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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA Análisis de factores contribuyentes del síndrome compartimental en cerdos de laboratorio (Sus scrofa): Estudio de revisión. TESIS Que para obtener el título de Médico Veterinario Zootecnista P R E S E N T A Regina de Jesús Bautista Carbajal DIRECTOR DE TESIS MVZ Félix Eduardo Tena Betancourt Ciudad Universitaria, Cd. Mx. 2018 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. DEDICATORIA Esta tesis se la dedico a mis padres Angela y Miguel, porque gracias a su cariño, guía y apoyo he llegado a realizar uno de mis anhelos más grandes de mi vida, fruto del inmenso apoyo, amor y confianza que en mí se depositó, con los cuales he logrado terminar mis estudios profesionales que constituyen el legado más grande que pudiera recibir, por lo cual les viviré eternamente agradecida. A mi hermana Claudia principal cimiento para mi vida profesional y ser mi constante motivación. A los Bautista Figueroa por darme palabras de ánimo y creer en mí. Igualmente, a las familias Bautista Molar, Reyes Carbajal y Olivares Hernández por estar presentes de manera incondicional a lo largo de todo este recorrido. A mi mejor amiga desde la infancia, Brenda Martínez testigo de la realización de este gran logro. A la Dra. Karla Olivares por aportar considerablemente a este proyecto, te agradezco no solo por la ayuda brindada, sino por los buenos momentos en los que convivimos. A Dios por concederme la salud y la fortaleza, por iluminarme el camino y darme voluntad en los momentos más difíciles y permitirme cumplir con éxito mi sueño más anhelado. II AGRADECIMIENTOS A mis amigos: Rosa, Aura, Itzel, Ana, Mel, Mario, Dani, Diana, Amaury, Amaranta, a mis niños Cynthia, Maya y Texis por pasar a mi lado los momentos de mi vida universitaria, quienes sin esperar nada a cambio compartieron su conocimiento, alegrías, tristezas y estar siempre en las buenas y en las malas, jamás los olvidare. Gabriela y Fernanda sin ustedes no existiría hoy esta tesis y no existiría esta amistad que tenemos, entre risas además de bromas hemos culminado con éxito este gran proyecto, gracias siempre por su apoyo. A mis maestros de carrera en especial: Dr. Agustín Bobadilla, el mejor profesor que he tenido, ha sido usted una persona con mucho talento y verdadera pasión por la enseñanza siempre estaré agradecida por haber sido su alumna. Dr. Javier García de la Peña, gracias por regalarme parte de su pasión por la medicina veterinaria y Dra. Alejandra Mercadillo, porque nadie puede decir donde acaba su influencia en un alumno, al final mi tesis fue en cerdos. Gracias a la Facultad Mexicana de Medicina todas las facilidades otorgadas en particular al personal del Servicio de Bioterio y Cirugía Experimental por su calidez y disposición. A los Drs. Lukas Reipen y Gerardo Arroyo por su ayuda y compañerismo que me brindaron día con día. Debo agradecer de manera especial a la Directora Dra. María Guadalupe Castro Martínez por aceptarme como alumna de licenciatura para capacitarme en este campo, por su apoyo y confianza en mi trabajo, que ha sido un aporte invaluable. III Muy particularmente agradezco a mi asesor Dr. F. Eduardo Tena por ser un gran veterinario, porque nunca escatimó esfuerzo además de tiempo para corregir y mejorar este trabajo. A mi querida ALMA MATER por haberme acogido estos años de estudio, en cuyas aulas quedan solo recuerdos de sacrificio, esfuerzo y empeño. A los animales de laboratorio, gracias a sus vidas que nos han dado tanto. IV ÍNDICE GENERAL 1. Resumen 1 2. Introducción 3 3. Revisión Sistemática 6 3.1 Antecedentes Históricos………………………………………………….……6 3.2 Conceptos Básicos y Definiciones………………………………..……….....7 3.3 Epidemiología………………………………..…………………………………9 3.4 Etiología………………….……………………………………………………..9 3.5 Fisiopatología del SCA……………….………………………………….…..10 3.6 Aparato urinario………………………….…………………………….….….10 3.7 Hígado y Sistema Digestivo……………………………………….………..11 3.8 Aparato Respiratorio…..……………………………………………….…….11 3.9 Aparato Cardiovascular……..………………………………………….……11 3.10 Sistema Nervioso……………………...…………………………….……...12 4. Análisis de la información 12 4.1 Presentación de los Casos…….………………..………………………..…12 4.2 Resultados Histológicos……………………………..………………………14 4.3 Discusión de los Casos……………………………..