genera un tono cómico o irónico. Difiere, a mi modo de ver, del humor negro en que este último es más bien cruel, hace un chiste en medio de una realidad triste o trágica, en el humor siniestro se da un tono cómico o irónico dentro de un ambiente incierto, que provoca miedo o inquietud. Lo fascinante de una obra siniestra es la posibilidad, no se trata de estar ante una situación siniestra real sino sólo ante la imagen, es ficción, todo sucede en la mente y no hay un riesgo vital. “Lo siniestro en la ficción merece en efecto un examen separado. Ante todo, sus manifestaciones son mucho más multiformes que las de lo siniestro vivencial, pues lo abarca totalmente, amén de otros elementos que no se dan en las condiciones del vivenciar. El contraste entre lo reprimido y lo superado no puede aplicarse, sin profundas modificaciones, a lo siniestro de la obra poética, pues el dominio de la fantasía presupone que su contenido sea dispensado de la prueba de realidad. Mucho de lo que sería siniestro en la vida real no lo es en la poesía; además la ficción dispone de muchas medios para provocar efectos siniestros que no existen en la vida real.”31 31 Sigmund Freud. Obras completas. Tomo III. Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1973. p 2503. El químico de América. Thomas Theodor Heine. Litografía. Aniversario. Karl Alexander Wilke. Litografía. 32 Además la ficción nos propone nuevas posibilidades, escenas y construcciones que en la vida real sería difícil hallar. El humor siniestro en el arte, en el dibujo particularmente, logra combinar misterio, intriga, temor, tensión, con una visión que da la vuelta a la tragedia, para ello se vale de elementos y personajes particulares que mencionaré a continuación. Entre los artistas visuales que mejor representan este tema encuentro una gran variedad, además de Goya, los dibujantes de las revistas alemanas Simplicissimus y Die Muskete: Karl Arnold, Erich Schilling, Thomas Theodor Heine, Olaf Gulbransson, Rudolf Wilke, Karl Alexander Wilke, Heinrich Kranes, Rudolf Herrmann, Ludwig Kmoch, Wilhelm Schulz, Franz Wacik; además de El Bosco, Virginia Mori, Alfred Kubin, Roland Topor, Edward Gorey, Marius de Zayas, Odilón Redón. Entre los dibujos de los autores que menciono destacan las siguientes características, algunas de las cuales he mencionado anteriormente en el apartado de lo siniestro: A. Oscuridad y ambientes de penumbra Una característica del humor siniestro es que la escena sucede en la oscuridad o en un ambiende de penumbra, niebla o espacios cerrados. Tomemos como ejemplo un fragmento del Infierno de El Bosco. La escena completa del Infierno ocurre en la oscuridad, como si fuera de noche o las tinieblas hubieran llegado. Hay fuego y destrucción por doquier. En este fragmento se aprecia a un par de brujas que torturan a dos sujetos, una con rostro y pies azules, de vientre muy abultado y extremidades delgadas, está rostizando a uno de los sujetos, le agrega un líquido en la cabeza con un cucharón; mientras que la otra vestida de monja y con patas de anfibio cocina al otro sujeto en un sartén y tiene listos un par de huevos para completar el guiso. Se trata de una escena del fin de los tiempos, es una escena más de angustia y desesperación, el cuerpo humano siendo cocinado. Sin embargo ambas brujas lo están disfrutando y con un gesto alegre proceden con su tarea con una postura La competencia. Erich Schilling. Litografía 33 muy cómoda. Me parece interesante destacar que este cuadro es del siglo XV, no había teorías de Freud ni de los críticos antes mencionados que han abordado lo siniestro, pero El Bosco manejaba el tema con maestría y por supuesto con humor. Otro ejemplo es el de dibujante alemán K. A. Wilke Der transzendente wurm (El gusano trascendente), es un dibujo con un fondo negro, se aprecian algunas estrellas indicando la noche, al fondo un contorno de ciudad y en primer plano una cama con unas patas larguísimas por donde trepa un largo gusano verde, sobre la cama se sienta un señor despeinado, lo cual podría indicar que estaba dormido, la cama está destendida, el hombre tiene pijama y debajo de la cama cuelga una bacinica. Es la imagen del miedo alcanzando a un sujeto, aunque tomó sus precauciones con unas patas tan altas, aún así sus miedos lo asaltan en medio de la noche. El humor está en algunos detalles, como lo es la bacinica encadenada porque, claro, no podría reposar en el suelo; otro detalle es el carácter del personaje sorprendido y despeinado. Esta imagen me recuerda lo que menciona Freud acerca de los miedos, la infancia y lo siniestro: “Lo siniestro en las vivencias se da cuando complejos infantiles reprimidos son reanimados por una impresión Fragmento de El juicio final. El Bosco. Óleo sobre tabla 34 exterior, o cuando convicciones primitivas superadas parecen hallar una nueva confirmación.”32 B. Confusión entre fantasía y realidad Lo