Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA PSICOLOGÍA CULPA Y SATISFACCIÓN CON LA IMAGEN CORPORAL EN ADOLESCENTES T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A : ANGÉLICA JIMÉNEZ ALMANZA JURADO DE EXAMEN: TUTORA: DRA. RAQUEL DEL SOCORRO GUILLEN RIEBELING COMITÉ:LIC. FELIX RAMOS SALAMANCA DR. RUBÉN LARA PIÑA MTRA. MARÍA FELICITAS DOMÍNGUEZ ABOYTE MTRA. ANA LILIA MUÑOZ CORONA MEXICO, D.F MARZO 2014 *Esta investigación forma parte del proyecto PAPIIT Proclividad a las emociones de culpa y vergüenza, estrategias de enfrentamiento y su relación con la percepción de! índice de masa corporal en mujeres y hombres. IN 302112, financiado por DGAPA, UNAM. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 1 ÍNDICE Resumen…………………………………………………………………….………………….....1 Introducción…………………………………………………………….…….….…………...…..1 MARCO TEORICO 1.Emociones....................................................................................................................................5 1.1.Emociones como constructo de desarrollo humano…………………………….……………………………………….………......11 2.Culpa: Modelos explicativos……………………………………………………………..…...20 2.1.Psicoanalítico…………………………………………………………………...…........20 2.2.Cognitivo…………………………………………………………………...……....…....22 3.Desarrollo emocional vinculado con el desarrollo social del individuo……………………………………………………………………………….........24 4.Adolescencia…………………………………………………………………………..............29 5.Satisfacción, insatisfacción corporal……………………………………………………………………………………..31 6.La imagen corporal……………………………………………………..…………….............33 6.1.Condición de peso e IMC…….………………………………………......….................38 METODO Método………………………………………………………………………………………..…40 RESULTADOS Resultados………………………………………………………………………….…..….…….49 DISCUSION Discusión………………………………………………………………………...………...........57 CONCLUSIONES Conclusiones……………………………………………………………………...…....…….....63 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Referencias………………………………………………………………………………....….66 1 Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes* Resumen El propósito de la investigación fue la exploración de la emocion de culpa asociada a la satisfacción con la imagen corporal de acuerdo con el tipo de IMC. El aspecto central fue evaluar las situaciones que provocan culpa mediante el cuestionario PACUL ADLS (Guillén Riebeling, 2013). Es de sumo interés y de relevancia en la investigación encontrar una relación entre emoción y corporalidad y así vincularlo con la posible satisfacción o insatisfacción de la imagen corporal con el cuestionario SATIS-FADO (Stunkard, 1983. adaptado por Guillén Riebeling, 2013). Los participantes fueron 100 adolescentes mujeres y 100 hombres. La edad mínima de 13 años y la máxima de 18 años, el tipo de diseño fue exploratorio cuasi experimental y descriptivo. Los resultados indican que la culpa y el IMC no tienen relación ni la satisfacción con la imagen y la emoción, además de no existir correlación entre el IMC y la satisfacción. Palabras Clave: Imagen corporal, satisfacción, IMC, culpa, emociones, adolescentes Introducción. En México existen estudios sobre la relación entre las emociones, la imagen corporal y la satisfacción bajo una mirada psicológica, pero desde un sentido sociocultural y médico , es decir, se habla de fenómenos como los estereotipos y se encuadran en describir los trastornos alimenticios causados por tener una imagen corporal distorsionada y en consecuencia una insatisfacción con la imagen, este encasillamiento obliga a la visión médica y de salud a incursionar en los temas, ya que la parte física se convierte en el tema primordial, tratándose de trastornos alimentarios y recuperación medica con fármacos, dejando de lado los factores psicológicos. Por ejemplo, claramente se lee en el fragmento de Rivarola & Penna (2006) en su artículo “Los factores socioculturales y su relación con los trastornos alimentarios e imagen corporal”: *Esta investigación forma parte del proyecto PAPIIT Proclividad a las emociones de culpa y vergüenza, estrategias de enfrentamiento y su relación con la percepción de! índice de masa corporal en mujeres y hombres. IN 302112, financiado por DGAPA, UNAM. Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 2 La insatisfacción con la imagen corporal, las dietas y las ideas sobrevaloradas de un cuerpo delgado son factores prevalentes en la mayoría de los adolescentes y jóvenes actuales. Sumada a la presión social publicitaria que presentan modelos que fomentan la delgadez como símbolo de éxito en la vida, está la preocupación que existe entra la población general por el hecho de sentirse atractivo para el otro (p. 63). Obteniendo que los indicadores psicológicos de desórdenes alimentarios observados en los adolescentes, están fuertemente relacionados con la influencia de los valores socioculturales actuales y familiares. Una creciente presión social sobre el peso y la imagen corporal, que se traduce en una propensión a seguir unas pautas de alimentación restrictivas tan irreales como insanas y que el hecho de hacer dieta y después tener algún desorden alimentario se encuentra incrementado por el estado de confusión, además de un concepto pobre de sí mismo, de su identidad y de su cuerpo. En ningún momento se mencionan las implicaciones emocionales, todo se refiere a la alimentación y a la conducta social que los adolescentes mantienen. Es por eso que en el apartado 1 se define y se delimita el concepto de emoción ya que es importante para la mayor comprensión del estudio saber que la emoción se constituye a partir de diversos elementos y no solo existe la respuesta conductual al estímulo ni todo es fisiología, si no que las emociones tienen una importante carga sociocultural y de aprendizaje a través del otro (aprendizaje) sobre las normas y reglas, sobre los comportamientos y sobre la reacción que debe expresarse, inhibirse o controlarse ante un estímulo. También es imprescindible saber que la emoción se presenta de distinta manera en diferentes etapas de la vida durante todo el ciclo vital, y además se deben estudiar las emociones bajo una visión de cambios y transformaciones a través del tiempo. Con la presente investigación en el apartado 2 se aborda completamente el tema de emoción de culpa que se presenta en distintos desórdenes alimenticios según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (American Psychiatric Association, 1995) el Trastorno por atracón que se caracteriza por atracones de comida recurrentes que se asocian a pruebas subjetivas y Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 3 comportamentales de falta de control sobre la alimentación y de malestar clínicamente significativo, y que no se acompañan de las estrategias compensatorias típicasde la bulimia nerviosa (p. ej., autoinducción del vómito, abuso de laxantes u otros fármacos, ayuno y ejercicio físico excesivo). Demuestran una falta de control sobre la alimentación cabe citar el comer muy deprisa, comer hasta sentirse desagradablemente lleno, ingesta de grandes cantidades de comida en ausencia de hambre y sentirse disgustado, culpable o deprimido tras uno de estos episodios. Los episodios de atracón se asocian a tres (o más) de los siguientes síntomas: (1) ingesta mucho más rápida de lo normal (2) comer hasta sentirse desagradablemente lleno (3) ingesta de grandes cantidades de comida a pesar de no tener hambre (4) comer a solas para esconder su voracidad (5) sentirse a disgusto con uno mismo, depresión, o gran culpabilidad después del atracón. La palabra culpa aparece en distintos trastornos dentro del DSM-IV pero en ninguno se relaciona con la corporalidad como en el caso del atracón. La emoción de culpa es solicitada en la evaluación de este trastorno, incluso aparece en el quinto criterio de diagnóstico, lo cual hace un llamado a la indagación de él porque aparece y qué relación tiene con la concepción de un cuerpo deseado de tal o cual manera. Así pues se mencionan solo dos modelos teóricos, psicoanalítico y cognitivo, ya que estos mantienen los dos componentes explicativos de la emoción, la fisiología (reacciones físicas y conductuales) y la socialización (afectividad y cultura) esta última tan indispensable en el desarrollo de la emoción de culpa. En el apartado 3 se hace mención de lo importante que es el desarrollo social del individuo para el desarrollo de las emociones, ya que se aprende a través del afecto y de la enseñanza de las maneras o de los modos de reacción ante un estímulo que desencadene una serie de reacciones conductuales. Las reacciones emocionales son distintas en las múltiples culturas del mundo, la culpa que siente Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 4 un musulmán por no asistir a una ceremonia religiosa no es la misma que siente un católico en México por no ir a misa un domingo, las implicaciones incluso en cuanto a sanciones son muy distintas. Es por eso que el desarrollo social debe ser aprehendido desde una temprana edad, enseñado por los padres, los maestros o los cuidadores responsables de los niños pequeños para que este logre adaptarse al mundo. En el apartado 4 se desarrolla la etapa de la vida que se analiza en este estudio, la adolescencia y sus muchos y relevantes cambios que definen y constituyen a una persona. Los cambios cognitivos y de adaptación social son los que para esta investigación resultan trascendentes, es decir, el surgimiento y desarrollo de la identidad, lo importante que resulta la visión del otro, la crítica y la opinión que se tiene acerca de lo que se hace y del aspecto resulta más impactante en este periodo de la vida que en ningún otro. Y es aquí donde surge el concepto de satisfacción, que en el apartado 5 se hace referencia, así pues resulta que el estar satisfecho o no con la imagen corporal es prácticamente relevante para mantener emociones positivas, vivir “bien”, adaptarse al mundo y ser feliz. El estar satisfecho o no depende del desarrollo emocional y de los elementos sociales que permiten al adolescente responder de manera adecuada (satisfecho) o de manera inadecuada (insatisfecho) a un estímulo. Definir la imagen corporal en el apartado 6 se hace para explicar la fuerza del elemento cognitivo en la respuesta emocional, es decir, como se percibe mentalmente uno mismo y ante los demás, de acuerdo a la percepción que se tiene constituida por lo aprendido, lo idealizado, lo que “debe ser”, las personas estructuran una forma mental tanto del físico (corporalidad) como de sentimientos y actitudes (personalidad), en este estudio nos atañe la representación mental física así que es por eso que se aborda el tema de condición de peso e IMC que es la medida antropométrica que se utiliza para saber el estado de salud a partir del peso y la estatura. Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 5 Las emociones son un fenómeno psicológico que necesita ser estudiado de distintas y múltiples visiones, constituye un complejo de elementos (sociales, físicos y cognitivos). La emoción de culpa presentada como emoción negativa en particular, tiene un componente social indiscutible que no debe olvidarse y que lejos de ser solo la réplica a un estímulo es la respuesta a un aprendizaje. La satisfacción representa felicidad, estabilidad y adaptación de la persona, así pues resulta concordante que si una persona está satisfecha tiene emociones positivas, ósea no experimenta culpa ¿Pero que acaso no tiene también emociones negativas como cualquier ser humano? ¿Qué podría hacer que la persona satisfecha se sienta culpable? Preguntas como estas se resuelven pronto a través de la lectura de la presente investigación. 1. Emociones. Para abordar el tema, primero se revisa el concepto de emociones con sus representantes teóricos y posteriormente se considera la culpa y la satisfacción particularmente en la imagen corporal. Las emociones han sido cuestionadas durante mucho tiempo, intentando llegar al fondo del porque y del cómo están presentes en los seres humanos, ya que son importantes para guiar y controlar la conducta sobre la vida. Se han dado diversas explicaciones a lo largo de la historia. Según la filosofía y los filósofos presocráticos, interesados por aprehender a la razón de lo irracional que caracteriza a las emociones, en la Grecia clásica, pasión y razón se asemejan a la metáfora del señor y el esclavo: a la razón le compete el firme control de los “peligrosos” impulsos afectivos, o idealmente la consecución de la armonía entre ambas (Solomon, 1993 en Palmero 2002). Dicha metáfora determina dos principios que han permanecido casi inalterados hasta la actualidad: 1) la emoción representa un papel jerárquicamente inferior a la razón, y Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 6 2) la distinción razón-emoción refleja la existencia de dos dimensiones antagónicas. Para Aristóteles, ambas dimensiones, racional e irracional, forman una unidad, entendiendo las emociones cargadas de un elemento cuasi racional que incluía creencias y expectativas, considerándoseles, por ello, un precursor de las teorías cognitivas emocionales (Lazarus, 1993 en Palmero 2002). Durante la edad media, las emociones se vincularon a las pasiones. El conocimiento de los “humores” y las “temperancias” intentó explicarlas; “los pecados de la pasión”, que para el judeocristianismo condenan al fuego eterno, no son sino una completa lista de emociones: -ira, envidia…-; por el contrario, las “virtudes superiores”-amor, fe…- compartían con la razón jerarquías superiores, alejadas de los peligros a las que arrastran las emociones. Por su parte Vives (1540 en Palmero 2002) atribuía a las pasiones la posibilidad de motivar e influir sobre las percepciones sensoriales y el comportamiento. Según la teoría evolucionista y Darwin (1882 en Palmero 2002) las emociones como formas expresivas evolucionadas que cumplirían una función adaptativa, y por ende, para la supervivencia de la especie. Basándose en observaciones comparativas entre especies, concluyó la existencia de la continuidad expresivo- emocional entre las especies, si bien lo que en el animal es propio del instinto, en la especie humana cobra cualidad emocional. Dedujo, además, que el comportamiento expresivo-emocional no es exclusivamente aprendido, sino fruto de un programa evolutivo biológico-genético. Así las emociones son vistas como meros restos heredados de primitivas respuestas adaptativas, cuyo objetivo principal es el de servir a las más avanzadas capacidades mentales:“los movimientos que producen los músculos faciales al reírse, el hombre y diferentes familias de monos resultan bastante comprensibles si creemos en la procedencia de todos ellos de un progenitor primitivo común”. La expresión emocional posee una función adaptativa; de ella se deriva implícitamente que: 1) es universal, 2) está determinada genéticamente, 3) Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 7 responde a una función comunicativa-adaptativa ante situaciones de emergencia, incrementando las posibilidades de supervivencia. De esta perspectiva, se defiende la universalidad de algunas emociones a partir de la existencia de una expresión facial y de algunos cambios fisiológicos específicos por cada una de dichas emociones. Independientemente de las diferentes influencias sociales y culturales que ejercen sus efectos sobre el desencadenamiento y la expresión, las emociones son tomadas como procesos biológicamente determinados, dependiendo de la activación de estructuras neurales específicas que se distribuyen desde zonas subcorticales, concretamente desde el troncoencéfalo hasta la corteza cerebral, pasando por estructuras del diencéfalo y el sistema límbico (Mestre & Palmero, 2004). Bridges (1932 en Moreno y Ruiz, 2005) desde un punto de vista psicoanalítico da por supuesto que las emociones verdaderas no comienzan hasta que se ha hecho una diferenciación entre el “sí mismo” y el medio circundante; es decir, hasta que surge la conciencia o la conciencia rudimentaria. Cuando no se hace distinción alguna entre la experiencia interior y el entorno, no pueden hacerse “conexiones”, no puede haber una relación sujeto-objeto y. por tanto, no se delimita aquí una reacción emocional. Este rasgo de delimitación es esencial si las emociones han de concebirse como que desempeñan un papel integrador en las transacciones entre el organismo y el ambiente. Sin embargo, antes de los inicios de la conciencia, los bebes pueden, por obvios afanes de sobrevivencia, comunicar malestar. Asimismo, exhiben un prototipo de emociones positivas posteriores, un “volverse hacia” que es una orientación de todo el cuerpo y el aparato sensorial hacia un suceso que sirve de estímulo. Las emociones también se explican al tomarse como procesos episódicos que, elicitados por la presencia de algún estímulo o situación interna o externa, que ha sido evaluada y valorada como potencialmente capaz de producir un desequilibrio Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 8 en el organismo, dan lugar a una serie de cambios o respuestas en los planos subjetivos, cognitivo, fisiológico y motor expresivo; cambios que están íntimamente ligados con el mantenimiento del equilibrio, esto es: con la adaptación de un organismo a las condiciones específicas del ambiente (Mestre & Palmero, 2004). Ahora bien una explicación Cognitiva a las emociones va de acuerdo al concepto que declara que la emoción es el resultado de un patrón cognitivo que surge en presencia de un estímulo. Se entiende que estos procesos son altamente subjetivos, lo que explicaría que un mismo estimulo pueda suscitar diferentes reacciones en la misma o en distintas personas. Marañón (1924 en Palmero 2002) establece que la activación fisiológica es una condición necesaria, aunque no suficiente, para que se produzca una reacción emocional, necesitando procesos valorativos del estado de activación físico y el contexto en el cual se produce. Por su parte Schachter y Singer (1962 en Palmero 2002) dice que la activación fisiológica determina la intensidad de la emoción, mientras que su cualidad estará determinada por la interpretación del estado (las creencias, etiquetas verbales o indicios contextuales) ósea el componente cognitivo. Así Arnold (1960 en Palmero 2002) propuso que la importancia de los procesos valorativos de las situaciones respecto a la aparición de una emoción, acentuando la dimensión placentera del estímulo como elemento clave de la cualidad emocional, en una secuencia causal en la que este proceso se ubica con anterioridad a la activación fisiológica y es posterior a la emoción. El sujeto continuamente realiza valoraciones del entorno, evaluaciones que lo aproximan a lo agradable y alejan de la estimulación aversiva. La emoción se desencadena de la valoración del estímulo, mientras que los sentimientos surgen tras la determinación valorativa de las consecuencias de la emoción. Por tanto, la emoción solo es posible tras la percepción y evaluación del estímulo. Frijda (1993 en Palmero 2002) acentúa el significado de objetivos e intereses del sujeto