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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO E INVESTIGACIÓN INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS MÉDICAS Y NUTRICIÓN SALVADOR ZUBIRÁN “QUIMIOTERAPIA HIPERTÉRMICA INTRAPERITONEAL COMO TERAPIA DE CONSOLIDACIÓN AL MOMENTO DE CIRUGÍA CITORREDUCTIVA EN CARCINOMA EPITELIAL DE OVARIO ESTADIO IIIC” TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE ESPECIALIDAD EN CIRUGÍA GENERAL PRESENTA DR. FRANCISCO ULISES PASTOR SIFUENTES TUTOR DE TESIS DR. HERIBERTO MEDINA FRANCO CIUDAD UNIVERSITARIA. CD. MX, 2018 � 1 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. � 2 ÍNDICE Resumen………………………………………………………………………... 4-5 Marco teórico…………………………………………………………………… 6-15 Planteamiento del problema………………………………………………….. 16 Justificación…………………………………………………………………….. 16 Objetivos………………………………………………………………………… 17 Pacientes y métodos………………………………………………………….. 18-21 Resultados………………………………………………………………………. 22-24 Discusión……………………………………………………………………….. 25-27 Conclusiones…………………………………………………………………… 27-28 Referencias……………………………………………………………………... 29-36 � 3 RESUMEN El tratamiento estándar para el cáncer epitelial de ovario (CEO) avanzado es la cirugía citorreductiva (CCR), tratando de resecar toda la enfermedad macroscópica seguida de quimioterapia adyuvante a base de cisplatino o carboplatino y paclitaxel. Sin embargo, la mayoría de los casos avanzados tiene una baja supervivencia, con un promedio alrededor de 36 meses. Además, aún cuando las pacientes tengan una respuesta exitosa al tratamiento inicial, más de del 50% tendrá recurrencia en el peritoneo dentro de los siguientes 5 años. Dado que gran proporción de la historia natural del CEO se mantiene confinado a la cavidad peritoneal, y a que es quimiosensible una estrategia para su tratamiento puede ser la quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC) como terapia de consolidación al momento de la CCR. El razonamiento para utilizar HIPEC es que ciertos agentes quimioterapéuticos directamente administrados en el peritoneo incrementan exponencialmente la exposición a la droga en cavidad peritoneal, cuando se compara con la administración intravascular. Además, debido a que la administración de hipertermia per se es tumoricida, la sinergia de entre hipertermia y quimioterapia intraperitoneal debería ser una estrategia plausible para el tratamiento del CEO en estadios avanzados. Las ventajas del uso de HIPEC al momento de la CCR son que 1) las adherencias intraperitoneales son removidas de la cavidad peritoneal de tal forma que la solución con quimioterapia alcanzaría toda la cavidad peritoneal de forma uniforme, 2) que el tumor se encuentra en el mínimo volumen posible, dejando solo enfermedad microscópica y células tumorales aisladas que podrían ser tratadas con este método, 3) y que el tratamiento sería administrado de manera � 4 inmediata por lo que pudiera conferir una ventaja en la supervivencia o al menos en la reducción de las tasas de recurrencia. De enero de 2015 a junio de 2018 se llevaron a cabo dentro del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán 12 cirugías citorreductivas + HIPEC posterior a 6 ciclos de QT neoadyuvante. Hasta el momento se han documentado dos recaídas por elevación de marcador y estudio de imagen a los 5 y a los 7 meses respectivamente. No ha existido mortalidad en relación al tratamiento médico, procedimiento quirúrgico, o en relación con la enfermedad. � 5 MARCO TEÓRICO Cáncer de ovario El cáncer de ovario representa a nivel mundial la séptima causa de cáncer en mujeres con un total de 238,719 nuevos casos reportados, y la octava causa de muerte por cáncer en la mujer con 151,917 muertes registradas1. En México, de acuerdo al reporte histopatológico de neoplasias malignas del 2003, se presentaron 18,432 casos en un periodo de 10 años, siendo la tercera neoplasia más frecuente en las mujeres.2 La edad promedio al momento del diagnóstico es de 63 años, siendo de importancia mencionar que un 70% de los pacientes presentan enfermedad avanzada o metastásica.1 Las neoplasias malignas del ovario se denominan de acuerdo a la célula que le da origen, por lo que se dividen en tres tipos. En el 90% de las ocasiones se originan de la capa epitelial que cubre la superficie ovárica y son conocidos como tumores epiteliales del ovario; los otros dos tipos son los tumores de las células germinales, y los tumores derivados del estroma y de los cordones sexuales que representan el 5 y 7% respectivamente de los tumores malignos del ovario.3 Ya que el más frecuente y más agresivo es el cáncer de origen epitelial, el resto del texto se referirá a este tipo de lesiones, y lo referiremos como cáncer epitelial de ovario (CEO). El tratamiento estándar para el