……………………….15 5. Conclusión 18 6. Referencias 21 7. Figuras 26 V 1 RESUMEN BAUTISTA CARBAJAL REGINA DE JESÚS. Análisis de factores contribuyentes del síndrome compartimental en cerdos de laboratorio (Sus scrofa): estudio de revisión (bajo la dirección de: MVZ Félix Eduardo Tena Betancourt) El Síndrome Compartimental Abdominal (SCA) y la Hipertensión Intrabdominal (HIA) son conocidos desde épocas tempranas de la medicina y vinculadas con graves cambios orgánicos que ponen en riesgo la vida, tanto por la incapacidad para reconocer su aparición clínica y la inadecuada alerta médica, siendo una serie de eventos progresivos, culminando en una disfunción multiorgánica. El objetivo de este trabajo fue investigar las diversas analogías morfofisiopatológicas que caracterizan a esta condición en humano, así como correlacionarlas como base diagnóstica contra dos casos clínicos espontáneos de SCA observados en cerdas Yorkshire-Landrace de cinco meses de edad, que posterior a intervenciones quirúrgicas muriesen con signos clínicos sugerentes de SCA. A la inspección clínica inicial se observó eritema facial diseminado en ambos animales, que sufrieron extensas hemorragias subconjuntivales y epistaxis; se encontró asimismo marcada distensión abdominal con dehiscencia de la herida quirúrgica abdominal y evisceración espontánea en ambos casos, además de presentar prolapso rectal de 1 2 apariencia necrótica. En la histopatología se mostraron cambios focales por la naturaleza hiperaguda de ambos eventos, pero graves. Por último, dicho análisis de revisión y la identificación de estos casos selectos del SCA fue complementado con el estudio de los datos clínicos patognomónicos encontrados en la literatura científica, incluyendo revistas de la especialidad, memorias de congresos, informes técnicos y archivos electrónicos de información. Todo ello con la meta de conformar un criterio de atención primaria preventivoen caso del cerdo como animal de laboratorio en cirugía. Finalmente, esta investigación analógica ilustró cómo los casos espontáneos de SCA, cumplieron con similitudes análogas de diagnóstico de la misma patología humana, siendo una rareza que a nuestro juicio nunca se había reportado como de ocurrencia espontanea en el cerdo. 3 INTRODUCCIÓN Reconocido hace más de 150 años el impacto de la presión intraabdominal (PIA) elevada y sus implicaciones fisiopatológicas [1], ha generado un interés creciente durante los últimos años [2] “debido a que es una complicación frecuente en pacientes graves ingresados en los servicios de cirugía, reanimación postquirúrgica y unidades de cuidados intensivos (UCI)”. [3] La Hipertensión Intraabdominal Aguda (HIA) ocurre bajo una serie de cambios fisiopatológicos progresivos que comienzan con una alteración del flujo sanguíneo a nivel regional, lo que resulta en aumento persistente de la PIA que es de tal magnitud que culmina en falla orgánica múltiple que desencadena al Síndrome Compartimental Abdominal (SCA).[1-14] La PIA es la presión que existe dentro de la cavidad abdominal en forma estable, pero ésta varía con la respiración, aumentando durante la inspiración y disminuyendo durante la exhalación. El valor normal de la PIA oscila entre el nivel subatmosférico levemente aumentada por encima del “0” (2-5 mm Hg), sin ser patológica en individuos obesos o embarazadas. [3,4] La HIA y el SCA son patologías cada vez más prevalentes en el paciente crítico y se relacionan con un aumento de la morbilidad y mortalidad. Su reconocimiento, diagnóstico y tratamiento son necesarios para mejorar la supervivencia. [5] Finalmente, el estudio y los trabajos científicos acerca de la PIA han aumentado constantemente durante las últimas décadas, evolucionando de tal forma que en el año 2004 se fundó la Sociedad Mundial del Síndrome Compartimental Abdominal (World Society for Abdominal Compartment Syndrome) [5-6], en donde especialistas de diferentes áreas involucradas en el diagnóstico y tratamiento de dicha patología, 2 4 crearon una serie de definiciones publicadas en 2006 [4,6-8]; esto fue fundamentado en diversos trabajos experimentales en animales, en especial en el cerdo, un modelo en el que se determinó que un incremento de la PIA inducía un serio deterioro de la función pulmonar, cardiovascular con reducción concomitante en la presión de perfusión renal y cerebral, entre otros hallazgos. [9] Un modelo experimental como el cerdo de laboratorio (Sus scrofa), ofrece ventajas y ciertas analogías anatómicas de utilidad para la enseñanza y la investigación biomédica [10-11], y en su caso se ha usado para desarrollar experimentalmente esta patología humana de forma controlada bajo estudios de corta duración [11,12,13], aunque existen otros autores que tratando de llevar este procedimiento hasta las ocho horas [10], lograron cercanamente inducir esta patología humana. Se destaca que algunos de estos experimentos se realizaron desconociendo con exactitud las semejanzas y diferencias entre el modelo porcino y los humanos, incluyendo su posible impacto, en especial en lo que se refiere a la compliance (distensibilidad) arterial [1,9,12]; por otra parte, las guías de consenso se basan en estudios unicéntricos, por lo que el grado de evidencia de las recomendaciones es bajo. Algunos autores sugieren que se necesitan estudios multicéntricos para conseguir mayor evidencia. [6] El SCA constituye una patología grave de escasos reportes en la literatura, tanto en humanos como en el cerdo de laboratorio (Sus scrofa), aunque es claro que pone en riesgo la vida del modelo experimental o la persona, en especial derivado de una inadecuada alerta médica de este síndrome y el propio reconocimiento