presentes en los estímulos y en la aparición de la emoción; añade un Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 9 mediador: la valoración de cómo manejar la situación y el concepto de tendencia de acción. Lazarus ( 1966 en Palmero 2002) ubica la cognición (entendida fundamentalmente como valoración) en el inicio del proceso emocional, seguida de la activación fisiológica y sus secuencias, todo ello dentro de un proceso en el que intervienen numerosas variables mediadoras entre estos elementos. La emoción es el resultado de un proceso de evaluación de la relación (presente, imaginada, anticipada) entre la persona y su ambiente, proceso que incluye componentes: a) cognitivo-subjetivos, b) fisiológicos, y c) expresivos. Esta teoría es denominada “cognitiva-motivacional”. Weiner (1985 en Palmero, 2002) sostiene que el proceso emocional es un fenómeno post-atribucional que sigue la secuencia: acción, resultado, atribución, emoción. Tras la estimulación ambiental surge una valoración primaria de acuerdo a sus consecuencias agradables o desagradables. Este proceso induce una primera emoción que es analizada sobre la base de sus consecuencias, en función de dicha atribución emerge la emoción más elaborada, que posteriormente ejercerá un papel motivacional sobre la conducta. Las reacciones pre-emocionales, las emociones precursoras y las emociones principales están eslabonadas mediante procesos de diferenciación, y también de especificación, las tres difieren en su provocación y en su forma. En las emociones posteriores se da un papel cambiante para el significado y una mayor claridad. Mientras que las precursoras se presentan en reacciones globales a amplios tipos de estimulación, las emociones principales son reacciones precisas y a menudo inmediatas a sucesos significativos y específicos. Esta postura es distinta de otra que se constituye en la presencia de todas las emociones por separado al principio de vida (o su surgimiento por separado en plena forma) o de la postura de que las emociones surgen simplemente de una masa amorfa en las primeras semanas de vida (Moreno & Ruiz 2005). Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 10 Resolviendo el panorama de qué es una emoción, se busca entonces sí: ¿es igual en todas las personas?, surgen diferencias en el estudio y se construyen algunos “tipos” que clasifican las emociones. “Emociones autoconscientes” existe una evaluación relativa al propio yo. Estas emociones surgen cuando se produce una valoración positiva o negativa del propio yo con relación a unos criterios de lo que es una actuación, adecuada en diversos ámbitos. Juegan un papel importante en la orientación de la conducta en del sujeto en relación con dichos criterios, en su desarrollo personal y en su vida social (Marina & López 1999 en Palmero, Fernández- Abascal, Martínez & Chóliz, 2002). “Emociones auoevaluativas” estas emociones no poseen índices expresivos- sobretodo faciales- tan claros como el miedo, la ira, la alegría, la tristeza o el asco (Moscolo & Fischer 1995 en Palmero, Fernández- Abascal, Martínez & Chóliz, 2002). También pueden llamarse “secundarias”, “derivadas”, “complejas”debido a que parecen derivarse de otras más básicas y parecen requerir el desarrollo previo de ciertas habilidades cognitivas. El desarrollo de una cierta noción del Yo como separado de los demás, de una cierta autoconciencia, es una condición necesaria para el desarrollo de estas emociones. Barret (1995 en Palmero, Fernández- Abascal, Martínez & Chóliz, 2002) señala que el proceso de socialización no solo es importante por ser una fuente de información acerca de las reglas, las normas, el yo. La socialización es importante, sobre todo, porque es lo que dota a las normas de significado y lo que hace que la adhesión a las mismas se convierta en una meta importante. Sobre el papel socioafectivo y la relación afectiva general con los agentes socializadores, la naturaleza general de la relación con los padres influirá en el deseo del niño de aceptar y tomar en consideración las normas parentales. El autor también propone las “Emociones sociales” el desarrollo en el niño de criterios acerca de lo correcto y lo incorrecto, lo deseable y lo rechazable en la forma de comportarse, fruto de la internalización de los valores y las normas de su cultura en las experiencias Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 11 cotidianas en sus interacciones sociales. También son sociales porque la mayor parte de las veces surgen en contextos interpersonales. Lewis (2000 en Palmero, Fernández- Abascal, Martínez & Chóliz, 2002) indica que la evaluación de las propias acciones, pensamientos o sentimientos como éxitos o fallas en relación con una serie de normas, reglas y metas. El éxito o fallo percibido provoca la autorreflexión y esta da lugar a un segundo proceso fundamental en la elicitación de estas emociones. Fallo: emociones de vergüenza y culpa. Así pues, pese a que existen tantas explicaciones, se puede afirmar que las emociones constituyen un complejo sistema que se origina con un estímulo que causa una respuesta física y conductual y se encamina por el sentido afectivo y la experiencia. Las emociones representan todo en el diario vivir de las personas y su desarrollo, son el factor principal que permite adaptarse al mundo. 1.1 Emociones como constructo de desarrollo humano. Las emociones se han estudiado en diversas áreas para poder darle un sentido práctico-teórico y buscar una explicación que sea aplicable a todos los seres humanos. Es así como surge una explicación ontogenética y de desarrollo que establece pautas importantes para el estudio de las emociones. Cuando las emociones se tratan como constructos de desarrollo, se dice que una reacción emocional ocurre cuando un conjunto prescrito de circunstancias produce una serie de reacciones preestablecidas con cierta confiabilidad en un bebé o un niño; es decir, las emociones se deducen de numerosas indicaciones, en vez de que se las identifique con un solo indicador. Se consideraran apropiadas una variedad de conductas, preferentemente en combinación, entre ellas la expresión facial, la conducta motora, las respuestas orales y los cambios autonómicos. El asunto del desarrollo es, entonces, explicar los orígenes de las emociones inexistentes con anterioridad. Dentro de esta perspectiva de desarrollo, se da por Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 12 sentado que representan evoluciones de reacciones anteriores y “no emocionales”; es decir, la materia de la que proceden las emociones debe estar disponible en los primeros meses de vida. No es que provengan de la nada, y tampoco que se dé un caso de preformismo, ósea, que las emociones maduras ya estén ahí con una forma más pequeña. Las emociones maduras surgen de otras precursoras en las reacciones pre emocionales de los recién nacidos, conforme el bebé se desarrolla en interacción con el ambiente (Moreno & Ruiz 2005). El desarrollo humano es el estudio científico del cómo cambian las personas y como permanecen algunos aspectos con el correr del tiempo. Los cambios ocurren durante toda la vida, aunque son más notorios en la niñez. Presentan dos formas: cuantitativa y cualitativa. El cambio cuantitativo es la variación en el número o la cantidad de algo, como la estatura y el peso o el incremento en el número de palabras, frases y enunciados que emplean. El cambio cualitativo es el que se produce en el carácter, la estructura o la organización, como la naturaleza de la inteligencia de una persona, la manera como trabaja la mente. Del mismo modo como una mariposa emerge del capullo, el cambio cualitativo está marcado por la aparición de nuevos fenómenos no previstos en las primeras etapas. Existe un interés en lo que la teoría y la investigación tienen que decir, en especial en lo que se refiere a los seres humanos. Las personas son capaces de cambiar a lo largo de su vida, los cambios en las primeras etapas son especialmente dramáticos a medida que los indefensos recién nacidos se transforman en niños competentes e investigadores. Durante la niñez el cambio implica aumento de tamaño y mejoramiento de las habilidades; el cambio en la edad adulta se presenta en más de una dirección. Algunas capacidades, como el vocabulario, continúan creciendo; otras, como la fuerza y el tiempo de reacción, disminuyen. Incluso, pueden surgir otras en la primera época de la edad adulta, como la síntesis del conocimiento y la experiencia manifestada en la sabiduría. Las personas muy ancianas también pueden mostrar crecimiento, Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 13 e incluso la experiencia de morir puede ser un último intento para ponerse de acuerdo con la vida; en resumen, para desarrollarse (Papalia & Olds, 2001). Las personas pueden superar dificultades tempranas o experiencias negativas para adaptarse mejor a la vida. Un incidente traumático o una pérdida seria en la niñez pueden tener consecuencias emocionales graves. La crianza en un ambiente enriquecedor puede ayudar al niño a sobreponerse a los efectos de pérdida o traumas tempranos. Las personas no son receptores pasivos de las influencias, si no que moldean su propio ambiente y responden a las fuerzas ambientales a las que han ayudado transformar. Con frecuencia puede verse esta influencia bidireccional. Por ejemplo, cuando los infantes balbucean y murmuran, están animando a los adultos a que les conversen, y esta conversación, a su vez, estimula el desarrollo del lenguaje de los niños. En