cáncer de ovario avanzado, es cirugía de citorreducción (CCR), tratando de resecar toda la enfermedad macroscópica, seguido de quimioterapia adyuvante a base de cisplatino o carboplatino y paclitaxel. Bristow y cols. han demostrado que por cada decremento de 10% del volumen tumoral, se incrementa un 5.5% la mediana de supervivencia.4 Desafortunadamente, para la mayoría de los casos avanzados, la supervivencia � 6 permanece pobre, con un promedio de alrededor de 36 meses.4 Aún cuando la paciente tenga una respuesta exitosa al tratamiento inicial, más del 50% tiene recurrencia en el peritoneo dentro de los siguientes 5 años.5 Razonamiento para el uso de quimioterapia hipertérmica intraperitoneal (HIPEC por sus siglas en inglés) Esta modalidad se ha propuesto desde hace varios años para el tratamiento de enfermedades con diseminación predominantemente peritoneal, tales como el mesotelioma o el pseudomixoma peritoneal. El razonamiento de utilizar quimioterapia hipertérmica se basa en el hecho que desde hace varias décadas se ha demostrado que la administración de ciertos agentes quimioterapéuticos directamente en el peritoneo incrementa exponencialmente la exposición a la droga en cavidad peritoneal, cuando se compara con el compartimiento intravascular.6 Para drogas activas en CEO, la relación de las concentraciones intraperitoneales/intraplasmáticas varía de 18 a 20x para carboplatino y cisplatino, y de 120 a >1000x para los taxanos, docetaxel y paclitaxel. El CEO debe ser un buen blanco para tratamiento intraperitoneal porque es quimiosensible y permanece confinado a cavidad peritoneal durante una gran proporción de su historia natural. La hipertermia per se es tumoricida7 ya que induce la apoptosis y activa proteínas de choque térmico que sirven como receptores para células NK, inhibe la angiogenesis y tiene un efecto citotóxico directo al promover la desnaturalización de proteínas.8 Además incrementa la penetración y citotoxicidad de muchos agentes quimioterapéuticos tanto en cultivo de células tumorales humanas como en modelos animales.9-11 Mucha investigación en ésta área se ha llevado a cabo � 7 con cisplatino habiéndose demostrado a nivel celular un incremento en el daño al DNA con fusión del mismo7, así como una penetración mas profunda en los implantes peritoneales cuando se administra intraperitonealmente con hipertermia. 12 Los mecanismos molecularesexactos de este fenómeno son aún desconocidos. La posible sinergia entre la hipertermia y la quimioterapia combinada con la posibilidad de administrar estas dos modalidades directamente en cavidad peritoneal han estimulado la realización de múltiples ensayos clínicos en muchas neoplasias incluidos cáncer gástrico13, mesotelioma14, cáncer de apéndice15, de endométrio16, y colorrectal17. De los anteriores, existe evidencia de ensayos clínicos fase III del beneficio en supervivencia con la cirugía citorreductiva + HIPEC comparada con quimioterapia sistémica únicamente en cáncer gástrico18 y colorrectal19, en éste último con beneficio sostenido a 8 años de seguimiento20. El tratamiento estándar del CEO avanzado (estadio III) después de un intento de CCR máxima involucra la combinación de regímenes a base de platino/taxanos administrados únicamente por vía intravenosa o combinado (intravenoso/ intraperitoneal normotérmico)21. La quimioterapia intraperitoneal normotérmica concomitante con quimioterapia intravenosa ha demostrado en CEO avanzado impacto en la supervivencia libre de enfermedad y global; sin embargo la toxicidad secundaria y dificultad en su administración ha limitado su uso generalizado. Una vez completada la terapia sistémica y CCR, la recomendación de la National Comprehensive Cancer Network como “terapia adyuvante secundaria” es observación o participación en un ensayo clínico22. Para el tratamiento del CEO recurrente una gran variedad de agentes han mostrado actividad además de los platinos y taxanos incluyendo topotecán, etopósido, doxorrubicina liposomal, � 8 doxorrubicina, epirrubicina, gemcitabina, hexametilmelamina, vinorelbina, ifosfamida, irinotecán, 5-fluorouracilo (5-FU), melfalán y mitoxantrona con tasas de respuesta entre 20 y 77% en enfermedad sensible al platino y hasta 28% en enfermedad resistente a platino23. Bases para la cirugía citorreductiva El papel de la CCR como tratamiento de primera línea en CEO ha sido demostrado en múltiples estudios, incluido un meta-análisis con más de 6,800 pacientes tratadas con platino, donde se reportó que por cada 10% de incremento en el porcentaje de pacientes en quienes se lograba una CCR óptima, se documentaba un incremento de 5.5% en la mediana de supervivencia4. La razón que la CCR es efectiva cuando se combina con quimioterapia es que en teoría remueve enfermedad