temprano de sus numerosos signos patognomónicos (hipercapnia, hipoxemia, oliguria) [3]; 5 culminando con la muerte del individuo en minutos. [5,12,14] En este trabajo la presencia espontánea y ocasional de mortalidad sobreaguda de cerdos, cursando su período postoperatorio tardío y gozando de una aparente buena salud, fue resultado de una abrupta elevación de PIA con evolución a SCA y mortalidad, lo que nos instó al estudio y caracterización de las posibles causas de esta anormalidad, su etiología y factores desencadenantes. La meta final de este análisis bibliográfico en extenso fue mejorar el conocimiento clínico del médico veterinario en este campo, e implementar un programa preventivo que diera certidumbre de bienestar animal entre los cerdos intervenidos en el servicio. Se esperaría que, al término de dicha investigación, la participación de un grupo multidisciplinario de médicos, patólogos y veterinarios pueda concluir tanto los factores de riesgo como sus efectos sistémicos determinantes para la aparición de esta rareza de alta mortalidad. Al investigar el tema se encontró que su ocurrencia espontánea en cerdos no había sido reportada, mientras que ha sido descrito sólo en el caballo por su impacto a través del cólico que presenta esta especie [15]; de este hallazgo se derivó el conocimiento temprano de reportes experimentalmente inducidos en dicha especie, lo que sirvió de base para indagar sobre este síndrome análogo humano, ya que los cerdos son cada vez más utilizados como modelo experimental y como animal de compañía. Finalmente, la meta de esta tesis es describir los aspectos anatomofisiopatológicos del SCA en cerdos de laboratorio (Sus scrofa), a través de un estudio comparativo de esta rareza clínica nunca reportada en forma espontánea en este modelo experimental, de analogías humanas bien conocidas. [16] Se piensa que esta contribución permitirá tanto a investigadores como clínicos veterinarios, 6 disponer de un elemento de referencia adicional preventivo que les permita comprender la relevancia del síndrome e implementar medidas clínicas descompresivas urgentes para salvaguardar la integridad del paciente. REVISIÓN SISTEMÁTICA 3.1 Antecedentes históricos. La historia de la PIA comienza en 1851, cuando tempranamente se constató que al realizar un esfuerzo espiratorio extremo se producía una pérdida del pulso arterial, vislumbrando desde esta época la importancia de conocer la naturaleza y magnitud de las presiones contenidas en la cavidad abdominal (CA). [4] Con ello, Marey documentó la función respiratoria en 1863 y Brauné en 1865, quien describió por primera vez las variaciones de la PIA humana realizando dichas mediciones usando un balón intrarrectal; posteriormente, Burt en 1870 analizó los efectos perjudiciales de la PIA sobre la función renal, mientras que Went en 1876 describió la relación entre la PIA y el flujo de orina, lo que lo llevó a postular que a mayor presión abdominal menor producción de orina. [17] Quincke demostró en 1878 que al aumentar la PIA disminuía el retorno venoso al corazón, mientras que Henricius comprobó por primera vez en 1890 que una PIA muy elevada impedía la respiración y ocasionaba la muerte del modelo animal; cabe mencionar además que existía una teoría que se mantuvo hasta 1911 que refería que una PIA elevada solo causaba problemas en el sistema respiratorio. En dicho sentido, Emerson confirmó los experimentos antes mencionados, pero desechó dicha teoría empleando otros modelos animales como el gato, perro y 3 7 conejo, concluyendo entre otras cosas que la PIA era ligeramente mayor que la atmosférica (1-5 mm Hg), que la presión abdominal es igual en cualquier punto del abdomen en que se mida y que la contracción del diafragma era la causa principal de aumento de la presión durante la inspiración. De manera adicional concluyó que la relajación muscular abdominal inducida, producía una caída de la presión abdominala 0 y que el aumento de la PIA provocaba falla cardíaca y finalmente paro cardiaco. [17] Derivado de todas estas experiencias previas, en 1913 Went fue el primer investigador en el mundo en asignar una denominación para esta patología a la que llamó “síndrome de hipertensión intraabdominal”.[6,17]Sumado a ello, en 1923, Thorington y Schmidt realizaron la primera descompresión abdominal, demostrando que esto restauraba la producción urinaria. [1,17] Asimismo, en 1948 Gross fue el primero en describir una técnica de reparación abdominal escalonada [18], siendo pionero en estandarizar el tratamiento del síndrome de hipertensión intraabdominal. [19] Por otro lado, la introducción de procedimientos laparoscópicos en la práctica quirúrgica a finales de los ochentas permitió comprender aún mejor las consecuencias orgánicas de la PIA a niveles cardiaco, pulmonar, gastrointestinal, hepático, renal y sus efectos sobre la función cerebral. [1] 3.2 Conceptos Básicos y Definiciones. Presión intraabdominal (PIA): Es considerada la fuerza expansiva que ejerce un