siniestro también se da en ese momento en que uno duda si lo que está viendo o está ocurriendo es real o si tiene componentes que traspasan la frontera de lo que es posible, de la naturaleza de las cosas. Puede ser más fácil ejemplificarlo en el cine o en el teatro, dado que contiene movimiento y existe la relación de espacio - tiempo. Sin embargo mencionaré como ejemplos de obras visuales bidimensionales los dibujos de Roland Topor. Expongo aquí tres dibujos de él, en ellos se presentan situaciones absurdas, figuras humanas con características que no podrían existir en la realidad. El primero es un hombre que se rasura la cabeza, aparece de nuevo el horror por las heridas que se está haciendo en el cuero cabelludo, sin embargo se aprecia que de los cortes va surgiendo un edificio hacia atrás, de nuevo podemos sentir un detalle cargado de humor y presenciar sólo una metáfora, una forma que confunde pero atrae. En el segundo dibujo, una cruz de piernas, la presencia de fragmentos, en este caso las piernas sin cuerpo generan algo de terror y de confusión, sin embargo al tratarse de un dibujo podemos tomarlo también como un chiste, una metáfora o una broma. Y por último el tercer dibujo muestra el rostro de un hombre de perfil 32 Sigmund Freud. Obras completas. Tomo III. Editorial Biblioteca Nueva, Madrid, 1973. p 2503 El gusano trascendente. Karl Alexander Wilke. Litografía S/T. Roland Topor. Dibujo en tinta 35 que está riendo. En este caso la sonrisa es tan grande que llega hasta el orificio del ojo, dejándolo asomarse por la comisura de la boca. Puede perturbar y asustar en principio pero finalmente es divertido imaginar que exista la posibilidad de elasticidad en el rostro. C. Lo demoniaco, grotesco, monstruoso, personajes fantásticos y terroríficos, con un carácter infantil, tierno, cómico o ridiculizado. Seres deformes, mutilados, fragmentos del cuerpo Al respecto del carácter que tiene un dibujo de seres monstruosos y demoniacoso, me parece importante mencionar los estudios de Charles Le Brun, primer pintor del rey Luis XIV, quien dictó ante la Academia Real de Pintura y Escultura de Francia, en 1668, una conferencia sobre expresión de las pasiones en el ser humano. Analiza los animales y forma un paralelo entre sus rasgos sus instintos. Sobre el perfil del animal hace un triángulo equilátero cuya base toca el ángulo interior del ojo, para ir de la nariz al nacimiento de los cuernos. Ayudado por líneas paralelas descubre la voracidad del animal de acuerdo con el tamaño del eje que toca el lagrimal y divide el hocico… de la mansedumbre por su tendencia aser horizontal y al envilecimiento por su declive sobre la nariz... Le Brun crea animales con visos de inteligencia humana y hombres con expresiones bestiales. De esa transfiguración surge una humanidad que comienza a ser maléfica y terrible, pero viva e intensa, aunque a veces ambigua. Su fuerza proviene de las cejas y los ojos. Cejas fruncidas, altas, bajas. Jorobas, partes con pelo espeso o erizado, músculos relajados o tensos, traducen la indiferencia y la atención, el carácter ardiente o flemático… si el hombre es la abreviatura del mundo entero, la cabeza puede perfectamente ser considerada la abreviatura de todo su cuerpo.33 33 Silvia Eugenia Castillero. Aberraciones: El ocio de las formas. Difusión cultural UNAM, Serie Diagonal, México, 2008. p 18-21. S/T. Roland Topor. Dibujo en tinta S/T. Roland Topor. Dibujo 36 Ahora bien, para ejemplificar el tema de los demonios y entes siniestros en la imagen mencionaré los siguientes ejemplos: Este apartado es el más prolífero en ejemplos de humor siniestro, al parecer los personajes con tales características son los más fuertes para evidenciar el tema. El primero es un dibujo de Rudolf Herrmann La oferta de la paz es rechazada. A la mesa están sentandos dos demonios, al fondo de pie está la personificación de la muerte. Los tres están bebiendo en copas, brindan, los dos sentados parecen alegres mientras que el gesto de la muerte es de desagrado, uno de los demonios es como un globo blanco con una bala o proyectil en la cabeza. La bebida es roja y el recipiente de donde se sirven tiene la forma de un corazón. Esto unido a la frase que lo acompaña deja ver que hay un brindis en sentido negativo, se celebra haber rechazado la paz, para ello está la guerra, la muerte y la maldad personificadas en demonios. A pesar de lo terrible del tema y de lo temibles que son los personajes, el acto de brindar, la ironía de hecho en sí y la actitud de los demonios dota a la imagen de humor y simpatía. El segundo ejemplo en un tono similar al anterior, es también de Rudolf Herrmann, lo acompaña la frase: La mitad del globo estaría suficientemente exprimido, ahora viene la segunda parte. En esta escena, titulada Mr. Moneymaker, hay un hombre exprimiendo la mitad del mundo en un exprimidor de naranjas, la otra mitad ya se ve