voluminosa que contiene tejido poco oxigenado, con células fuera de la etapa de proliferación, dejando células en fase proliferativa, más sensibles a la quimioterapia. Aunque en el pasado se aceptaba como “óptima” una cirugía que dejaba implantes < 2 cm24, actualmente se acepta que el mejor pronóstico se obtiene cuando se elimina la enfermedad macroscópica25. Actualmente no hay una definición universalmente aceptada de CCR “óptima”; en una encuesta a los miembros de la Sociedad Americana de Ginecólogos- Oncólogos, la mayoría opinaba que dicha CCR óptima se da cuando se dejan implantes < 1 cm25. Basado en la evidencia in vivo e in vitro que la difusión de la quimioterapia administrada intraperitonealmente en los tumores no va más allá de 2.5-5 mm aún con hipertermia26, el tamaño de lesiones residuales antes de administrar HIPEC no debe ser mayor de 5mm e idealmente menos. Algunas � 9 drogas como la doxorrubicina, carboplatino y oxaliplatino tienen una mucho menor capacidad de penetración intraperitoneal al tumor. Momentos para la utilización de HIPEC en CEO a) Front-line: El tratamiento estándar para CEO es CCR seguido de administración intravenosa de quimioterapia, generalmente carboplatino/ paclitaxel. Aunque la respuesta a la quimioterapia es elevada, de 20 a 30% de los tumores son resistentes a platino27 y de 60 a 70% presentarán recurrencia con una sobrevida a 5 años de alrededor de 50%28. El interés por la investigación clínica del tratamiento regional del CEO ha existido por muchos años, pero en enero de 2006 el grupo de oncología ginecológica de Estados Unidos (GOG-172) reportó un estudio aleatorio de 415 pacientes con CEO tratadas con quimioterapia intravenosa vs. mismo tratamiento + quimioterapia intraperitoneal postoperatoria (sin hipertermia), demostrando incremento en supervivencia libre de enfermedad y global de 18 y 23 meses en el grupo estándar vs. 49 y 66 meses en el grupo experimental20. Este estudio es uno de tres que han demostrado el beneficio de la quimioterapia intraperitoneal21,29,30. Una revisión sistemática de Cochrane de los estudios aleatorizados con quimioterapia intraperitoneal en CEO involucrando 1,819 pacientes, también demostró un beneficio de este abordaje31. El HIPEC administrado al momento de la cirugía inicial tendría las siguientes ventajas sobre la quimioterapia intraperitoneal estándar: 1) las adherencias intraperitoneales serían removidas de tal forma que la solución con quimioterapia alcanzaría todas las superficies de la cavidad peritoneal, 2) el tumor se encuentra en el mínimo volumen posible, dejando solo � 10 enfermedad microscópica y células tumorales aisladas para ser tratadas por éste método, 3) el tratamiento sería administrado de inmediato, muchos días antes que la quimioterapia estándar postoperatoria es administrada y 4) todas las pacientes recibirían tratamiento, mientras que en la quimioterapia intraperitoneal postoperatoria estándar, las pacientes que desarrollan complicaciones quirúrgicas no reciben el tratamiento o lo harían en forma muy tardía. b) Citorreducción de intervalo: Aunque el tratamiento estándar de las pacientes con CEO es CCR inicial, esto frecuentemente no es posible por factores como comorbilidades de la paciente o situaciones técnicas como involucro de la porta hepatis, parénquima hepático, raíz del mesenterio u obstrucción intestinal alta. En estas circunstancias, la quimioterapia neoadyuvante pude permitir mejorar el estado general de la paciente o bien la resecabilidad del tumor. Lo anterior ha demostrado reducir la pérdida sanguínea transoperatoria, acortar la estancia hospitalaria, el tiempo quirúrgico y la tasa de admisión a la unidad de terapia intensiva33. Otra indicación para la quimioterapia neoadyuvante es la carencia de un cirujano experto en la localidad. Ryu34 reportó 57 mujeres sometidas a HIPEC al momento de CCR de intervalo o cirugía de segunda vista después de haber recibido terapia de primera línea pero no se especifica cuántas fueron tratadas en cada grupo. Recientemente un ensayo clínico aleatorizado demostró que la citorreducción de intervalo + HIPEC aumenta la sobrevida libre de recurrencia y la sobrevida global en 3.5 y 11.8 meses � 11 respectivamente en comparación con sólo cirugía, sin aumentar las complicaciones posquirúrgicas8. c) Recurrencia: La mayoría de las pacientes con CEO responden inicialmente al tratamiento y luego recurren. El tratamiento estándar para la recurrencia comprende quimioterapia sistémica (monodroga) con una gran variedad de agentes. La recurrencia generalmente no es curable, pero la duración de la sobrevida depende principalmente del intervalo de tiempo entre el tratamiento inicial y la recurrencia. Las pacientes con tumores resistentes a platino tienen tasas de