gas, un líquido o un sólido en la cavidad abdominal; está determinada por el índice de masa corporal, la posición, la actividad muscular de la pared y la respiración. Su valor es igual o menor a 12 mm Hg. [7] 8 Hipertensión intraabdominal (HIA): Es el aumento persistente o repetido, al menos en tres ocasiones consecutivas con intervalos de cuatro a seis horas de la PIA por encima de 12 mm Hg. De esto existen distintos grados: Grado I (PIA 12-15 mm Hg), Grado II (PIA 16-20 mm Hg), Grado III (PIA 21-25 mm Hg) y Grado IV (PIA mayor a 25 mm Hg). [20-21] Visto en forma integral sus implicaciones orgánicas, la CA constituye un espacio anatómico cerrado parcialmente rígido (pelvis, columna vertebral, arcos costales), al mismo tiempo parcialmente flexible (pared abdominal, diafragma) [22], por lo tanto, sus paredes permiten tan solo una compliance limitada no lineal, que depende de la rigidez del peritoneo y que junto con el retroperitoneo interactúan como compartimentos cerrados, que responden ante cualquier cambio en el volumen de su contenido. [1,5,7] Por lo anterior, el SCA se define como: la presencia de PIA ≥ 20 mm Hg con o sin presión de perfusión abdominal (PPA) < 60 mm Hg, registrada en tres ocasiones entre una y seis horas, concomitante a la aparición de una o más fallas orgánicas. De acuerdo con datos recientes el SCA no define “grados” de afectación, dado que constituye un fenómeno “todo o nada” por consiguiente, se clasifica en primario, secundario y terciario o recurrente: - SCA Primario: se caracteriza por la presencia de HIA, como resultado de una causa intraabdominal (trauma penetrante, pancreatitis aguda, ruptura de aneurisma aórtico-abdominal, peritonitis secundaria, fractura pélvica con sangrado, hemoperitoneo, etc.), que requiere de cirugía inmediata o una intervención intravascular. [4,20-21] 9 - SCA Secundario: se define como toda condición que determine un aumento de la PIA y falla orgánica que no sea de causa abdominal. [4,20,21] - SCA Terciario o recurrente: se desarrolla después de un procedimiento quirúrgico o de tratamiento médico de un SCA primario o secundario (persistencia de SCA después de laparotomía descompresiva). También se le llama crónico o incluso “abierto”. [4,20,21] Originalmente se pensaba que la HIA y el SCA se presentaban en pacientes con patología quirúrgica abdominal. Empero, se ha demostrado que existe una gran variedad de situaciones patológicas no quirúrgicas que pueden cursar con aumento de la PIA, y por tanto se sugiere que la medición de PIA debe contemplarse en todos los pacientes críticos. [4] 3.3 Epidemiología La incidencia del SCA está reportada en muy pocos estudios fuera de los pacientes traumatizados, oscilando entre el 1% y 14% dependiendo de la población y el tipo de trauma. Esta se eleva más en pacientes enfermos críticamente ingresados a una UCI, presentando HIA un 37-64 % y SCA entre el 4-12%. Además, la presencia de HIA concomitante al SCA se relaciona con un peor pronóstico. [3,23] 3.4 Etiología El SCA afecta a casi todos los sistemas y órganos. La HIA y el SCA aparecen en situaciones clínicas que reducen la compliance de la pared abdominal, aumentando el volumen intraabdominal o bien con una combinación de ambos. El SCA se puede desarrollar después de cualquier evento que desencadene un incremento agudo del contenido de la CA, del espacio retroperitoneal o reanimación agresiva con líquidos intravenosos de SC y edema pulmonar agudo. Según la literatura, en pacientes 10 operados generalmente se presenta dentro de las primeras 12 a 24 horas después del acto quirúrgico. Aunque se consideraba que los pacientes con mayor riesgo eran los posquirúrgicos, politraumatizados o con grandes extensiones de quemaduras en el cuerpo, en los últimos años se ha descrito también en otras patologías como ascitis, pancreatitis necrotizante aguda, sepsis, íleo paralítico, obstrucción intestinal e hipotermia. [3,23] 3.5 Fisiopatología del SCA Es similar a la de otros síndromes compartimentales, en donde se compromete la microcirculación y afecta progresivamente el retorno venoso y flujo arterial. Cuando la elevación de PIA obstruye el retorno venoso, se produce una estasis venosa que aumenta la presión del compartimento. Bajo un nivel cercano a 20 mm Hg de PIA, se produce una disminución efectiva del flujo arterial a los tejidos con la consiguiente isquemia de órganos intraabdominales y la activación de la cascada inflamatoria; esto conduce al síndrome de extravasación capilar (leak capilar) con aumento del edema de órganos e incremento progresivo de la PIA. Sumado a lo anterior, se produce una disminución del drenaje linfático que contribuye al aumento del edema y la PIA. [4,9,20] Cuando existe una HIA y en caso extremo SCA se ha señalado que perjudica a todo el organismo; empero, la signología comienza afectando un sistema que en la mayoría de los casos suele ser renal o gastrointestinal, y conforme se va desarrollando el SCA se limitan las opciones de tratamiento y es cuando