principio, el estudio del desarrollo humano se centró en describir el comportamiento para deducir las normas propias de cada edad. En la actualidad, los evolucionistas también desean explicar el porqué de los comportamientos, basados en los factores que influyen en el desarrollo. El próximo paso es predecirlo, y en algunos casos, tratar de modificar u optimizar el desarrollo mediante el entrenamiento o la terapia. Una de las razones para que el desarrollo humano sea tan complejo es que el crecimiento y el cambio se presentan en diversos aspectos del ser, el desarrollo físico son cambios corporales, cerebrales, de las capacidades sensoriales y de las habilidades motrices que forman parte del desarrollo físico e influyen sobremanera en el intelecto y la personalidad. El desarrollo intelectual (cognoscitivo) son los cambios que se esperan en las facultades mentales (aprendizaje, memoria, razonamiento, pensamiento y lenguaje) constituyen aspectos del desarrollo intelectual o cognoscitivo. Estos cambios están estrechamente ligados al desarrollo físico y al emocional. El desarrollo social y de la personalidad donde la personalidad es la única forma en la cual cada persona se relaciona con el mundo Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 14 y expresa sus emociones. El desarrollo social se refiere a los cambios experimentados en la relación con losdemás. Ambos afectan los aspectos físicos y cognoscitivos del funcionamiento. Del mismo modo, las características físicas e intelectuales afectan el desarrollo social y de la personalidad (Papalia & Olds, 2001). La vida del hombre se divide en ocho periodos: 1) prenatal, 2) etapa de los primeros pasos, 3) primera infancia, 4) infancia intermedia, 5) adolescencia, 6) edad adulta temprana, 7) edad adulta intermedia, 8) edad adulta tardía (Papalia & Olds,2001) . La manera como la gente explica el desarrollo depende de su punto de vista acerca de la naturaleza humana. Diversos pensadores y teóricos, desde diversos ángulos, han producido explicaciones o teorías acerca de por qué las personas se comportan de una forma determinada. Freud (1900 en Papalia &Olds, 2001) postula que los primeros años de vida son decisivos en la formación de la personalidad, a medida que los niños desarrollan conflictos entre sus impulsos biológicos innatos relacionados con la sexualidad y las restricciones de la sociedad. Afirmó que estos conflictos se presentan en una secuencia de etapas invariables del desarrollo psicosexual, en las cuales el placer se desplazaba de una zona del cuerpo a otra: de la boca al ano y de allí a los genitales. En cada etapa, el comportamiento que funciona como base de gratificación cambia: de la alimentación a la eliminación, y, de modo eventual, a la actividad sexual. Freud (1900 en Papalia & Olds, 2001) creía que los recién nacidos estaban gobernados por el id (ello), fuente de motivos y deseos presente en el nacimiento. Los infantes no se ven separados del mundo exterior; están interesados en lo que ellos desean. Pero cuando no reciben la gratificación a tiempo (como cuando tienen que esperar para ser alimentados), empiezan a sentirse diferentes de su entorno. En ese momento, algunas veces durante el primer año de vida, comienzan a desarrollar el ego, el cual representa la razón o el sentido común, Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 15 funciona bajo el principio de la realidad. El objetivo del ego es encontrar maneras reales de gratificar el ello. El superego, que se desarrolla alrededor de los cinco o seis años, incluye la conciencia. A medida que el hijo se identifica con el padre de su mismo sexo, el superego incorpora en su propio sistema de valores los “debes” y “no debes” aprobados por la sociedad. Freud describió algunos mecanismos de defensa, maneras inconscientes de distorsionar la realidad para proteger el ego contra la ansiedad. Son empleados por todas las personas y solo son patológicos cuando interfieren el desarrollo de la salud emocional. Además postula las etapas de desarrollo psicosexual. Se establecen cinco etapas en el desarrollo de la personalidad. Consideraba que las tres primeras eran las más importantes y creía que los niños estaban expuestos a los riesgos de la fijación, una detención en el desarrollo, si recibían poca o demasiada gratificación en alguna de estas etapas. Un niño puede quedar “fijado” emocionalmente y puede necesitar ayuda para salir de esa etapa. Esta evidencia de fijación en la niñez se refleja en la personalidad adulta (Papalia & Olds, 2001). Erikson (1963 en Papalia & Olds, 2001), hace un seguimiento del desarrollo de la personalidad en el transcurso de la vida y destaca la influencia de la sociedad y la cultura sobre el ego en cada uno de los ocho periodos de edad en que divide la vida humana. Cada etapa presenta una “crisis” en la personalidad que implica un conflicto diferente y cada vez mayor. Cada crisis es un momento crucial para resolver aspectos importantes, que, no obstante, permanecerán durante la vida, hasta cierto grado. Estas se manifiestan en momentos determinados, según el nivel de madurez de la persona. Si el individuo se adapta a las exigencias de cada crisis, el ego continuara su desarrollo hasta que se presente la próxima. Si la crisis no se resuelve de modo satisfactorio, su presencia continua interferirá el desarrollo sano del ego. El objetivo es la solución satisfactoria de cada una de las ocho crisis 1) confianza básica vs desconfianza (del nacimiento hasta los 12 o 18meses) el bebé desarrolla Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 16 el sentido de si puede confiarse en el mundo. Virtud: la esperanza. 2) autonomía vs vergüenza y duda (de los 12 o 18 meses a los 3 años) El niño desarrolla un equilibrio frente a la vergüenza y la vida. Virtud: la voluntad. 3) iniciativa vs culpabilidad (de los 3 a 6 años) El niño desarrolla la iniciativa cuando ensaya nuevas cosas y no se deja abrumar por el fracaso, Virtud: el propósito. 4) industriosidad vs inferioridad (de los 6 años a la pubertad) El niño debe aprender destrezas de la cultura a la cual pertenece o enfrentarse a sentimientos de inferioridad, virtud: la destreza. 5) identidad vs confusión de la identidad (de la pubertad a la edad adulta temprana) El adolescente debe determinar su propio sentido de si mismo. Virtud: la fidelidad. 6) intimidad vs aislamiento (edad adulta temprana) La persona busca comprometerse con otros, si no tiene éxito, puede sufrir sentimientos de aislamiento y de introspección. Virtud: el amor. 7) creatividad vs ensimismamiento (edad adulta intermedia) Los adultos maduros se hallan preocupados por establecer y guiar a la nueva generación, de otra forma se sienten empobrecidos personalmente. Virtud: preocupación por otros. 8) integridad vs desesperación (vejez) Las personas mayores alcanzan el sentido de aceptación de la propia vida, lo cual permite la aceptación de la muerte y, si no es así, caen en la desesperación. Virtud: la sabiduría. Se requiere que un rasgo positivo se equilibre con su correspondiente rasgo negativo. Aunque debe predominar la cualidad positiva, es necesario que permanezcan rastros de la otra (Papalia & Olds, 2001). La perspectiva del aprendizaje cambia la conducta e impulsa el desarrollo y sostiene que los seres humanos aprenden acerca del mundo de la misma manera como lo hacen los animales: reaccionan frente a determinados aspectos ambientales que encuentran placenteros, dolorosos o amenazantes. Condicionamiento clásico. Un tipo de aprendizaje en que un animal o una persona aprende a responder a un estímulo que en principio no conocía; después este se asocia, de modo repetido, con un estímulo que origina la respuesta. Condicionamiento operante. La persona o el animal involucrado esta “operando” Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 17 en el ambiente. Un organismo tiende a repetir una respuesta que ha sido reforzada y a eliminar una que ha sido castigada. Las consecuencias de una conducta determinan su destino. Una consecuencia derivada de un comportamiento y que incrementa la posibilidad de repetirlo se denomina refuerzo. Este puede ser positivo o negativo. El positivo consiste en dar una recompensa: alimento, dinero, elogio. El negativo consiste en retirar una situación que no le gusta a una persona (evento aversivo). Castigo es la consecuencia derivada de un comportamiento, que disminuye la posibilidad de que dicho comportamiento se repita. El castigo suprime un comportamiento mediante un evento aversivo o al prohibir un evento positivo (Santrock, 2006). Albert Bandura (1925 en González, 1993) y la teoría cognitivo-social enfatiza que el comportamiento, el entorno y la cognición son factores fundamentales en el desarrollo, además sostiene que el niño aprende los comportamientos sociales por observación e imitación de modelos. La identificación de los niños con los padres es el elemento que más influye en la manera como adquieren el lenguaje, enfrentan la agresión, desarrollan un sentido moral y aprenden los comportamientos que la sociedad considera apropiados para cada género. Los procesos cognoscitivos se ponen enfuncionamiento a medida que las personas observan los modelos, aprenden “segmentos” de comportamientos y luego los ponen juntos en nuevos y complejos patrones (González, 1993). La perspectiva cognoscitiva ve a las personas como seres que viven y crecen con sus propios impulsos internos y patrones de desarrollo. Tiene dos grandes características: ve a las personas como seres activos, no