exprimida sobre la mesa, tras ésta hay un personaje todo blanco con un cráneo como si fuera una bolsa o un globo, tiene una gran barriga y brazos delgados, este hombre bebe el jugo, ha bebido tanto que es muy grande su estómago. El hombre que exprime al mundo, viste un traje gris muy formal, tiene un gesto de malicia, la mirada perdida, las cejas fruncidas. Ambos personajes tienen manos con dedos como garras de animal. En este caso vemos el terror en los personajes y el humor en la tarea de exprimir y tomar jugo, una actividad tan simple y cotidiana para ejemplificar el daño que los poderosos hacen al planeta y a la humanidad. Un tercer ejemplo en este apartado está relacionado con seres mutilados. Es un dibujo de Thomas Theodor Heine, lo acompaña la frase: El príncipe de la paz desenmascarado. En este dibujo vemos una multitud de hombres y mujeres desnudos, la mayoría mutilados o con deformidades, están detrás de un ruedo, al centro del mismo un hombre muy pequeño luce avergonzado, ha sido descubierto por uno 37 de los hombres que aparecen al fondo, que lo observan con cierto enojo. El hombre pequeño aún porta una corona pero está desnudo, le han quitado su capa de rey. El conjunto del fondo tiene un carácter siniestro mientras que la acción del rey o príncipe ridiculizado puede ablandar la imagen, como una burla a una figura de poder que les ha mentido o traicionado. D. El doble. La pérdida de identidad, el narcisismo Otra aspecto importante relacionado con lo siniestro, es el tema del doble. Es decir uno mismo reflejado o duplicado. Para ejemplificar muestro los siguientes ejemplos: Veamos el dibujo de Rudolf Herrmann, el Retrato de Dorian Grey. Un hombre vestido de traje descubre un cuadro que estaba cubierto por una cortina roja, lo que encuentra es el retrato de él mismo con el mismo traje, tiene las manos ensangrentadas, y el rostro más calavérico y terrorífico, pareciera que acaba de matar a alguien. Es una sorpresa que lo deja inmóvil, confundido. Otro ejemplo es el dibujo sin título de Virginia Mori donde hay dos niñas en sillas de alto respaldo, están tras una mesa redonda con un mantel, por debajo de la mesa se desborda un tumulto de piernas, rodillas, cabelleras, manos y pies con zapatos de niña. Hay algo de absurdo y de irónico en la tranquilidad de las niñas, que son iguales y se miran entre sí, ahí está el reflejo, el doble de ella misma, que mantiene una actitud pasiva cuando por debajo hay un caos, un problema, y terror de niñas aplastadas, asfixiadas y sin posibilidad de movimiento. La oferta de la paz es rechazada y Sr. Fuente de dinero Rudolf Herrmann. Litografía. 38 Como en otros dibujos de Virginia hay algo de sádico y perverso, es una metáfora de lo que ella misma guarda, una agresión pasiva hacia el otro, que en el fondo resulta ser ella misma. E. Los autómatas, un personaje cobra vida. El objeto animado Otros personajes que aparecen en la escena de lo siniestro son los autómatas, muñecos, objetos, figuras que cobran vida y generan confusión y miedo. Veamos dos ejemplos de Franz Wacik. El primero es un dibujo donde se ha dado un baile. Un grupo de tres músicos tocan un contrabajo, un banjo y una flauta o trompeta, parecieran ser muñecos por algunos detalles como las patas del primero, el que toca el contrabajo, son dos palos con un pantalón improvisado con cintas atadas a lo que serían los tobillos, además del rostro asimétrico y con la mirada perdida. Además hay un personaje que baila al frente, tiene rostro de anciana, lleva un abrigo pero sus patas son de ave, su postura hace recordar las marionetas que son movidas por hilos. El El príncipe de la paz desenmascarado. Thomas Theodor Heine. Litografía. El retrato de Dorian Grey. Rudolf Herrmann. Litografía. 39 detalle que dota de humor a la imagen es un ratón que se ha quedado pasmado frente a la que baila, es en él en quien reposa la ruptura, un personaje sin deformación ni artificio, un ratón tal cual es, viendo una escena que podría provocarle una enorme confusión y terror. Otro dibujo del mismo autor nos muestra el accidente de un avión que ha chocado contra el tronco de un árbol seco. Todo parece sólo un juego por el carácter frágil del avión como si fuera de juguete, y el piloto que es como un niño casi bebé, con alas, lentes de aviador y un gesto de susto. En el suelo, un terreno irregular hay un duende o enano que señala el hecho, pero lo que tiene que ver con los autómatas es el grupo de pequeños personajes que danzan ante el suceso; se trata de raíces que han cobrado vida, algunos se han subido al árbol, parecen contentos ante la catastrofe que vive el niño, además el árbol mismo tiene una cara que ríe. S/T. Virginia Mori. Dibujo con bolígrafo. 