aparecen signos de mayor gravedad como colapso respiratorio y/o cardiovascular. [4] 11 3.6 Aparato urinario Los riñones son especialmente vulnerables al efecto de la HIA dada su posición anatómica además de su elevada demanda de flujo vascular. Se sabe que el aumento de la PIA provoca una disminución del flujo arterial y venoso renal al igual que él filtrado glomerular y la reabsorción de sodio y agua (redistribución de la microcirculación renal); ello explica el descenso del volumen urinario (oliguria) cuando valores de PIA alcanzan entre 15-20 mm Hg, y anuria cuando los valores llegan a los 30 mm Hg. Paralelamente se presenta una reducción del flujo arterial por descenso del gasto cardiaco, compresión directa de la corteza renal, activación del sistema renina-angiotensina-aldosterona (SRAA) dando con ello la liberación de mediadores proinflamatorios. [3-4,20] 3.7 Hígado y Aparato digestivo A nivel hepático y digestivo la HIA reduce el flujo portal al igual que el de la arteria hepática, tronco celíaco y arteria mesentérica superior, alterando la función mitocondrial, con ello se reduce el aclaramiento de lactato a nivel hepático. La alteración de la compliance de la pared abdominal, junto con la hipoperfusión de músculos y tejidos blandos aumentan el riesgo de infección de la herida quirúrgica, debido a la translocación bacteriana, lo que favorece dehiscencias y evisceraciones además de sepsis abdominal. Sin embargo, el principal efecto negativo de la HIA es una reducción del flujo sanguíneo en la mucosa intestinal, isquemia y edema, así como descenso del pH intramucoso gástrico (pHi). [3-4,20] 3.8 Aparato respiratorio El aumento de la PIA en los pulmones provoca una elevacióndiafragmática que induce disminución de la distensibilidad pulmonar y el volumen tidal, y con ello se 12 aumentan las presiones en la vía aérea. Existe una reducción de la compliance total del sistema respiratorio, por lo que la capacidad de los alveolos disminuye dando lugar a un pulmón denominado baby-lung que cursa con insuficiencia respiratoria e hipoxemia, hipercapnia y acidosis metabólica. [3,20]. Concomitantemente esta elevación favorece el desarrollo de lesión pulmonar aguda, con la liberación de mediadores inflamatorios. [3,4] 3.9 Aparato cardiovascular El aumento de la PIA se asocia a una disminución del gasto cardíaco debido a la compresión de la cava inferior y vena porta, haciendo disminuir el retorno venoso con lo que se produce una reducción de la precarga, la acumulación de sangre en los lechos vasculares esplácnicos y extremidades inferiores, cursando con aumento de la resistencia vascular periférica. El retorno venoso se afecta con una PIA superior a 20 mm Hg; como consecuencia de ello el gasto cardiaco (GC), el índice cardíaco y las presiones auricular derecha y de oclusión de la arteria pulmonar disminuyen. Se establece asimismo que cuando la presión intratorácica aumenta y la PIA es superior a 30 mm Hg, se reduce la distensibilidad del ventrículo izquierdo logrando disminuir la contractilidad y el GC. [14] 3.10 Sistema nervioso Existe creciente evidencia científica que vincula a la PIA con la presión intracraneal (PIC) [4], en donde la elevación de la presión venosa central interfiere en el flujo eferente cerebral con la consiguiente acumulación de sangre en el cerebro (Figura 1), lo que ocurre con una notable elevación de la presión intracraneana. Simultáneamente, al disminuir el GC y aumentar la presión intracerebral la perfusión cerebral se reduce. [14] 13 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 4.1Presentación de los casos Descripción de dos casos clínicos en cerdos de laboratorio hembras (Sus Scrofa) cruza de las razas Yorkshire x Landrace, con una edad de cinco meses, que se mantuvieron en un ambiente controlado según lo estipulado en la norma de SAGARPA NOM-062-ZOO-1999, Especificaciones técnicas para la producción, cuidado y uso de los animales de laboratorio. Dicho medio ambiente fue controlado teniendo una temperatura en promedio de 22 grados centígrados y una humedad relativa de 56%. Existe un sistema de ventilación que provee de 15-18 recambios por hora las 24 horas del día. La iluminación es tipo artificial con lámparas fluorescentes con ciclos de luz y obscuridad de 12/12. La intensidad de ruido no es mayor a 85 decibeles. (Figura 2) El confinamiento de cada animal en promedio mide de ancho 1.43 metros2 superando el espacio recomendado para la especie animal. Las jaulas están hechas de acero inoxidable tipo 304 de alto pulido y fácil limpieza, mientras que el piso está conformado por una rejilla manufacturada con fibra de vidrio pultruida*, que provee aislamiento térmico (Figura 3). Los comederos son de acero inoxidable de 25 cm de largo por 12 de fondo, y cada recinto está dotado con bebedero automático, contando con una pelota colgante para favorecer el enriquecimiento y bienestar animal. La cerda L-506 con antecedente de cirugía (esplenectomía) realizada el día 23 de mayo del 2016, que cursaba