reactivos. Hace mayor énfasis en el cambio cualitativo (cambios en la manera de pensar en las diversas edades) que en los cambios cuantitativos. Jean Piaget (1969 citado en Piaget & Inhelder, 2007) Sostuvo que el desarrollo ocurre en una serie de etapas. En cada una de ellas surge una nueva manera de pensar en el mundo y de responder frente a su evolución. En consecuencia, cada Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 18 etapa es una transición de un tipo de pensamiento o comportamiento a otro. Una etapa se cimienta en la anterior y sienta las bases para la que viene. Cada una de estas presenta numerosas facetas. Las personas atraviesan las mismas etapas en el mismo orden, aunque el ciclo real varia de una persona a otra, lo cual hace que las fronteras de edad no sean precisas (Piaget & Inhelder, 2007) Etapa sensoriomotriz (del nacimiento a los 2 años): El infante deja de ser alguien que responde principalmente a través de reflejos y se convierte en alguien que organiza actividades en relación con el ambiente. Aprende mediante las actividades sensoriales y motrices. Etapa preoperacional (de los 2 años a los 7): El niño desarrolla un sistema representativo y emplea símbolos, como las palabras, para representar a las personas, los lugares y los hechos. Etapa de las operaciones concretas (de los 7 a los 12 años) El niño puede resolver problemas lógicamente si se enfocan en el aquí y en el ahora. Etapa de las operaciones formales (de los 12 años a la edad adulta) La persona puede pensar en términos abstractos, enfrentar situaciones hipotéticas y cavilar en posibilidades de su actuar. Piaget creía que lo sustancial del comportamiento inteligente es una capacidad innata para adaptarse al ambiente. Los niños construyen sus capacidades sensoriales, motoras y reflejas para aprender del mundo y adaptarse a él. A medida que aprenden de sus experiencias, desarrollan estructuras cognoscitivas más complejas (Piaget J. & Inhelder B. 2007). Las personas tienen su propia visión del mundo en cada una de las etapas del desarrollo. En esta visión subyace una cantidad de estructuras cognoscitivas básicas que se conocen con el nombre de esquemas. Un esquema es un patrón fijo de comportamiento que los individuos utilizan para pensar en una situación y enfrentarse a ella. Durante la infancia, los esquemas se reconocen por el comportamiento que implican: morder, mamar, agitarse, agarrar, etc. Desde los Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 19 primeros días de nacidos, los infantes tienen muchos esquemas. A medida que los cambian, aprenden a diferenciarlos. Los actos motores son los primeros esquemas que se presentan. Con el desarrollo intelectual de los niños, los esquemas se convierten en patrones de pensamiento ligados a comportamientos particulares. También se hacen más complejos, yendo del pensamiento concreto acerca de lo que puede verse, oírse, saborearse, olerse o sentirse, hasta el pensamiento abstracto (Papalia & Olds,2001) . El conductismo sostiene que los problemas humanos radican en una mala adaptación del hombre a su medio. La solución podía entonces abordarse de dos formas: transformando el ambiente o transformando al individuo (Watson, 1913 en González, 1993). Y habitualmente se escogió, como no podía ser de otra manera, la segunda opción. Watson construye "historias de condicionamiento" para mantener su tesis de que todas nuestras conductas se adquieren como reflejos condicionados (adecuándose a su principio metodológico de buscar leyes universales del aprendizaje). Al suponer que todas las conductas han sido adquiridas en forma de reflejos condicionados, se está suponiendo que ésa es la forma a través de la cual otras conductas pueden ser añadidas al propio repertorio, ofreciendo un método simple y rápido para manipular el comportamiento humano. Al crear un individuo incapaz de ser "dueño de su destino", ambas teorías traspasaron ese poder a factores o instancias ajenas a él, facilitando de este modo la intervención mediante tecnologías sociales (González, 1993). Maslow (1954 en Papalia & Olds, 2001) menciona que solo cuando las personas logran cubrir sus necesidades básicas pueden buscar la satisfacción de otras más elevadas. La primera necesidad es la fisiológica, las personas que padecen hambre asumirán cualquier riesgo para obtener alimento; solo cuando esto haya sucedido se preocuparan por el próximo nivel de necesidades: el de seguridad y protección. A su vez, estas necesidades deben satisfacerse (al menos en parte) antes de que las personas busquen amor y aceptación, estima y, por último, autorrealización; es decir, la completa realización de su potencial. Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 20 El ideal es la persona autorrealizada, que muestra altos niveles de las siguientes características: percepción de la realidad, aceptación del yo, de los otros y de la naturaleza; espontaneidad, capacidad de resolver problemas, autodirección; identificación con otros seres humanos, aislamiento y deseo de privacidad; serenidad de apreciación y riqueza de reacción emocional; frecuencia de experiencias máximas, satisfacción y cambio en la relación con las demás personas; estructura democrática de carácter, creatividad y sentido de valores (Papalia & Olds,2001) . 2.Culpa: Modelos explicativos La variedad de modelos que definen y explican a las emociones se analizan desde múltiples dimensiones, estas teorías se basan en la fisiología, las cogniciones o la interacción de factores físicos, mentales y experienciales. Aunque se mantenga la discusión del origen, de las funciones y de los tipos de emoción, se afirma que las emociones actúan de acuerdo a estos factores importantes: la fisiología, la afectividad, la cognición y la experiencia, con base en esto numerosos investigadores, con distintos tipos de estudio, han logrado plantear teorías que dan un sentido más claro a lo que se pudiera decir un fenómeno psicológico subjetivo. 2.1 Psicoanalítico. Freud (1901 en Palmero, Fernández- Abascal, Martínez & Chóliz, 2002) dice que la culpa tiene un carácter muy negativo para el individuo, los sentimientos de culpa, dada su naturaleza fuertemente inhibitoria, su asociación con la necesidad de castigo y su tendencia a desencadenar múltiples mecanismos de defensa, acaban dando lugar a numerosos síntomas y conductas desadaptativas, su presencia es palpable en muchas patologías psíquicas. Habla de la evaluación negativa del yo más específico (referida a una acción concreta, las personas que sienten culpa también experimentan dolor, pero en este caso el dolor tiene que ver Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 21 con el objeto del daño que se ha hecho con las causas de la acción realizada o simplemente pensada), no lleva a la interrupción de la acción, conlleva a una tendencia correctora que a menudo, aunque no siempre, lleva a la puesta en marcha de conductas orientadas a reparar la acción negativa, así como a una reconsideración de la forma de actuación futura. En cuanto a su expresión física dice que las personas tienden más bien a moverse inquietas por el espacio, como si se tratara de ver que puede hacer para reparar su acción. Dado que la culpa se centra en una conducta concreta, las personas pueden liberarse de este estado emocional con relativa facilidad a través de la acción correctora.La experiencia de culpa puede llevar a la de vergüenza (se puede acabar sintiéndose avergonzado de uno mismo tras sentir culpa por una determinada acción), pero no así la de vergüenza a la culpa (se sienten culpables tras experimentar vergüenza por una acción) (Palmero, Fernández- Abascal, Martínez & Chóliz, 2002). Piers & Singer (1971 en Palmero, Fernández- Abascal, Martínez & Chóliz, 2002) mencionan que la culpa aparece cuando se transgreden ciertas normas o reglas, y la vergüenza, en cambio, cuando no se alcanzan ciertas metas o estándares. La culpa es el resultado de un conflicto entre el yo y el superyó. Tangney (1996 en Palmero, Fernández- Abascal, Martínez & Chóliz, 2002) propone que durante la experiencia el foco de atención de la persona al sentir culpa es la conducta (“yo hice esa cosa horrible”). Harder (1995 en Palmero, Fernández- Abascal, Martínez & Chóliz, 2002) la culpa tiene un carácter bastante menos negativo para la salud psíquica de lo que se supone. Los efectos patológicos de la culpa se producen cuando ésta aparece fusionada con la vergüenza. La culpa se presenta de forma inconsciente generalmente manifestada por acciones como actos fallidos, inhibiciones, fracasos o torpezas, explicadas sólo Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 22 por la necesidad que el individuo considerado como culpable, tiene que castigarse a sí mismo dado que sólo de esa forma lograra seguir con su conciencia tranquila (Zabalegui ,1997). El psicoanálisis da todo el peso a las cuestiones mentales y de autopercepción, le da un cierto cargo a lo social al decir que se siente culpa al transgredir una norma, pero aun así la sensación y la respuesta de la emoción de culpa está íntimamente ligada a lo que se piensa del sí mismo. 