respuesta a otros agentes de hasta 28% con una mediana de sobrevida global de 6 a 12 meses, mientras que las pacientes con tumores sensibles a platino tienen tasas de respuesta de hasta 77% con medianas de sobrevida de 12-40 meses35. Para pacientes con enfermedad confinada a la cavidad peritoneal la CCR secundaria puede tener un papel en prolongar la sobrevida con o sin la administración de quimioterapia normotérmica postoperatoria35. Las pacientes en quienes se logra la resección de toda la enfermedad macroscópica con CCR secundaria pueden alcanzar sobrevidas de 44-60 meses, con la mejor sobrevida en aquellas pacientes con tumores sensibles a platino, ausenciade ascitis, periodo libre de enfermedad mayor de 12 meses y resección R0. El primer estudio en evaluar HIPEC en CEO recurrente fue el de van der Vange y cols en 2000. Los estudios que reportan resultados para enfermedad recurrente/persistente, demuestran medianas de sobrevida de 28.1, 31, 41.4 y 57 meses36-39, sobrevida a 2 años de 55%40 y 60%37 y sobrevida a 3 años de 37.5%41, 51%36 y 55%42. Rufian reporta sobrevida a � 12 5 años de 75% para mujeres con enfermedad recurrente < 55 años de edad36 y Panteix reporta sobrevida global a 7 años de 12.5%41. d) Consolidación: A pesar de la elevada tasa de respuesta del CEO a la terapia inicial, la mayoría de las pacientes recurren. En el mencionado estudio GOG-172, 65% de las pacientes en el brazo experimental (quimioterapia intravenosa/intraperitoneal) que tuvieron mejor pronóstico, desarrollaron enfermedad metastásica21. Hace casi dos décadas que se reportó que en pacientes con estadios III y IV en quienes se demostró respuesta patológica completa en una cirugía de segunda vista experimentaban tasas de recurrencia de 28% a 2 años, 56% a 5 años y 60% a 10 años43. Una forma de mejorar el pronóstico en CEO es considerar métodos de consolidación a la terapia inicial en aquellas pacientes sin evidencia de enfermedad. Al momento actual no existe un método de consolidación aprobado en CEO. En 2003, el grupo europeo EORTC reportó un estudio aleatorizado de consolidación con cuatro ciclos de quimioterapia intraperitoneal con cisplatino versus no terapia adicional después del tratamiento primario. El estudio fue detenido por pobre reclutamiento, sin embargo se aleatorizaron mas de 150 pacientes. Las tasas de recurrencia fueron de 49% en el grupo experimental y 55% en el grupo control44. El Hospital Memorial de Nueva York reportó una revisión a largo plazo de pacientes tratadas con quimioterapia intraperitoneal. En un grupo de 89 pacientes con respuesta patológica completa después de quimioterapia inicial tratadas con terapia de consolidación, la mediana de sobrevida fue de 8.7 años45. En un estudio fase II de la misma institución � 13 usando cisplatino y etoposido intraperitoneal, 36 pacientes fueron comparadas con 46 controles históricos, con tasas de recurrencia de 39 vs. 54%, respectivamente46. No existen estudios aleatorizados del uso de HIPEC como terapia de consolidación en CEO. Ryu y cols34 reportaron 57 pacientes sometidas a CCR + quimioterapia IV seguido de una segunda cirugía + HIPEC y comparadas con 60 controles históricos tratadas en forma estándar (CCR + quimioterapia IV solamente). El HIPEC se administró con carboplatino a dosis de 350 mg/m2 e interferón alfa a temperaturas de 43-44ºC. El periodo libre de enfermedad y la supervivencia global fueron significativamente mejores en el grupo experimental, pero el estudio incluyó pacientes con tumores germinales y no se determinó cuántas pacientes requirieron CCR secundaria al momento de la segunda cirugía. Gori y cols47 reportaron 51 pacientes con CEO sometidas a CCR con enfermedad residual < 2 cm seguido de quimioterapia IV con cisplatino y ciclofosfamida. De este grupo, 32 pacientes fueron llevadas a cirugía de segunda vista y HIPEC con cisplatino y 19 que rechazaron la segunda laparotomía constituyeron el grupo control. Se reportó una tendencia a mejor pronóstico en el grupo de HIPEC con mediana de sobrevida de 64.4 meses vs. 46.4 meses en el grupo control (p=0.29). El HIPEC tiene un papel teórico ideal en el contexto de terapia de consolidación en CEO. La administración de tratamiento inmediatamente después de la CCR óptima garantiza la administración de la terapia a todas las pacientes, una distribución uniforme del fármaco en cavidad peritoneal cuando hay cierta � 14 evidencia que el tratamiento de consolidación intraperitoneal puede conferir ventaja en supervivencia o al menos reducción de tasas de recurrencia. Cuando se agrupan varias series que han reportado el uso de HIPEC después de CCR en CEO, se reporta una mortalidad perioperatoria (8/236 pacientes) de 3.7%48, comparada con 1.4% en pacientes sometidas a CCR por CEO recurrente49. La