una recuperación postoperatoria sin problemas clínicos 4 14 aparentes en el postoperatorio fue encontrada muerta en la mañana del día 25. Al realizar la inspección externa del cadáver, se observó cianosis generalizada, livideces, hemorragias subconjuntivales y epistaxis. (Figura 4). En la región abdominal mostraba evisceración parcial del intestino delgado, mismo que descansaba sobre la pared abdominal lateral baja acompañado de distensión severa (Figura 5) y prolapso rectal de apariencia necrótica. (Figura 6) Se valoró la incisión quirúrgica previa, mostrando solo hemorragia leve y dehiscencia de los puntos de sutura (Figura 7). El tejido celular subcutáneo de las regiones abdominal y púbica mostraba numerosas flictenas de distribución multifocal (Figura 8), así como livideces en la región lateral izquierda. A la necropsia, la inspección interna dejó claro que la caja torácica mostraba una notable compresión toraco abdominal, que se estimó fue resultado de la abrupta elevación del diafragma con disminución del espacio pulmonar pudiendo causar "asfixia traumática”; dichos órganos se observaron congestionados y edematosos, mientras que el corazón presentaba cambios de coloración sugerentes de infarto en su cara anterior. La cavidad abdominal, contenía abundante líquido seroso libre, partículas de alimento y distensión intestinal con adherencias. Por último, existió asimismo perforación de la porción fúndica del estómago. La cerda A-711 tuvo como antecedente clínico únicamente una cirugía de traqueotomía, que fuere realizada el 26 de abril de 2017, misma que cursaba sin ningún problema clínico en el postoperatorio; esta hembra fue encontrada muerta siete días después durante la ronda clínica matutina (Figura 9). * Aqua Grate® Pultruded Gratings Aqua Grate® Pultruded Gratings. StonCor S.A. de C.V. Parque Industrial Stiva Carr. a Villa de Garcia Km. 1.3 Santa Catarina, Nuevo León, 66350 Mexico. 15 La impresión preliminar fue análoga al primer caso, mostrando a la inspección externa cambios sugerentes de asfixia además de epistaxis (Figura 10), a la palpación del tórax se apreciaron crepitaciones en regiones pectorales consistentes con enfisema subcutáneo, mientras que bajo percusión el tórax y el abdomen de predominio timpánico y evisceración parcial del intestino delgado y ciego (Figura 11), que análogamente al caso anterior descansaban sobre la pared abdominal lateral baja acompañados de distensión severa y prolapso rectal que se observaba necrótico (Figura 12); los hallazgos cutáneos mostraron numerosas flictenas de distribución multifocal en el área abdominal (Figura 13). Durante la necropsia, ambos pulmones revelaron un aspecto hemorrágico excepto el corazón, que a la inspección se observó sin cambios aparentes. El estómago presentó una severa distención conteniendo líquido libre mayor a tres litros y abundantes restos alimenticios; la palpación pilórica denotó engrosamiento, mientras que el intestino delgado notable distención debido a la presencia excesiva de gas. Todos los órganos intrabdominales tenían zonas eritematosas. En este caso se tomaron muestras de piel y músculo de la pared abdominal desgarrada, pulmón, hígado, páncreas, bazo, riñón, vena cava y de intestino delgado para su procesamiento histológico y posterior estudio. 4.2 Resultados histológicos Los hallazgos de los estudios de histopatología revelaron cambios multiorgánicos focales pero graves, afectando órganos internos con isquemia, dilatación y congestión. El corte de tejido pulmonar (Figura 14), reveló alteraciones graves con edema y hemorragia intraalveolar (Figura 15). 16 La afectación del parénquima renal se caracterizó por edema intersticial y congestión venosa severa (Figura 16). Los glomérulos no mostraron alteraciones, como tampoco necrosis tubular, descartándose nefritis, presencia de microtrombos y cilindros tubulares (Figura 17). El hígado mostró congestión pasiva crónica. No existió necrosis ni apoptosis (Figuras 18-19). Con respecto al parénquima pancreático se apreció inflamación linfocitaria difusa (Figura 20), mientras que el tejido esplénico reveló una extensa dilatación y congestión de vasos sanguíneos, así como hiperplasia de la pulpa blanca. (Figura 21). La evaluación histológica de la muestra de piel que sufriera desgarre abdominal, mostró únicamente edema e infiltrado linfocitario difuso e inespecífico; lo anterior, a pesar de la notable distensión y ruptura de pared (Figura 22). Respecto a los cortes de intestino mostraronlisis y datos isquémicos superficiales de la mucosa, así como congestión capilar de la submucosa. (Figura 23). 