2.2 Cognitivo. Lewis (1971 en Reidl & Jurado 2007) define a la culpa como la emoción principalmente preocupada por un comportamiento particular, como algo separado de uno mismo; sin embargo, la sensación, puede ser muy dolorosa, involucra un sentido de tensión, remordimiento acerca de lo que se hizo mal. La culpa generalmente no es devastadora. El foco está sobre algún comportamiento o en algún comportamiento que ha transgredido una norma moral (o, a nivel de fantasía “transgrediera si lo actuara”) y esto genera sentimientos de pesar, remordimiento y/o preocupación ( a veces extrema) por la persona dañada. La persona con culpa se siente mal, porque él o ella internamente evalúan su comportamiento como malo. Esta emoción puede alcanzar el nivel de odio hacia sí mismo, de desesperación, especialmente cuando el sentido del daño hecho es irreparable. La culpa es un estado emocional producido por el conocimiento de que uno mismo ha violado los estándares morales. Solo se puede sentir cuando el sujeto ha internalizado los estándares morales de la sociedad, lo que la distingue del simple temor a ser castigado por fuentes externas; la culpa es en cierto sentido un castigo auto administrado (Reber, 1995 en Reidl & Jurado 2007). Zabalegui define a la culpa como una valoración cognitiva y afectiva, de comportamientos, cuando éstos no están de acuerdo con una determinada escala Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 23 de valores morales. Debe incluirse en su conceptualización los influjos anteriores (objeto, gravedad de la transgresión, castigos experimentados anteriormente, estilo de educación, ambiente cultural, valores en uso dentro de su grupo), los rasgos personales del culpable (predominio del pensamiento o de la afectividad, fortaleza o debilidad del yo, autoestima alta o baja) y, los hábitos o repertorios de conductas ulteriores con diferente probabilidad de que se repitan (confesión, penitencia, reparación, cambio de actitudes, huida y otros mecanismos de defensa para aliviar el desagrado del sentimiento). Se le puede considerar una variable actitudinal, o un rasgo de personalidad. Al sentir culpa también se experimentan otras emociones: angustia, inseguridad, inestabilidad emocional, sentimientos de dependencia, y de vergüenza. La culpa es una emoción saludable, orientada hacia los demás, trata siempre de buscar soluciones, de reparar daños, de compensar los efectos negativos que han causado las malas acciones ( Zabalegui ,1997). No hay culpa sin los otros, no es un fenómeno privado que pueda entenderse sin referencia a los otros. Son los otros los que valoran lo que se hace, los que dictaminan el signo de las acciones. La internalización de las normas externas puede hacer creer que la conciencia y los sentimientos de culpa son atributos personales con los que se nace, cuando en realidad son convenciones sociales. Hay una culpabilidad sana que nace de la relación afectiva con los que rodean y que es necesaria; el problema está en determinar las proporciones de la dimensión yo-los otros (Zabalegui, 1997 en Reidl & Jurado 2007). Lewis (1987 en Reidl & Jurado 2007) señala que la culpa solo concierne transgresiones morales, implica enfocarse en el acontecimiento negativo del que se es responsable y la culpa involucra un self activo. Sobre si la emocion de culpa es moral, Tangney (1995 en Reidl & Jurado, 2007) señala que es efectiva en el reino interpersonal; la culpa es la respuesta más adaptativa ante las innumerables transgresiones de la vida cotidiana, ya que favorece la aparición de la empatía, y el deseo de reparar el daño causado. La Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 24 culpa se halla mediada por normas acerca de lo que está bien y lo que está mal, es decir, la culpa promueve la conducta moral, pro social, un cierto sentido de valía moral y el respeto por los derechos y sentimientos de los demás. Los sentimientos de culpa provocan deseos de confesar, pedir perdón, reparar el daño hecho y actuar de otro modo en el futuro. Es una emoción displacentera con un fuerte componente de responsabilizarse a uno mismo, que surge de acciones morales o antisociales reales o imaginarias, comportamientos inferiores a los estándares. Puede reflejar una conciencia sana y puede servir como freno anticipado a la comisión de actos erróneos (Williams & Bybee, 1994 en Reidl & Jurado, 2007). Es por ello que Abell Gecas (1997, en Reidl &Jurado, 2007) puntualiza la importancia que tiene la emoción de culpa para el proceso de socialización a través del papel que desempeña en la conformidad de los individuos a las normas sociales. Esto es debido a que la internalización de las normas sociales y morales apropiadas se considera como el éxito total del proceso de socialización, considerado así un medio muy importante por el que se mantiene el orden y el control social. Cuando la socialización es efectiva, el individuo estará motivado para comportarse de acuerdo a los valores y normas de la sociedad, debido a que estas han sido parte del autoconcepto, elemento central de la evaluación que el sujeto realiza de su propia valía y autoeficacia. 3. Desarrollo emocional vinculado con el desarrollo social del individuo. El progreso del desarrollo emocional esta entrelazado con los avances en el desarrollo social. Esto es así no solo porque las emociones se despliegan en un contexto social, sino porque ocurren aspectos más amplios del desarrollo emocional, entre ellos la regulación del afecto, dentro de las relaciones de cuidado y atención de la persona. Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 25 El desarrollo del individuo social avanza a través de una serie de fases, desde las primeras semanas de vida, en las que hay poca conciencia incluso de que alguna estimulación emana del ambiente exterior, a través de una conciencia inicial de sí mismo y de los demás, hacia las relaciones reciprocas, a un compañerismo lleno de interés en los años preescolares,en los que el niño ha interiorizado valores y posee los inicios del autocontrol (Papalia & Olds, 2001). Entre los seis y los ocho meses se dan cambios profundos, al punto que podemos decir que él bebé entre los nueve y los 12 meses ya no tan solo es capaz de tener emociones, sino que es un ser emocional. La vida emocional del bebé es en muchos sentidos más parecida a la de un adulto que a la de un bebé de tres meses. Hacia el final del primer año, la emoción tiene evidentemente una influencia que guía la conducta. Los sentimientos mismos pasan a formar parte de la evaluación constante que hace él bebe del suceso en contexto; esto es, hay una conciencia del afecto mismo. Durante el segundo año, se vuelve más capaz de tener estados de ánimo y posee objetivos más determinados para comunicar el afecto, así mismo, se comporta dentro de un estado afectivo prevaleciente (y no simplemente en respuesta a una experiencia afectiva aislada). La disposición de ánimo del pequeño proporciona un contexto continuo para la conducta, en vez de fluctuar con rapidez como respuesta a circunstancias externas (Papalia & Olds, 2001). La experiencia y el desarrollo emocional tempranos pueden ser de especial importancia, la adaptación venturosa en las primeras fases del desarrollo significa, en parte, que el individuo está extendiendo los recursos necesarios para acercarse al entorno en fases subsiguientes. Si se establece tempranamente la confianza en los demás, las expectativas positivas y la capacidad para mantener la conducta organizada ante la tensión alta, los niños pueden tener mayor elasticidad para hacer frente a la tensión ambiental posterior (Papalia & Olds, 2001). El adecuado desarrollo emocional puede montar el escenario para una adaptación más o menos sana en distintos periodos de vida, en virtud de que impulsa la Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 26 adquisición de los recursos personales necesarios (y de la capacidad de sacar provecho de ellos) además de garantizar que el individuo participe en oportunidades y desafíos con éxito durante las transacciones posteriores con el entorno durante su existencia. En el presente trabajo se abordó el periodo de la adolescencia, etapa de la vida que acontece en la adaptación del individuo en el mundo social al que pertenece, luchando con los distintos cambios que surgen. 4.Adolescencia. La adolescencia es un periodo de transición de la niñez a la juventud, comienza entre los 10 y 12 años y termina a los 18 o 22. La adolescencia comienza con cambios físicos rápidos, aumentos considerables de peso y estatura; cambios en el contorno del cuerpo y desarrollo de las características sexuales como aumento del tamaño del pecho, desarrollo del vello púbico y el facial y cambio de voz. En este momento del desarrollo, la búsqueda de independencia y de identidad es fundamental. El pensamiento es más lógico, abstracto e idealista. En este periodo se pasa cada vez más tiempo fuera del ambiente familiar (Santrock, 2006) Carrasco, Gomez & Staforelli (2009) mencionan en su investigación que se considera a la adolescencia como una etapa del desarrollo humano que presenta una serie de desafíos en la indispensable adaptación que el adolescente debe hacer frente a sí mismo, frente a su cuerpo y frente al medio. A su vez, la adolescencia fue considerada una etapa en la que resulta difícil diagnosticar salud y normalidad, ya que la propia adolescencia modifica la forma en que se presentan lo que se denomina trastornos o enfermedades. La adolescencia es una de los periodos más importantes y decisivos en lo que respecta al estudio e intervención sobre el autoconcepto. Durante la adolescencia se produce la recomposición del autoconcepto del adolescente una vez superada la crisis que experimenta (Brettschneider & Heim, 1997 en Revuelta & Esnaola, 2011). En esta etapa, como resultado de las influencias del medio social y cultural en el que se desenvuelven y de la evolución de sus experiencias y Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 27 representaciones personales (Horn & Harris, 1996 en Revuelta & Esnaola, 2011), los adolescentes elaboran formas más complejas e integradas de autorepresentación que una vez consolidadas presentan una considerable estabilidad (Esteve, 2005 en Revuelta & Esnaola, 2011). Es además en esta etapa, cuando comienzan a surgir las primeras diferencias en el autoconcepto debidas al sexo (Amezcua & Pichardo, 2001 en Revuelta & Esnaola, 2011). Seguramente la nota más definitoria de la adolescencia sea su consideración como un proceso de transición entre la infancia y la vida adulta, entre la dependencia/tutela familiar y la incorporación a la sociedad con plenos derechos, proceso que en las sociedades agrarias tradicionales era superado a través de ritos iniciáticos que significaban el paso inmediato de la infancia al sistema productivo mientras que en las sociedades industriales se ha ido prolongando artificialmente hasta llegar a formar la “segunda década de la vida”, alargando los procesos educativos, y retrasando el momento de adquisición de la autonomía personal. Este espacio y tiempo a su consideración como una condición social. “Ser adolecente” según Funes (1990 en Aláez, Antona & Madrid, 2003) tiene que ver con algunos de los problemas y necesidades que presentan los adolescentes actuales (Tabla 1). El proceso de la adolescencia con todos sus cambios se analiza habitualmente diferenciando tres niveles interrelacionados: -Biológico. La pubertad. -Psicológico. Fases y tareas de la adolescencia. -Social. Emancipación, valores sociales Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 28 Tabla 1. Desarrollo psicosocial del adolescente tomado de (Aláez, Antona & Madrid, 2003 Es imposible plantearse el análisis de dificultades o conflictos concretos del adolescente, al igual que los remedios a sus males, sin considerar que el eje definidor está en el entramado social que genera la propia adolescencia; así como que la adolescencia no es algo autónomo, sino una realidad que forma parte de un sistema social determinado (Madrid & Antona 2000 en Aláez, Antona & Madrid, 2003). DESARROLLO PSICOSOCIAL ADOLESCENTE Área de Desarrollo Primera Adolescencia (10 a 14 años) Adolescencia Media (15 a 17 años) Adolescencia tardía (18 a 21 años) Independencia Menor interés en las actividades paternas, inicio de conflictos con los padres y las normas. Punto máximo de conflictos con los padres. Cambio de relación padre-hijo por adulto- adulto. Reaceptación de los consejos y valores paternos. Aspecto Corporal Preocupación por aspecto físico. Sensibilización ante los defectos: Chicas, desean perder peso; Chicos, ser altos y musculosos. Aceptación general del cuerpo. Preocupación por hacer el cuerpo mas atractivo. Aceptación e identificación con la nueva imagen corporal. Relación Intensas relaciones con amigos del mismo sexo. Poderosa influencia de los amigos. Máxima integración con los amigos. Pandillas, conformidad con los valores de los amigos. Grupo de amigos menos importante. Formación de parejas. Identidad Desarrollo del pensamiento formal, objetivos vocacionales idealistas, necesidad de intimidad, escaso control de los impulsos, labilidad y crisis de identidad. Mayor ámbito de sentimientos, consolidación de una identidad personal, desarrollo de la conducta moral, sentimientos de omnipotencia, adquisición de una autoidentidad. Objetivos vocacionales más prácticos y realistas, delimitación de los valores morales, religiosos y sexuales, capacidad para comprometerse y establecer límites. Sexualidad Autoexploración, contacto limitado con el otro sexo. Actividad sexual con múltiplesparejas, prueban su feminidad o masculinidad, fantasías románticas, inicio de relaciones coitales. Se forman relaciones estables, capacidad de reciprocidad afectiva y mayor actividad sexual. Fuente: Adaptado de Nelstein (1991) y Branas (1997) Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 29 Los fenómenos biológicos más importantes que marcan el proceso adolescente son dos: el crecimiento y desarrollo corporal, y la aparición de los caracteres sexuales secundarios cuyas manifestaciones más importantes en varones y mujeres son: Estirón puberal (20-25% talla adulta) y Aumento de peso (50% peso absoluto) 10 -11 años en mujeres y de 12-13 años en varones; Cambio en la composición corporal, aumento del tejido adiposo en mujeres y aumento de la masa muscular en varones; Aparición de caracteres sexuales, crecimiento de mamas, vello puberiano, crecimiento de cintura pélvica y menarquía en mujeres; cambio de voz, bello puberiano, crecimiento testicular y desarrollo de genitales en varones (Aláez, Antona & Madrid, 2003). Si bien la pubertad comienza con cambios biológicos, es su significado psicológico y social el que determina la experiencia adolescente. En este sentido, y siguiendo una visión evolutiva de la adolescencia, podemos dividirla en etapas que definen lo que se considera el cambio normal en el desarrollo psicosocial de los adolescentes, y que tienen que ver con las “tareas” o “problemas” que se deben resolver en el periodo que, de una manera amplia o aproximada, abarca la segunda década de la vida humana. La adolescencia actual aparece como una categoría estirada cronológicamente hacia ambos extremos. Hacia la infancia porque, como consecuencia de las mejoras en el nivel de vida y de la alimentación, la maduración fisiológica hormonal tiende a adelantarse; y hacia la juventud como consecuencia del estiramiento del periodo de preparación y formación, y por las escasas oportunidades que encuentran los jóvenes para insertarse socialmente en el mundo adulto. Esta demora en el proceso de emancipación puede provocar, en algunos adolescentes, una prolongación de las crisis por las que atraviesan, sobre todo en el proceso de establecimiento de una identidad adulta (que requiere capacidad de autonomía y proyectos personales), y en sus relaciones con el mundo adulto, representado fundamentalmente por la familia y la escuela. Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 30 Otro hecho a tener en cuenta es que la adolescencia se produce en un contexto social determinado, que incluye algunas dimensiones configuradoras como pueden ser tanto 1) los valores de competitividad y 2) el consumo, como el vehículo de los medios de comunicación social. Los primeros producen un sujeto acrítico subordinado a la realidad construida y con grandes dificultades para rebelarse, dando lugar a un individualismo adaptativo gobernado por los principios de supervivencia y competencia, y por la búsqueda de refuerzos a corto plazo a través de todo tipo de sucedáneos (objetos de consumo) para satisfacer deseos más “profundos”. Los segundos se encargan de fabricar una filosofía de lo que ha de ser la vida adolescente y joven (Contreras, 1997 en Aláez, Antona & Madrid, 2003). La “ado-juventud”, en lugar de caracterizarse como transición a la madurez se configuraría de forma creciente y, en especial en las clases medias y medias- bajas, como un estado, como una especie de condición estable en la que la identidad juvenil se juega básicamente en el ocio, en el consumo y en la moda general (Aláez, Antona & Madrid, 2003). Según Robins (2002, en Santrock, 2006) tanto los hombres como las mujeres adolescentes presentan niveles particularmente altos de autovalia y satisfacción con la imagen, pero dichos niveles disminuyen de forma considerable durante la adolescencia. Los cambios suscitados durante la adolescencia provocan la necesidad de alcanzar una integridad psicológica, coherente con el entorno social en el cual los individuos se desarrollan. Es una etapa donde los adolescentes se esfuerzan por entenderse a sí mismos, exploran su propia identidad e intentan saber quiénes son, cómo son y hacia dónde se dirige su vida. No solo tratan de comprenderse (representación del yo), sino también evalúan sus atributos, esto conforma su autoestima (dimensión de evaluación del yo) y el autoconcepto (evaluación del yo en un dominio específico). Para integrar su autoimagen, los adolescentes exploran Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 31 detalladamente los cambios corporales experimentados y analizan las posibilidades que les ofrecen en su entorno para mejorar su apariencia, tales como: forma de vestir ,maneras de hablar, expresiones faciales y posturas. Estas posibilidades, por lo general, son las que están de moda y las tienden a seguir para no sentirse excluidos y ser aceptados en el grupo de interés (Santrock, 2004 en Mora, 2008). 