toxicidad hematológica grado 3-4 tras CCR+HIPEC fue 4.7% y la elevación de creatinina, asociada al uso de cisplatino 3.4%. La tasa de fugas de anastomosis fue 1.7% y perforaciones intestinales 2.5%48. La incidencia de fugas de anastomosis parece ser baja, aunque el número de estomas derivativos no se especifica en muchos estudios. Otras morbilidades reportadas son infección de herida quirúrgica en 11%, peritonitis en 0.8% y absceso intra-abdominal en 1%. En general, las tasas de morbilidades severas reportadas después de CCR+HIPEC no son mucho más elevadas que las reportadas después de CCR sola (11%)49. En nuestro instituto se realizó un estudio piloto sobre seguridad de CCR y HIPEC en diversas histologías, correspondiendo el 46% a pacientes con CEO. Se documentó una tasa de morbilidad de 23% con 0% de mortalidad50. � 15 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La mayor parte de los CEO se presentan en etapas avanzadas (estadio IIIC de la AJCC) y más del 50% recurren en el peritoneo posterior a un tratamiento exitoso con cirugía citorreductiva y quimioterapia sistémica. Hasta el momento ningún tratamiento de consolidación ha demostrado mejorar el pronóstico de éste grupo de pacientes. El tratamiento con HIPEC tiene el potencial de incrementar la citotoxicidad y la supervivencia libre de recurrencia en mujeres con CEO avanzado. JUSTIFICACIÓN El CEO es la segunda causa de mortalidad por cáncer ginecológico en el mundo. En México, como en otros países, la mayoría de las pacientes se presentan en etapas avanzadas y si bien el tratamiento inicial es exitoso, la vasta mayoría de las pacientes presentan recurrencia, para la cual no existen terapias con elevada efectividad. La mayoría de las recurrencias del CEO se dan en el interior del peritoneo por lo cual es posible que una terapia de consolidación con administración intraperitoneal de quimioterapia, aunada a cirugía citorreductiva óptima e hipertermia pueda disminuir la tasa de recidiva de esta neoplasia. Deberá probarse la seguridad y eficacia oncológica de dicho abordaje en el contexto específico de CEO. � 16 OBJETIVOS Objetivo general: Determinar la supervivencia libre de recurrencia en pacientes con CEO avanzado tratadas con quimioterapia neoadyuvante intravenosa y cirugía citorreductiva + HIPEC. Objetivos secundarios: 1. Comparar la supervivencia libre de recurrencia en pacientes con CEO avanzado tratadas con quimioterapia neoadyuvante intravenosa y cirugía citorreductiva + HIPEC versus controles históricos: a) Pacientes tratadas con CCR + quimioterapia adyuvante intravenosa y b) Pacientes tratadas con quimioterapia intravenosa neoadyuvante + CCR 2. Establecer la seguridad (morbilidad y mortalidad) de cirugía citorreductiva y HIPEC en CEO avanzado posterior a quimioterapia sistémica neoadyuvante (intravenosa). � 17 PACIENTES Y MÉTODOS Tipo de estudio: • Estudio prospectivo, experimental, no aleatorio. Criterios de inclusión: • Mujeres con CEO estadio IIIC de la AJCC. • Edad entre 40 y 70 años. • Karnofski >80%. • ECOG 0-1. • En tratamiento con quimioterapia neoadyuvante (intravenosa) antes de cirugía citorreductiva y HIPEC. • Firma del consentimiento informado. Criterios de exclusión: • Tumores germinales o estromales del ovario. • CEO estadios I, II y IV de acuerdo a la FIGO. • Derrame pleural maligno (para la exclusión de éste grupo se requerirá demostración de malignidad en el líquido pleural, el derrame pleural per se NO es criterio de exclusión) • Metástasis intraparenquimatosas en el hígado o bazo. • Ganglios extra-abdominales con metástasis de CEO. • Historia de otras neoplasias malignas (excepto carcinoma de piel no- melanoma, y carcinoma cervico-uterinotratado en etapa temprana). • Riesgo cardiovascular elevado (ASA III o mayor). • Cirugía citorreductiva no óptima (implantes peritoneales > 5 mm después de máximo esfuerzo quirúrgico). � 18 • Reacción alérgica (grado 3-4) a cualquier componente de la quimioterapia neoadyuvante según CTCAE v 5. • Falla renal (creatinina >1.2 mg/dL). Metodología: Pacientes con CEO avanzado (estadio IIIC de la AJCC) que cumplan criterios de inclusión y firmen consentimiento informado serán incluidas. La paciente será evaluada con la misma rutina de todas las pacientes con sospecha de CEO a saber: historia clínica completa y examen físico, biometría hemática, química sanguínea, pruebas de función hepática, tiempos de coagulación y determinación de niveles del marcador tumoral CA-125, así como tomografía computada de tórax, abdomen y pelvis, con contraste oral e IV. La paciente será sometida a laparoscopía o minilaparotomía en caso de estar contraindicada laparoscopía (cirugías previas múltiples con sospecha de adherencias) con toma de biopsias para establecer el diagnóstico