40 F. El animismo. La presencia de almas, espíritus. La muerte La frontera entre la vida y la muerte, los personaje que transitan en ella, son motivo igualmente de terror y de ironía. Los ejemplos que muestro aquí son los siguientes: Un dibujo escalofriante de Alfred Kubin, El ángel de la muerte, donde la muerte vestida de blanco y con una corona está de pie frente a una mujer desnuda, sentada en el piso y a la que le han cortado casi del todo la cabeza, sólo cuelga por un delgado fragmento del cuello, al fondo hay un arco en la pared que deja ver una profunda oscuridad, podemos pensar que es hacia donde la muerte se llevará a su presa. Por sí sola la imagen causa inquietud y terror, sin embargo hay algo en el gesto de la muerte, sus ojos y sonrisa, que deja al descubierto un cierto cinismo, como si hubiero hecho una travesura solamente. Otro ejemplo es el dibujo de Thomas Theodor Heine, tituladoMiércoles de ceniza. Hace referencia a un día particular para la iglesia, en un callejón con paredes rojas, un enorme gato negro asusta y amenaza a una mujer mayor, que luce asustada y en actitud de defensa. Al fondo tras la puerta del callejón o pasillo, entre las nubes y subido en una Ambos S/T. Franz Wacik. Litografía. 41 escalera hay un hombre que besa un corazón. El excesivo tamaño del gato y su posición amenazante hacia la mujer, le confieren una cualidad anímica mayor a la de un gato común, parece estar a punto de atacar. La posición de las columnas que finalizan las paredes del callejón, tiene una ligera inclinación que dotan a la escena de un mayor encierro y terror para la escena con la mujer. Sin embargo el hombre que sube la escalera donde enciende la llama del amor, la que sale del corazón, tiene la ligereza de ocupar el fuego sólo para encender su cigarrillo. Tal acción reducen los efectos de horror, plantean un mundo más bien despreocupado y simpático que sirve de soporte al miedo. Miércoles de ceniza. Thomas Theodor Heine. Litografía.El ángel de la muerte. Alfred Kubin. Dibujo. Capítulo 2 Análisis de los Caprichos y de obras con humor siniestro 44 Capítulo 2 Análisis de los Caprichos y de obras con humor siniestro En este capítulo presento trabajos de artistas que han utilizado el tema del humor con tintes siniestros desde mi perspectiva, como Francisco de Goya, Alfred Kubin, Edward Gorey, Roland Topor y Virginia Mori, en el caso de Goya haré un análisis de cuatro estampas de la serie Caprichos, en los demás haré el análisis de una pieza de cada uno. También comentaré por qué, en estos trabajos, en mayor o menor medida se perfilan personajes y escenas de humor siniestro. 2.1 Francisco de Goya Goya, esa pesadilla tan llena de misterios, fetos que en pleno aquelarre se están cociendo, viejas que se miran al espejo y muchachas desnudas ajustándose las medias para tentar a los demonios. Charles Baudelaire (“Los faros”, en Las flores del mal, 1857) El artista español Francisco de Goya y Lucientes produjo entre 1797 y 1798 la serie de grabados conocidos ahora como Caprichos, publicados en 1799, abordan el tema que nos ocupa, han sido fuente de inspiración para otros artistas, además de que han conquistado a gran número de espectadores. Cada grabado de la serie es una ventana 45 que deja ver un universo completo con leyes, lógica y sentido propios. Inicialmente presento un breve panorama sobre la vida de Goya y los sucesos que probablemente influyeron en la construcción de los Caprichos. Cabe mencionar que no es mi intención trazar una biografía completa de Goya ni una línea total que presente la vastedad de su obra. Posteriormente, analizaré cuatro estampas con el método de Erwin Panofsky, cuyos niveles son: preiconográfico, iconográfico e iconológico. La vida de este artista español, inicialmente, apunta a un comienzo un poco atropellado para después dar cabida a una vida muy productiva en el campo de la pintura, se tiene cuenta de los acontecimientos de su vida, descripciones sobre sus cuadros y su relación con la aristocracia y la monarquía, más tarde, pasando sus cincuenta años hay un giro en la trayectoria del creador, de esta época datan los grabados que son nuestro motivo de estudio. Goya es un artista que ha causado revuelo en la historia del arte y ha conquistado a gran número de investigadores, quienes seducidos por su producción artística, han optado por dedicar su vida a recopilar, indagar, cuestionar la obra de éste, y sobretodo a imaginar, como dice Ortega y Gasset, se debe imaginar al hombre Goya, a partir de los datos que sobre él se tienen.34 2.1.1 Apuntes biográficos que influyeron en los Caprichos Con Goya nos encontramos frente a un artista polifacético, hábil en la luz y en la sombra. Aunque al inicio fue rechazado por la Academia, no cesó en 34 Ortega y Gasset. Goya. Editorial Espasa-Calpe, Madrid, 1963. p 32. Francisco de Goya Nació un 30 de marzo de 1746 en Fuendetodos, provincia de Zaragoza, España y murió el 16 de abril de 1828 en Burdeos, Francia. A los doce años decoraba el relicario de la Iglesia, en 1759 se fue a Zaragoza para aprender con el maestro