4.3 Discusión de los casos Los datos clínicos disponibles sugieren que ambos cerdos sufrieron un repentino estrés postquirúrgico, debiéndose recordar que aun siendo un animal domesticable multípara, de rápido crecimiento, es de naturaleza lábil y muy sensible a condiciones de estrés, exigiendo un manejo cuidadoso para evitar la muerte del animal durante o posterior a las intervenciones quirúrgicas [25]; es creíble que reflejándose dicho estrés en una notable elevación no cuantificada de la PIA, esta fue capaz de constituir un fuerte detonante de cambios multiorgánicos graves y progresivos, consistentes con los hallazgos clínicos de asfixia repentina, como causa 17 predominante de muerte, soportada asimismo en las lesiones macroscópicas descritas [9]. En ambos casos, la presencia inicial de manifestaciones clínicas fue relativamente inespecíficas lo que se estima es concordante con algunos autores, dado que ello no permitió anticipar un estado grave que condujera a la muerte de los sujetos [5,12,14], en donde ambos modelos presentaron una apariencia postmortem de severo sufrimiento, caracterizado por livideces y cianosis extrema, petequias faciales y hemorragias subconjuntivales con severa protrusión de ambos globos oculares y epistaxis. Dichos hallazgos resultaron consistentes con “los signos clásicos de asfixia” o “Síndrome asfíctico” también llamado por Laster Adelson como “quinteto obsoleto” descritas de la siguiente forma [26]: 1. Hemorragias petequiales: causadas por el aumento agudo en la presión venosa que sobre distiende y rompe la delgada pared de las vénulas. 2. Congestión y edema: resultado de la obstrucción del retorno venoso y la lesión capilar que reduce la vasodilatación; los órganos también se congestionan. 3. Cianosis: se presenta cuando hay una disminución de oxígeno; esta característica casi siempre continua después de que se presenta la congestión. 4. Aumento de las cavidades derechas del corazón: sin cambio aparente en el órgano de estos casos. 5. Aumento en la fluidez de la sangre: hallazgo poco observable debido a que ambos cerdos se encontraron muertos. 18 Considerando los datos clínicos previos de una distensión colosal previa en ambos casos, se estima de manera paralela que la asfixia fue resultado de una elevación repentina de la HIA, que bien pudo alcanzar valores mayores a 25 mm Hg, clasificándose en un grado IV [20-21]; de acuerdo con la literatura, si esta condición se mantiene por más horas es capaz de causar el SCA [4,20-21]. Esta afectación resultó focalizada en ambos sujetos estudiados, porque al haber una HIA, esto desplazó cranealmente los órganos de la CA ejerciendo presión directa sobre el diafragma y evitando la distensión de los pulmones, provocando asfixia y muerte [4,20]. Es igualmente relevante correlacionar que ambos eventos ocurrieron durante la noche, sin asistencia veterinaria posible y que los cerdos se alojaban en camas de viruta de madera; estando bajo restricción temporal de alimento es posible como se observó ingirieran porciones no cuantificadas de este material. Por otro lado, se postula que la existencia de niveles importantes de contenido alimenticio en la cámara gástrica de ambos animales sugiere que las cerdas continuaron bebiendo agua y aceptando alimento, lo que pudiera generar un íleo funcional con abolición del peristaltismo, un evento comúnmente presentado en el postoperatorio o durante eventos de peritonitis, que ocurre por una alteración motora en la que hay una dilatación de las asas intestinales con acumulación de líquidos y gases, provocando que por su peso excesivo produzcan una alteración del drenaje venoso, con edema de la pared intestinal [27]. Lo anterior de forma inevitable pudo incrementar notablemente el contenido y volumen del tubo digestivo alto, con alimento en el caso del estómago y la acumulación elevada de gases en el ciego constituyendo el primer caso que sufriera ruptura de cámara gástrica con salida del contenido libre hacia CA (Figura 24) y la 19 presencia de adherencias (Figura 25). Se piensa que en este evento pudiera haber existido además traslocación bacteriana, favoreciendo la dehiscencia de puntos y la evisceración de intestinos, conjugado con una sepsis abdominal [3-4,20] no comprobada. Por otro lado, se conoce que el cerdo es una especie particularmente vulnerable a sufrir prolapso rectal, como los observados en este reporte, y que puede presentarse en cualquier grupo de edad [28] debido a un incremento de la PIA; se estima que esta forzaría el soporte muscular abdominal de la pelvis dando lugar al prolapso por relajación del esfínter y dolor. La aparición de numerosas flictenas en ambos casos se puede explicar de la siguiente manera: al existir la HIA de grado II ocurre una disminución de flujo de sangre hacia los tejidos, lo que causa isquemia de los órganos intraabdominales además de la activación de la cascada inflamatoria, lo que origina el síndrome de extravasación capilar con edema localizado (mixedema) y continua con aumento progresivo de la PIA [4,9,20]. CONCLUSIÓN El desarrollo de HIA/SCA deberá sospecharse en todos los pacientes que presenten los factores de riesgo mencionados. El hecho de conocer y pensar en la HIA y sus efectos deletéreos permite realizar un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado de SCA, ya que un SCA establecido sin tratamiento temprano puede conducir al síndrome de disfunción múltiple de órganos y ello presupone elevada mortalidad. En estos momentos la profilaxis constituye el tratamiento más recomendable [29], basándose en cuatro principios generales [30]: 5 20 1) Soporte general del paciente grave y uso preventivo de carbón activado para disminuir la generación y presencia lesiva de gas. 2) Descompresión quirúrgica de urgencia (tratamiento del SCA sintomático establecido [24]). 