histopatológico de CEO en estadio avanzado. Así mismo, durante esta intervención quirúrgica se establecerá el volumen de enfermedad peritoneal basado en el índice de carcinomatosis peritoneal descrito por Sugarbaker (ICP). En el momento de la cirugía se colocará un acceso vascular a permanencia para quimioterapia sistémica. La paciente recibirá tratamiento sistémico con 6 ciclos de quimioterapia intravenosa a base de carboplatino (AUC 5) día 1 y paclitaxel (175 mg/m2SC) día 1 c/21 días. Durante los 6 ciclos de quimioterapia se realizará la medición de la concentración sérica del antígeno Ca-125. Al término de la quimioterapia sistémica, la paciente será evaluada nuevamente con el mismo protocolo que al momento del diagnóstico. En un término de seis semanas máximo después de haber completado la quimioterapia � 19 sistémica, la paciente será llevada a quirófano, donde se realizará una laparotomía para realizar cirugía citorreductiva donde se buscará la resección de toda la enfermedad macroscópica posible. Al momento de la laparotomía se establecerá nuevamente el ICP. La cirugía citorreductiva incluirá la realización de histerectomía total abdominal, salpingo-oforectomía bilateral, disección ganglionar pélvica y retroperitoneal en casos de haber enfermedad sospechosa en estos sitios por estudios de imagen, así como omentectomía supra e inframesocólica y resección de implantes peritoneales, en fondos de saco, correderas parietocólicas y ambos hemidiafragmas. En caso de enfermedad que involucre el mesenterio del intestino o la pared del mismo, se realizará resección intestinal, así como esplenectomía en casos de involucro del hilio esplénico o parénquima del bazo y apendicectomía de encontrarse involucrado éste órgano. Al término de la cirugía citorreductiva y antes de realizar las anastomosis intestinales-de ser éstas necesarias- se colocarán dos cánulas de entrada 28 FR hacia ambos hemidiafragmas en conjunto con un termómetro intracorpóreo y dos cánulas de salida hacia la pelvis del mismo calibre y con un termómetro de salida. Se realizará cierre de la piel con surgete continuo y se iniciará la circulación de solución de diálisis hasta establecer un circuito con temperatura de salida >40ºC. Una vez lograda la temperatura deseada se agregará a la solución cisplatino a dosis de 100 mg/m2 de superficie corporal y se hará circular a una temperatura constante por 90 min. Al término del HIPEC se abrirá nuevamente la cavidad abdominal, se lavará extensamente con solución fisiológica y de ser necesario se realizarán las anastomosis intestinales requeridas. Una vez verificada la hemostasia se realizará el cierre de la pared abdominal en la forma habitual. La paciente será trasladada a la sala de � 20 recuperación o a la unidad de cuidados intensivos de acuerdo al comportamiento fisiológico transoperatorio de acuerdo a criterio del anestesiólogo tratante. En el periodo postoperatorio se darán los cuidados habituales con énfasis en signos vitales y balance hídrico, con administración de antibióticos profilácticos y medidas antitrombóticas habituales. Se realizará seguimiento diario durante 30 días o hasta el alta hospitalaria (lo que ocurra primero), registrándose signos vitales, diuresis, evidencia clínica de complicaciones como: hemorragia intra-abdominal, infección del sitio quirúrgico, absceso intra-abdominal, dehiscencia y/o fístula en anastomosis intestinales, atelectasias, neumonía, trombosis venosa profunda, tromboembolia pulmonar. Los pacientes serán evaluados para seguridad utilizando los criterios de la clasificación de Clavien-Dindo51 y para toxicidad no quirúrgica se utilizaran los criterios del NCI CTC versión 4.0352, se considerara como evento adverso serio en ambas clasificaciones aquellos grado 3-4. La vigilancia oncológica postoperatoria se realizará de acuerdo al protocolo habitual con estudios de laboratorio incluido marcador tumoral en forma trimestral durante el primer año, con tomografía computada a los tres meses postoperatorios y posteriormente en caso de incremento en las cifras del CA-125 (duplicación del valor pre-quirúrgico) o sospecha clínica de recurrencia. Tamaño de la muestra: De acuerdo a los resultados de la EORTC43 esperamos una delta de 25% entre los pacientes tratados con HIPEC como consolidación y los controles históricos. Con un nivel de confianza del 95% y poder del 80% a dos colas se requieren de 124 pacientes en total sin considerar pérdidas. � 21 RESULTADOS De enero de 2015 a junio de 2018 se han reclutado 12 pacientes con diagnóstico de cáncer epitelial de ovario EC IIIC, siendo el de tipo seroso el más prevalente (66.6%). Todas las pacientes han concluido los 6 ciclos de QT neoadyuvante y han sido sometidas a CCR + HIPEC en el mismo tiempo quirúrgico (Tabla 