José Luzán y para cuando tenía 17 emigró a Madrid, en 1764 intentó ingresar a la Academia, pero fracasó. Es hasta los 25 que comienza a despuntar en su carrera como pintor cuando le encargan unos bocetos para la Basílica del Pilar en Zaragoza. En 1773 se casa en Madrid con Josefa Bayeu, hermana de Francisco Bayeu, pintor que contribuyó al acomodo de Goya en la corte. Se incorpora como pintor en la Real Fábrica de Tapices de Madrid en varios periodos de los 28 a los 46 años. En 1778 graba algunos lienzos famosos de Velázquez. Es nombrado pintor de cámara del rey Carlos IV en 1786, con lo cual alcanza prosperidad económica que antes no tenía. Además de estos contratos, Goya tenía encargos particulares para la nobleza y el clero. Para 1792 llega a un punto crítico en su vida, enferma y como consecuencia padece de sordera. Produce la serie de grabados Caprichos en 1798, de 1810 a 1820 la serie de Los desastres de la guerra, de 1815 a 1816 la series Tauromaquia y y de 1815 a 1824 los Disparates. De 1820 a 1823 plasma las Pinturas negras. En 1824 se instala en París y aprende litografía. Para 1825 vuelve a enfermar y para 1828 vuelve a Burdeos donde muere a los 82 años. 46 trabajar por su cuenta en la pintura, y para la edad de 25 años tenía encargos profesionales. Como todo artista, tuvo influencia de grandes maestros. Principalmente de Rembrant, William Hogarth, Velázquez, entre otros grabadores del Siglo XVIII, y por la naturaleza, como él decía, la naturaleza del ser humano. Para hacer una analogía entre la obra de Goya y dos de sus influencias, el comentario de Ortega y Gasset es oportuno: Goya emprende con los Caprichos, dicho en sus propios términos “el idioma universal de los grabados”, tal vez alentado por el ejemplo de Rembrandt, también aguafortista y combatiente de la inmoralidad y el vicio con sus grabados. Pero Rembrandt, a diferencia de Goya, nunca se salió de los márgenes del naturalismo... Goya no se puede comparar en sus dibujos con Rembrandt ni con el pintor William Hogarth. Dentro de la escala de pintores que hacen un uso popular de grabados y dibujos, Rembrandt se limita a reflejar como un retratista la realidad de la vida que le circunda, Hogarth desempeña en Londres el papel del moralista del látigo y la encarnación del Calvinismo, y Goya es un sagaz espectador español, dicho con más precisión, un observador irónico, burlón y sarcástico que practica la pedagogía.35 Aquí es donde se vislumbra el sello de autenticidad y toque personal que Goya imprimió en su obra. De Velázquez toma sus pinturas para hacer reproducciones en grabado, elabora un serie de 16 estampas al aguafuerte, alrededor del año 1778. Se trata de copias de cuadros del famoso pintor español, por ejemplo: El triunfo de Baco o Los borrachos, Las Meninas, El bufón Don Sebastián de Morra, Felipe III, entre otros reyes, reinas y príncipes. En este ejercicio, Goya experimenta con el aguafuerte y continúa veinte años después con la técnica aplicada a sus propias series, además de los Caprichos, concibe las series Los desastres de la guerra, Tauromaquia y Disparates. En éstas observamos que emplea con mayor destreza el aguafuerte y el aguatinta. En cuanto al contexto social, histórico y político en el que se encontraba Goya, cabe destacar tres temas centrales: La Santa Inquisición en sus últimas fases, los comienzos de La Ilustración, y la Revolución Francesa, al respecto Fernando Gálvez refiere: 35 Francisco Alonso-Fernández El enigma de Goya. La personalidad de Goya y su pintura tenebrosa. Breviarios FCE, México, 1999. p 133. 47 Entonces el mundo va apareciendo como un sitio poblado de seres monstruosos que no son sino metáforas de la ignorancia, los vicios, los abusosdel poder, el materialismo, la perversión del Estado y la Iglesia [...] en la estampa no. 24, No hubo remedio, es claro que presenta a los hombres de la Inquisición como seres monstruosos y de hecho, la Inquisición es un asno que conduce a la muerte a un hombre por decisión de los grotescos seres de la reacción eclesial.36 En este mismo sentido Luz del Carmen Huerta y Nina Fuentes señalan la lentitud con que se desarrolló el pensamiento ilustrado en la España de Goya, ya que los intelectuales que buscaban limitar el poder de la nobleza y el clero, encontraron cierta resistencia en la sociedad española tradicionalista, y recelosa de todo lo que viniese de fuera, además de que, a pesar del dominio de la Iglesia y la Inquisición en decadencia, el pueblo español era aficionado a supersticiones, a lo mágico y oculto.37 Era esta época el comienzo de una crisis, eran momentos históricos que marcaban un cambio, una transición entre dos siglos, una apertura a nuevas ideas y con ello un cambio en los temas de interés para los 36 Fernando Gálvez de Aguinaga. El sueño de la razón produce Ecos en el Catálogo del mismo nombre. Museo Nacional de San Carlos, México, 2006. p 38. 