3) Optimización del cuidado del animal en un medio confortable con control de alimento posterior a la descompresión quirúrgica. 4) Contrarrestar efectos adversos. En este trabajo se podría concluir inicialmente que, dado que la mayoría de los avances de orden médico se han basado en la investigación biomédica mediante el uso de modelos animales, y el cerdo constituye un modelo extensivamente usado en farmacología preclínica, e investigación quirúrgica y la enseñanza de alta especialidad para el adiestramiento de médicos y personal paramédico, la ocurrencia de eventos inesperados vinculados con escenarios prevenibles es crítica para el médico veterinario, y los usuarios de este modelo tanto desde el punto de vista del resultado de sus esfuerzos como del bienestar animal. Es claro que el estudio de condiciones análogas humanas arroja grandes beneficios a la medicina mundial y que ello ha servido de base para caracterizar desde aspectos etiológicos fundamentales, hasta tratamientos médicos quirúrgicos usados en la prevención de diversas patologías [25]. Otra conclusión es señalar que, en la especialidad de la Medicina de Animales de Laboratorio, el médico veterinario precisa contar con el conocimiento de esta patología, ya que según se destaca en este estudio el SCA constituye una entidad clínica inesperada de elevada mortalidad e incierta presentación, que es totalmente 21 prevenible a través de la educación que proporciona este tipo de aportaciones clínicas. REFERENCIAS 1. Cheatham M. Abdominal Compartment Syndrome: pathophysiology and definitions. SJTREM [Internet]. 2009[citado 15 Nov 017]; 17(10). Disponible en: http://doi.org/10.1186/1757-7241-17-10 2. Tomicic V, Cruces P, Donoso A. Síndrome compartimental del abdomen en el paciente crítico. Rev. chil. pediatr. [Internet]. 2006 [citado 15 Nov 2017]; 77(6): 557-567. Disponible en: http://dx.doi.org/10.4067/S0370-41062006000600002. 3. Sánchez-Miralles A, Castellanos G, Badenes R, Conejero R. Síndrome compartimental abdominal y síndrome de distrés. 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Figura 5: Cerda con evisceración parcial del intestino delgado 29 Figura 6: Cerda mostrando prolapso rectal. Figura 7: Incisión quirúrgica mostrando hemorragia leve y dehiscencia de puntos. 30 Figura 8: Localización multifocal de flictenas en la región abdominal y púbica. Figura 9: Cerda encontrada muerta con cirugía previa. 31 Figura 10: Cerda mostrando signos típicos de epistaxis y asfixia. 32 Figura 11: Evisceración parcial del ciego e intestino. delgado y ciego. Figura 12: Prolapso rectal de apariencia necrótica. 33 Figura 13: Distensión abdominal mostrando numerosas flictenas en la región púbica. Figura 14: Microfotografía 10x. Parénquima pulmonar. Tinción Hematoxilina y Eosina. 34 Figura 15: Microfotografía 40x. Se observa edema intersticial, congestión y hemorragia intraalveolar. Tinción hematoxilina y eosina. Figura 16: Microfotografía 20x. Parénquima renal. Tinción hematoxilina y eosina. 35 Figura 17: Microfotografía 40x. Glomérulo renal sin alteraciones importantes. Existe discreto edema y congestión extensa con escasa hemosiderina presente. Tinción hematoxilina y eosina. Figura 18: Microfotografía 20x. Parénquima hepático. Tinción hematoxilina y eosina. 36 Figura 19: Microfotografía 40x. Presentación de congestión pasiva crónica hepática con dilatación sinusoidal y congestión de los espacios porta. Hay escasa hemosiderina al interior de algunos hepatocitos. Tinción hematoxilina y eosina 37 Figura 20: Microfotografía 10x. Parénquima pancreático. Se observa una vena de mayor calibre con hemorragia periférica reciente, asociada a inflamación linfocitaria leve. Tinción hematoxilina y eosina. 38 Figura 21: Microfotografía 5x. Muestra extensa de dilatación y congestión de vasos, así como hiperplasia de la pulpa blanca. Tinción hematoxilina y eosina. Figura 22: Microfotografía 10x. Segmento de piel. Se muestra edema e infiltrado linfocitario difuso. Tinción hematoxilina y eosina. 39 Figura 23: Microfotografía 10x. Segmento de intestino. Se observa lisis e isquemia superficial de la mucosa y congestión capilar de la submucosa. Tinción hematoxilina y eosina. 40 Figura 24: Ruptura de estómago con la presencia de restos alimenticios en cavidad abdominal. Figura 25: Presencia de adherencias en asas intestinales. 41 Siempre gracias a Dios que soy veterinaria… Portada Índice General 1. Resumen 2. Introdicción 3. Revisión Sistemática 4. Análisis de la Información 5. Conclusión 6. Referencias 7. Figuras
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