1). La edad promedio de las pacientes reclutadas es de 54 años (rango 44-73), 7 de ellas encontrandose en la posmenoapusia al momento del diagnóstico, con un IMC promedio de 26.9 kg/m2. Al momento del diagnóstico 10 pacientes presentaron ascitis, con una Ca-125 promedio de 4,221.4 U/mL (rango 28.3-2,1141.3). Todas las pacientes concluyeron los 6 ciclos de QT neoadyuvante, presentando mejoría clínica y serológica; Ca-125 prequirúrgico promedio de 33.4 U/mL (11-5-109.3). Las cirugías fueron realizadas en el periodo de julio de 2015 a junio de 2018, con un promedio de duración de 293 minutos aproximadamente. Dentro de los hallazgos quirúrgicos los pacientes presentaron un índice de carcinomatosis peritoneal promedio de 9 (rango 3-17), logrando realizar una citorreducción óptima en el 100% de los casos; una paciente requirió de resección colónica con creación de colostomia. El promedio de temperatura durante el HIPEC fue de 42º. Tres pacientes presentaron complicaciones posquirúrgicas: colección intrabdominal drenada por radiología intervencionista, perforación intestinal que requirió reoperación, e inestabilidad hemodinámica que requirió de apoyo con aminas vasoactivas durante el posquirúrgico con estancia en UTI por 2 días, clasificándolas de acuerdo a la escala de Clavien-Dindo en III en los primero dos casos y IV en el último. Todas los pacientes egresaron de hospitalización, con un tiempo de estancia promedio de 11.5 días (rango 5-42). � 22 Hasta el momento dos pacientes han presentado recaída de la enfermedad por marcador tumoral e imagen. La primera de ellas presentando elevación del marcador 5 meses posterior de la cirugía, siendo evidente por estudios de imagen 13 meses posterior a la cirugía donde se documentaron la presencia de ganglios mediastinales. La segunda paciente presentó elevación del marcador 7 meses posterior a la cirugía, se realizaron estudios de imagen donde se documentaron lesiones hipodensas en hígado, imágenesnodulares medibles al colon derecho sugerentes de depósitos secundarios así como los implantes pleurales supradiafragmático derechos, además de derrame pleural; se realizó biopsia de pleura con reporte histopatologico compatible con carcinoma metastásico. Actualmente el resto de las pacientes continuan en seguimiento, libres de enfermedad; documentada por marcador Ca125; seguimiento más largo de 36 meses (promedio de 14). No se ha registrado ninguna muerte en la cohorte. Tabla 1. Información demográfica, curso de la enfermedad y cirugía Variable Cirugía + HIPEC (N=12) Edad promedio (rango) 54 (44-73) Tipo histológico -no. (%) Seroso 8 (66.6%) Seroso limítrofe 2 (16.66%) Mixto 1 (8.3%) Carcinoma indiferenciado 1 (8.3%) Posmenopausia No 5 Si 7 Cirugías previas No 6 Si 5 � 23 IMC promedio 26.9 Ascitis al diagnóstico No 2 Si 10 Ca-125 U/mL al diagnóstico promedio (rango) 4,221.4 (28.3-2,1141.3) Ca-125 U/mL prequirúrgico promedio (rango) 33.4 (11.5-109.3) Índice de Sugarbaker promedio (rango) 9 (3-17) Resección intestinal ⎯no. (%) 1 (8.3%) Colostomia 1 Temperatura promedio ⎯(ºC) 42 Tiempo quirúrgico promedio ⎯min. 294 Citorreducción óptima 100% Complicación posquirúrgica (Clavien-Dindo) III 2 IV 1 Tiempo de hospitalización promedio (rango) ⎯días. 11.5 (5-42) Recaída 2 Paciente 1 ⎯meses. 5 Paciente 2 ⎯meses. 7 Sobrevida libre de enfermedad ⎯meses. 6 Seguimiento promedio ⎯meses. (rango) 14 (4-36) Mortalidad 0 � 24 DISCUSIÓN El cáncer epitelial de ovario (CEO) representa la segunda neoplasia más frecuente a nivel mundial. En México representa la sexta causa de muerte por cáncer. El CEO es una neoplasia en la que cerca de 80% de los casos responde al tratamiento primario, presentando alta frecuencia de recaída, esto debido a que aproximadamente el 75% de los casos se diagnostican en estadios III y IV. Después del tratamiento estándar del cáncer de ovario, el sitio de mayor frecuencia de recaída es la cavidad peritoneal8, representando cerca del 35-45% de los sitios de recurrencia en pacientes sometidos a CTR primaria y cirugía de intervalo respectivamente53. Debido a que el CEO permanece restringido a la cavidad peritoneal durante la mayor parte de su historia natural, la administración de quimioterapia intraperitoneal resulta especialmente atractiva. Es por esto último el razonamiento del uso del HIPEC en pacientes con carcinomatosis peritoneal, dicha terapia ha sido implementada en distintas etapas para el tratamiento de la enfermedad: al momento de la cirugía primaria cuando fue posible realizar una CTR óptima, durante la cirugía de intervalo, como terapia de consolidación después de haber presentado respuesta patológica completa posterior al tratamiento inicial; confirmada por laparotomía second-look, en presencia de recurrencia, y como terapia de salvamento54. Un