37 Luz del Carmen Huerta de la Torre, Nina Fuentes López. Del sueño fantástico a la crítica de la realidad en el Catálogo El sueño de la razón produce Ecos, Goya, Klinger y Ruelas. Museo Nacional de San Carlos, México, 2006. p 75. El triunfo de Baco o Los borrachos. Copia de un cuadro de Velázquez. Francisco Goya. Grabado. 48 artistas. Apunta Bozal: “Goya vive en una época en que el Antiguo Régimen entra en crisis, pero la crisis lo es también del nacimiento de un régimen nuevo, de una época, bautizada como modernidad.”38 La Inquisición se encargó de censurarlo mientras él se rodeaba de amigos que lo mezclaban en las ideas modernas de la Ilustración. Edith Helman, por otro lado, anota: “Cuando acaba de grabar su colección de estampas caprichosas a últimos del siglo, Goya está ya de espaldas al siglo XVIII y cara al XIX de manera que los Caprichos ofrezcan una recapitulación del modo de pensar y de sentir de toda una época terminada, o sea epílogo de la Ilustración, y a la vez prólogo o más bien visión anticipada de la nueva época por venir.”39 Así, vemos como exhibe en sus grabados a una sociedad con defectos y vicios. Cabe recordar que Goya se ocupaba ya antes de lo popular, como refiere Helman, al comentar que “desde los primeros cartones para tapices de Goya, hasta los últimos dibujos, se observan representadas las diversas actitudes ante lo popular, según el criterio dominante de esa época, y Goya seguía la moda, complacía a sus clientes reales o nobles y no expresaba una predilección propia.”40 38 Valeriano Bozal. Goya. Alianza Editorial Museo del Prado, Madrid, 1994. p 6. 39 Edith Helman. Trasmundo de Goya. Alianza Editorial, Madrid, 1983. p. 46. 40 Ibídem p 33. El albañil borracho. Goya. Óleo. El albañil herido. Goya. Óleo 49 En sus series de grabado, mantiene el tema popular, pero ya no como un simple reflejo de la sociedad y de sus clientes sino como una crítica, que a manera de alegoría muestra un sensible y particular punto de vista con respecto al mundo que lo rodea, puesto que se atreve a incomodar al espectador, quien en más de un caso se vería retratado por el otro lente del pintor aragonés. Por otra lado, hay que recordar que fue testigo de la Revolución Francesa, de calles por las que circulaban lanzas coronadas por cabezas, tal vez ello perturbó su mente y de paso, estas visiones alimentaron su obra. Aunque, si bien, se observa un marcado giro en el tono y en el tema de sus obras, algunos rasgos ya se vislumbraban en sus personajes anteriores, donde se aprecian éstos con carácter siniestro, melancólico, satírico o ridículo, no sólo en sus grabados, también aparecen en sus pinturas, lo que da muestras de esa visión particular, tal como dice Helman: “Conviene distinguir entre el Goya pintor de oficio y el Goya pintor de capricho.”41 Puesto que en su cuadro El albañil herido, se observa que Goya tenía ganas de ser irreverente en cierto modo con su trabajo, tal como apunta Kolke Nordström: En el cartón, contra la grúa gris del fondo, que destaca entre una bruma gris azulada, se ven dos hombres de caras solemnes y labios apretados, pintados en colores oscuros y más intensos, azul oscuro y morado. Están transportando en brazos a un tercer hombre con la cabeza caída y el pelo cayéndole sobre la frente, únicamente lleva una camisa blanca, medias blancas y unas sandalias. Es evidente que está malherido. Tienen en la cara una expresión seria, casi de dolor, que acentúa el agudo contraste entre los colores sombríos de las figuras del primer término y el suave color gris azulado del fondo, con un cielo claro, entreverado de azul, rosa y blanco amarillento.”42 Más adelante el mismo estudioso afirma que en la época en que Goya pintaba este “cartón” se publicó un decreto del Rey Carlos III que decía: “El Rey empezó mostrando su preocupación acerca de los muchos accidentes que tenían lugar cuando se construían edificios y por las grandes penalidades por las que pasaban las familias de las víctimas de tales accidentes.”43 Por ello Nordström asegura que Goya rendía 41 Ibídem. p 10. 42 Folke Nordström. Goya, Saturno y melancolía. Visor, Madrid, 1989. p 71. 43 Ibídem. p 73. 50 cierto homenaje a Su Majestad, alabando su humana preocupación por el destino de los trabajadores.44 Sin duda Goya se habrá sentido complacido al mostrar al Rey el tema que le preocupaba plasmado en su cuadro, sin embargo se nota en el boceto de este cuadro que llevaba otro título: El albañil borracho, donde los personajes que cargan al albañil se miran e intercambian miradas de complicidad. Si bien el cuadro fue encargado por la preocupación del Rey con respecto a los accidentes de los trabajadores, la comparación del boceto con el cuadro final me hace pensar que en sus adentros Goya decía: “¡qué va a estar herido, está borracho!” Otro ejemplo lo encuentro en el cuadro Don Manuel Osorio Manrique de Zúñiga de 1788, retrato de un infante, donde