5. Satisfacción, Insatisfacción corporal. La imagen que se tiene de sí mismo es una visión desde dentro de la apariencia física. Esta visión o percepción de la imagen corporal le puede ser satisfactoria o por lo contrario producirle malestar, es lo que se llama insatisfacción corporal. Se define a la insatisfacción corporal como la insatisfacción del sujeto con la forma general de su cuerpo o con las de aquellas partes del mismo que más preocupan a los que padecen trastornos de la conducta alimentaria (Garner, 1998 en Ayensa., Grima, & Landívar, 2002) o también como una preocupación exagerada que produce malestar hacia algún defecto imaginario o extremado de la apariencia física (Raich et al. 1996 en Ayensa., Grima & Landívar, 2002). La insatisfacción con la imagen corporal, las dietas y las ideas sobrevaloradas de un cuerpo delgado son factores prevalentes en la mayoría de los adolescentes y jóvenes actuales. Sumada a la presión social publicitaria que presentan modelos que fomentan la delgadez como símbolo de éxito en la vida, está la preocupación que existe entre la población general –en especial en las mujeres adolescentes y jóvenes- por el hecho de sentirse atractiva para el otro (Rivarola & Penna, 2006). Cuanto más alejado esté su cuerpo del modelo corporal ideal que haya interiorizado, más probable es que exista en su interior desasosiego, preocupación, malestar; comenzando el camino hacia la insatisfacción de la imagen corporal. Así pues, la visión, la percepción: la representación mental del Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 32 propio cuerpo –imagen corporal–, la alusión al propio cuerpo, suscitará ansiedad, poca o mucha o ninguna de acorde con el grado de discrepancia entre la imagen corporal y el modelo corporal ideal. Y su autoimagen general como persona, su autoestima, va a depender en gran parte del grado alcanzado por esa insatisfacción (o satisfacción) corporal (Toro, 2004 en López, Solé & Cortés, 2008). La insatisfacción corporal se deriva de un proceso cognitivo de comparación, autoevaluación y autorechazo, los cuales son susceptibles de educación y de orientación (ver Figura 1) (Ayensa, Grima, & Landívar, 2002). Figura 1. Insatisfacción Corporal en adolescentes tomada de Baile Ayensa (2002). Presión social a mantener una determinada imagen corporal asociada a extrema delgadez PROCESO COGNITIVO DE COMPARACION Imagen corporal autopercibida Análisis NO critico “Mi imagen no es la adecuada para un desarrollo social normal” Análisis Crítico -Reducción impacto personal de la presión social. -Autoaceptación del propio cuerpo. -Propuestas de cambio realistas INSATISFACCION CORPORAL Autoimagen negativa Inicio de conductas del cambio de la imagen Culpa y Satisfaccióncon la Imagen Corporal en Adolescentes 33 6. La imagen corporal. Hay varias definiciones de lo qué es la imagen corporal, la más clásica podría ser la de Schilder (Raich, 2004 en Galeano & Krauch, 2010) que la describe como la representación mental del cuerpo que cada individuo construye en su mente. Desde un punto de vista neurológico, la imagen corporal constituye una representación mental diagramática de la conciencia corporal de cada persona. Una concepción más dinámica es la de Fisher, que la define en términos de sentimientos y actitudes hacia el propio cuerpo. Bemmis y Hollín (en Galeano & Krauch, 2010) advierten la necesidad de distinguir entre representación interna del cuerpo y sentimientos y actitudes hacia él. Una representación corporal puede ser más o menos verídica pero puede estar saturada de sentimientos positivos o negativos de indudable influencia en el autoconcepto. (Raich, 2004, en Galeano & Krauch, 2010). De acuerdo con Rosen (1995, en Galeano & Krauch, 2010) Imagen Corporal es un concepto que se refiere a la manera en que uno mismo se percibe, imagina, siente y actúa respecto a su propio cuerpo. O sea que se contemplan aspectos perceptivos, aspectos subjetivos como: satisfacción o insatisfacción, preocupación, evaluación cognitiva, ansiedad y aspectos conductuales (Galeano & Krauch, 2010) Así, a lo largo de su existencia el individuo elabora a través de su experiencia un conjunto de representaciones, percepciones, sentimientos y actitudes con respecto a su cuerpo; es decir, elabora una imagen corporal, percepción que hace referencia a normas de belleza y roles (Bruchon-Schwetzer, 1992 en Guillen, 2013) y Thompson (1990, en Guillén, 2013) establece tres componentes básicos de la imagen corporal: Perceptual: Se refiere a la precisión con que la persona percibe o estima partes de su cuerpo o a la totalidad de él. Subjetivo (cognitivo-afectivo): incluye las actitudes, sentimientos, cogniciones y valoraciones que provoca la percepción del cuerpo. Conductual: lo que provocan la percepción del cuerpo y sentimientos relacionados con el mismo. Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 34 La imagen corporal se refiere a la representación mental realizada del tamaño, figura y de la forma del cuerpo (en general y de sus partes); es decir, cómo lo ven y cómo se cree que los demás lo ven. Además de la percepción, la imagen corporal implica cómo se siente el cuerpo (insatisfacción, preocupación, satisfacción) y cómo se actúa con respecto a este (exhibición, evitación) (García, 2004, en Mora, 2008) El concepto de imagen corporal en tanto representación física y cognitiva del cuerpo implica e incluye actitudes de aceptación y rechazo que ha sido clave para comprender la influencia de los medios masivos de comunicación en las personas. Diversos estudios señalan que la imagen corporal está íntimamente relacionada con cuestiones de autoestima, y una imagen corporal “negativa” se puede vincular con los trastornos alimentarios. Se ha asegurado que las imágenes mediáticas pueden se particularmente importantes en la producción de cambios en la manera de percibir y evaluar el cuerpo. En los últimos años se ha incrementado el uso de las siluetas o figuras para la medición del tamaño corporal, forma, peso y satisfacción con la apariencia. Cada escala tiene en común la presentación de un número discreto de siluetas normalmente entre 5 y 12. Con frecuencia los sujetos son indicados a seleccionar la figura que representa su actual talla y luego la talla que consideran ideal. La diferencia entre los datos es llamado el índice de discrepancia y es considerado para representar la insatisfacción corporal (Stunkard, Sorenson & Schlusinger, 1983 en García y Garita, 2007), desarrollaron una serie ampliamente usada de nueve figuras esquemáticas tanto masculinas como femeninas, ubicadas desde muy delgado hasta muy obeso (ver Figura 2). Así mismo, otros investigadores han desarrollado figuras similares para una variedad de poblaciones incluyendo desde bebés hasta adultos mayores (Rand & Wright, 2000 en García & Garita, 2007). Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 35 Figura 2. Escala de Stunkard et al., (1983) (en Baile, Raich & Garrido, 2003) tomado de García & Garita, 2007 (pág. 5). La imagen corporal (IC) es un “constructo psicológico complejo, que se refiere a cómo la autopercepción del cuerpo/apariencia genera una representación mental, compuesta por un esquema corporal perceptivo y así como las emociones, pensamientos y conductas asociadas” (Baile, 2000 en García & Garita, 2007). Otra definición para este concepto es la que la precisa como la manera en que las personas se perciben a sí mismas y cómo piensan que son vistas por las demás personas (Benninghoven, Eckhard, Mohr, Heberlein, Kunzendorf & Jantschek, 2006 en García & Garita 2007). La Imagen corporal está en constante cambio, modificándose por factores biológicos y circunstancias de la vida, acentuada por el placer o el dolor (Benninghoven et al. 2006 en García & Garita, 2007). Este concepto es generalmente un constructo multidimensional que comprende componentes perceptuales, cognitivos, afectivos y del comportamiento. Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 36 La imagen corporal que se va construyendo en la adolescencia no solo es cognitiva, sino; además, está impregnada de valoraciones subjetivas y determinada socialmente; se produce en forma paralela al desarrollo evolutivo y cultural de la persona (Pruzinsky & Cash, 1990 en García & Garita, 2007). Para los y las adolescentes, es muy importante cómo son percibidos por sus compañeros; algunos harían cualquier cosa para formar parte del grupo y no ser excluidos, situación la cual les genera estrés, frustración y tristeza. La aceptación del grupo de pares, al igual que el aspecto físico, son dos elementos especialmente importantes en la adolescencia que correlacionan con la autoestima (Santrock, 2004; Krauskopf, 2002 en Mora 2008). Para integrar su autoimagen, los adolescentes exploran detalladamente los cambios corporales experimentados y analizan las posibilidades que les ofrecen en su entorno para mejorar su apariencia. Estas posibilidades, por lo general, son las que están de moda y las tienden a seguir para no sentirse excluidos y ser aceptados en el grupo de interés (Noshpitz, 1995 en Mora 2008). De manera general, la condición corporal de acuerdo a su fenotipo, se observa directamente en las personas en sus características y en su conducta. Su resultado, la impresión general de las características psicológicas de la persona que se aglutinan en la imagen corporal. El concepto de imagen corporal resulta impredecible para el análisis y comprensión de los trastornos alimentarios. Bruch (1965 en Rivarola & Penna, 2006) es la primera autora en sugerir la existencia de un trastorno de la imagen corporal en pacientes con anorexia y bulimia nerviosa, entendiendo que estas patologías implican: a) trastorno del propio concepto corporal; b) trastorno en la percepción e interpretación cognitiva de los propios estímulos interoceptivos, y c) sensación de falta de control respecto a las propias funciones corporales. Parece razonable pensar que existe una asociación entre el concepto físico y la salud psicológica La escasa investigación que ha abordado la relación entre ambas variables se puede dividir en dos líneas: el bienestar y el malestar psicológico. Por un lado estaría aquella centrada en las consecuencias negativas Culpa y Satisfacción con la Imagen Corporal en Adolescentes 37 de un pobre autoconcepto físico, donde diversos estudios han hallado ansiedad por la imagen corporal, bajos niveles de autoestima, depresión, dismorfofobias, disfunciones alimentarias, miedo
Compartir