metaanálisis realizado por Huo, et al en 2015 mostró que la CTR + HIPEC + QT aumentaba la supervivencia comparado con CRT + QT, teniendo tasas de morbilidad y mortalidad comparables entre si. Sin embargo en este estudio no se especifica la temporalidad y/o secuencia de los tratamientos dados. Recientemente un ensayo clínico aleatorizado demostró que la citorreducción de � 25 intervalo + HIPEC aumenta la sobrevida libre de recurrencia y la sobrevida global en 3.5 y 11.8 meses respectivamente en comparación con sólo cirugía, sin aumentar las complicaciones posquirúrgicas8. Todas las pacientes en este estudio recibieron 3 ciclos de QT neoadyuvante, pudiendo reiniciar posterior al evento quirúrgico los ciclos de QT en todos los casos8. La QT neoadyuvante antes de la CRT + HIPEC parece tener un rol favorable para los pacientes con CEO avanzado, sugiriendo que el HIPEC es más efectivo cuando se realiza al momento de la cirugía de intervalo; posterior a 3 o 6 ciclos de QT neoadyuvante. De nuestras series históricas de pacientes tratadas con cáncer de ovario avanzado, no hubo diferencia significativa entre la sobrevida libre de enfermedad y sobrevida global entre los grupos de citorreducción primaria + QT adyuvante (6 ciclos) vs cirugía de intervalo + QT neoadyuvante (6 ciclos), y si entre la cantidad de pacientes en quienes se logró un resección R0; siendo esta mayor en los pacientes con QT neoadyuvante, además de encontrarse una menor tendencia a presentar complicaciones posquirúrgicas en este grupo de pacientes. Dicho estudio demuestra que parece ser seguro administrar 6 ciclos de QT neoadyuvante previo a la cirugía, con el beneficio de reducir la morbilidad y mortalidad posquirúrgica dandole así la oportunidad a las pacientes de recibir los ciclos completos de QT que de otro modo podrían retrasarse con la presencia de complicaciones posquirúrgicas57. En lo que respecta al presente estudio, este busca determinar si el HIPEC usado como terapia de consolidación posterior a la QT neoadyuvante por 6 Ciclos + CTR puede aumentar la supervivencia libre de recurrencia. Actualmente no se cuenta con el tamaño muestral suficiente para llevar a cabo del análisis, ni poder realizar � 26 a cabo comparaciones con muestras históricas. Sin embargo la evidencia actual parece mostrar cierto beneficio del HIPEC en el CEO después de recibir QT neoadyuvante. En nuestro Instituto se tiene experiencia con la realización de cirugía citorreductiva y HIPEC desde el 2011 para el tratamiento de diferentes neoplasias. En 2015 se realizó un estudio piloto donde se documentó niveles de morbimortalidad comparables a centros de alto volumen; 23% y 0% respectivamente50. Dichos resultados son comparables actualmente con la morbilidad y mortalidad vistas hasta el momento, por lo que se puede inferir que es un procedimiento seguro. Se requiere un mayor volumen de pacientes para concluir el efecto de la cirugía citorreductiva + HIPEC, sin embargo se cree que disminuirá la tasa de recurrencias a cavidad peritoneal. Hasta el momento sólo una paciente ha presentado recaída en cavidad abdominal, la otra recaída documentada corresponde a enfermedad extraperitoneal, misma que no puede ser controlada por la quimioterapia hipertérmica. El resto de las pacientes se encuentran vivas y libres de recurrencia. CONCLUSIONES La quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC) ha demostrado su utilidad para el tratamiento de las pacientes con cáncer epitelial de ovario. Actualmente existe evidencia que el uso del HIPEC posterior a la citorreducción de intervalo aumenta la supervivencia libre de enfermedad y supervivencia global. El actual estudio pretende determinar el uso del HIPEC como terapia de consolidación posterior a 6 ciclos de QT neoadyuvante. Actualmente se tiene una cohorte de 12 pacientes, de las cuales dos han presentado recaída. Se requiere un mayor � 27 volumen de pacientes para concluir el efecto de la CCR + HIPEC, sin embargo por la evidencia actual se cree que disminuirá la tasa de recurrencias a cavidad peritoneal. � 28 REFERENCIAS 1.World Health Organization. Globocan. 2012. Disponible en: http:// globocan.iarc.fr/Pages/fact_sheets_population.aspx Consultado el 8 de julio de 2018 2. Meneses-García A, Ruiz-Godoy L, Beltrán-Ortega A, et al. Principales neoplasias malignas en México y su distribución geográfica (1993-2002). Rev Invest Clin 2012;64:322-329. 3.Gershenson DM, Hartmann LC, Young RH. Ovarian sex cord stromal tumors. En: Hoskins WJ, Perez CA, Young RC, Barakat RR, Markman M, Randall M (ed). Principles and practice of Gynecologic Oncology. 4ta Edición Philadelphia: Lippincot Williams and Wilkins, 2005:1011-34. 4. Bristow RE, Tomacruz RS, Armstrong DK et al. 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