el artista español se permite acompañarlo de dos gatos de mirada siniestra, como lo menciona Rose-Marie y Rainer Hagen: “Goya fue un solicitado pintor de niños. Sin embargo, tras los simpáticos herederos de la familia, con el pajarito, acechan a la presa dos voraces gatos. ¿Primeros signos de un peligro que amenaza la situación idílica? ¿Precursores de los demonios que más tarde acecharían a Goya?”45 Lo mismo ocurre en el cuadro Corral de locos e Incendio, un fuego de noche, donde se aprecian escenas que Goya decide pintar no por encargo, sino que son sus propias visiones, en estos cuadros hay incendios, naufragios y asaltos, que representan un mundo menos alegre como el que representó en otro momento en los cartones para los tapices. Un último ejemplo que citaré es el cuadro 44 Ídem, p 73. 45 Rose Marie y Rainer Hagen. Goya. Taschen, Madrid, 2005. p 26. Don Manuel Osorio de Zúñiga. Goya, Óleo San Francisco Borja asiste a un moribundo impenitente. Goya, Óleo 51 San Francisco de Borja asiste a un moribundo impenitente, que pinta en 1788, en éste comparte elementos con el cuadro del Jeronimus Bosch o el Bosco (Jheronimus van Aken 1450-1516) sobre la muerte y donde se observan en la escena algunos demonios con rostros burlones. Un tema recurrente en Goya fue el retrato, lo menciono porque es un modo de representar un personaje, donde el rostro, el gesto, y el carácter, determinan en gran medida el ánimo y estado de dicho personaje. Hay que tener en cuenta que Goya pintó alrededor de 350 retratos de hombres, mujeres y niños, además de que procreó veinte hijos, y a cada uno de éstos le tocó aproximadamente 16 retratos.46 Sin embargo, es importante notar la diferencia entre los retratos por encargo y los que aparecen en sus series personales, ya que mientras los primeros, son mucho más estáticos, sedentarios,sin expresión dramática, los segundos muestran al personaje activo, más expresivo, con una carga dramática. El primer Capricho es un autorretrato, uno de tantos donde, Goya por Goya, deja enormes contrastes, puesto que lo vemos en tradicionales retratos pictóricos con la técnica que usaba para la aristocracia y las altas esferas sociales, y hasta autorretratos con actitud de hombre serio, juez de los Caprichos, a pesar de no mostrar el rostro de frente sino de perfil, lo mismo que reclinado en una mesa, ejemplo contundente es El sueño de la razón produce monstruos donde muestra una actitud más íntima, una postura atormentada, cansada, quizás por los trastornos de su cabeza, o la pesadumbre de la vida. 46 Eugenio D´ors. El arte de Goya. M. Aguilar-Editor, Madrid, p 189. Autorretratos. Francisco Goya. Pintura y dibujo respectivamente 52 Es famosa la enfermedad que contrajo y le produjo sordera, y más que dato compasivo, me resulta un detalle importante de considerar al analizar la serie de Caprichos, porque se vio obligado a vivir en un mundo interior, donde pasaría largas horas escuchando sus pensamientos, y entonces, tal vez, de ahí habrán brillado con mayor nitidez sus sensaciones con respecto a la humanidad. Creo que la sordera lo llevó a convivir más con su mundo interior, y fue clave para el desarrollo de sus grabados, además de que, por esta condición, también encontró la decisión y el atrevimiento de representar esos seres a los que les sacudió la solemnidad a la que estaba acostumbrado. Por ello, considero que esta serie junto a los Disparates, fue la producción que más disfrutó en la vida. Goya ya no quería pintar, tenía otro impulso, dejar a un lado los encargos para encontrar su “voz propia”, pues estaba saturado de trabajo, no tenía mucho tiempo libre y eso le comenzó a inquietar profundamente, por lo que fue alejándose gradualmente, primero dejó los cartones que pintaba para los tapices, porque: “Goya está cada vez menos satisfecho; apenas conseguido el éxito exterior tantos años anhelado, siente nuevas exigencias interiores que no puede satisfacer. Quiere quitarse de encima algunas de sus obligaciones fijas y molestas, como la de pintar cartones para tapices, y a poco de ser nombrado pintor de cámara en abril de 1789, deja efectivamente de pintarlos”.47 Posteriormente dejó los encargos de la corte. Otro aspecto importante a considerar en su historia de vida, son sus amigos, mencionaré principalmente aquellos que, según datos 47 Edith Helman. Trasmundo de Goya. Alianza Editorial, Madrid, 1983. Disparate general. Goya. Grabado Disparate volante. Goya. Grabado 53 encontrados, influyeron de cierto modo en sus grabados. Me refiero a Gaspar Melchor de Jovellanos, Leandro Fernándes de Moratín, Martín Zapater y Ceán Bermúdez. De Zapater se tienen las cartas que intercambiaban, y donde Goya confesaba sus preocupaciones y motivaciones. De Jovellanos, hombre de letras y figura importante en la Ilustración, se dice que posiblemente fue quien le ayudó a poner título a los Caprichos. Moratín, dramaturgo y amante de la poesía, fue amigo muy cercano con quien compartió pasajes de la revolución francesa. Y Ceán, erudito de la época, considerado fundador de la historiografía del arte de España, salpicaba junto a los otros amigos, el imaginario y el ideario de Goya; tal como refiere Edith Helman: “Goya respiraba la misma atmósfera espiritual que sus amigos ilustrados, y compartía con ellos, por lo menos desde 1786, preocupaciones e ilusiones, ideas y opiniones, creencias y sentimientos. Como todos ellos, había leído ensayos de Feijoo y adoptado su actitud crítica ante la realidad, y con ellos continuaba su campaña contra los errores y prejuicio comunes.”48 Este ambiente de intelectual y crítico sería también un impulso para las series de grabado y la creación de escenas con personajes siniestros, como bien lo acota Thomas Hugh: Otro ejemplo de la influencia de las ideas francesas en España durante los años 1790 es la formación de un grupo llamado los Alcalófilos, o amigos de la fealdad. Esos escritores y críticos, entre los cuales se hallaba el amigo de Goya, Leandro Fernández de Moratín, afectaba interés por lo horroroso con el fin de criticar un orden político basado en la armonía. Presumiblemente los Caprichos fueron consecuencia de ese grupo, como lo son de las ideas del escritor Quevedo, del siglo anterior.49 Luego de estos antecedentes, abordaré de manera específica la serie de grabados Caprichos. 48 Edith Helman. Trasmundo de Goya. Alianza Editorial, Madrid, 1983. p. 53. 49 Hugh Thomas. Goya. El tres de mayo 1808. Grijalbo, Barcelona, 1979. p 70. 54 2.1.2 Los Caprichos Tu loca mano dibuja la silueta de la bruja que en la sombra se arrebuja. Y aprende un abracadabra del diablo patas de cabra que hace una mueca macabra. “A Goya”, en Cantos de vida y esperanza Rubén Darío A pesar de tener más de 200 años esta serie, creo que siguen vigentes muchos de sus temas. Otros analistas han observado que Goya muestra vicios, decadencias morales, falsos valores de la sociedad, hipocresía, y fanatismo en esferas sociales como la monarquía, lo mismo que en la aristocracia, la política, la religión, y las clases sociales de distinto nivel económico, y de paso muestra la gravedad de los magistrados, la afectación de las señoritas, el verdor de las viejas, la vanidad de los nobles, la bajeza de los cortesanos, en suma ridiculiza los errores humanos comunes en la sociedad y consagrados por la autoridad, la ignorancia y el interés. Del abanico de posibilidades que ofrece un artista como Goya al acercarse a su obra, he elegido la serie Caprichos por ser un grupo de imágenes donde encuentro algunos personajes de gran interés por su carácter siniestro, por lo absurdo de algunas escenas, y el atrevimiento en las composiciones de las mismas. La serie, además, indica que Goya más que un pintor con las virtudes necesarias para ser elegido por la Corte Real, era un individuo con un discurso propio dotado de un gran sentido del humor. Ésta, junto con otras series de grabados, son las obras donde podemos vislumbrar más a fondo el interior de su ser. La serie Caprichos consiste en un grupo de ochenta grabados publicados y dos inéditos, en aguafuerte y aguatinta que Goya realizó entre 1797 y 1798. El término Capricho, era de uso común entre los artistas cuando hablaban de una creación por iniciativa propia. Al respecto Helman apunta: Goya conocería, al parecer de Sánchez Cantón, el uso del término “Caprichos” para designar cierta clase de aguafuertes y habría visto 55 estampas de Callot, tituladas Capricci di vari figure, y las más recientes de Giovanni Battista Tiépolo, los diez Capricci y otras estampas suyas que recogieron sus hijos bajo el título de Scherzi di fantasia. Pero el caso es que la palabra “capricho”, “caprichos”, se empleaba con gran frecuencia en aquella época y los más fervorosos partidarios de la razón eran precisamente los más adictos al uso del vocablo en sus diversos sentidos.”50 El principal motor o motivo por el que fue creada esta serie, es el de denunciar, exponer y criticar a una sociedad a través de personajes y circunstancias terribles, en palabras de Francisco Alonso-Fernández: “Su fondo común es el de permitir a Goya manifestar su indignación contra el fanatismo, la injusticia, la crueldad, la hipocresía y la depravación.”51 Goya anuncia con anticipación la venta de esta colección, Caprichos, cito aquí el anuncio del Diario de Madrid, del miércoles 6 de febrero de 1799: Colección de estampas de asuntos caprichosos, inventadas y grabadas al agua fuerte, por Don Francisco Goya. Persuadido el autor de que la censura de los errores y vicios humanos (aunque parece peculiar de la eloquencia y la poesia) puede tambien ser objeto de la pintura: ha escogido como asuntos proporcionados para su obra, entre la multitud de extravagancias y desaciertos que son comunes en
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